Apenas empieza el 2016 y enero resulta un excelente momento para acomodar el escritorio, purgar nuestras cuentas de Twitter de los usuarios más molestos y, con la mente clara, enfocarnos en los próximos doce meses en materia de cambio climático, energía limpia y desarrollo sostenible. En Ojo al Clima nos dimos a la tarea de enlistar los momentos, debates y situaciones que resultarán más significativos en la agenda costarricense y nacional.

1. Hacer real el acuerdo de París

El pasado 12 de diciembre, 195 países alcanzaron un acuerdo global para combatir el cambio climático. El documento incluye medidas de reducción de emisiones, manejo de las consecuencias negativas, el financiamiento de estas acciones y los detalles en términos de tecnología, capacitación y todos los pormenores que necesita un acuerdo de este tipo para funcionar. Los negociadores se fueron a casa con la satisfacción de lograr su tarea.

Pero ahora necesitamos hacerlo real. El acuerdo debe ser firmado y ratificado por los países y, para que realmente entre en vigencia legalmente, debe ser ratificado por un mínimo de 55 países que representen por lo menos el 55% de las emisiones del planeta (en contexto, China es responsable del 20% de las emisiones globales y Costa Rica del 0.03%). Ese es un proceso largo y que será liderado por los gobiernos y los parlamentos de cada país. El acuerdo se puede firmar a partir del 22 de abril.

151 líderes mundiales posaron para la foto de familia en la inauguración de la Conferencia del Cambio Climático. IAN LANGSDON / POOL / AFP

151 líderes mundiales posaron para la foto de familia en la inauguración de la Conferencia del Cambio Climático. IAN LANGSDON / POOL / AFP

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¿Qué podemos hacer? En Costa Rica el acuerdo debe ratificarlo la Asamblea Legislativa, que todavía tiene pendiente la aprobación del último acuerdo global (llamado la Enmienda de Doha). Es a ellos a quienes les toca la aprobación final, una vez que el embajador en la ONU firme el acuerdo.

2. Energía para Costa Rica

El 2016 será un año clave para Costa Rica en materia de decisiones energéticas. A diferencia de la creencia popular, nuestra matriz energética es realmente sucia pues tomamos cerca de 75% de nuestra energía de combustibles fósiles (que usamos principalmente para el transporte). Solo una cuarta parte de nuestra energía viene de fuentes limpias, gracias a nuestro sistema de generación eléctrica por represas, geotermia, viento y sol.

Un camión carga carbón por una de las calles de China, un país que todavía depende de los combustibles fósiles.

Un camión carga carbón por una de las calles de China, un país que todavía depende de los combustibles fósiles.

(Créditos: Han Jun Zeng)

Este año será importante por las discusiones país que tendremos: el Gobierno todavía no ha decidido qué hacer con el proyecto de una nueva refinería de petróleo, una inversión de $1.500 millones para los próximos 30 años y al mismo tiempo hay proyectos en la Asamblea Legislativa para incentivar el transporte eléctrico en el sector privado y para fortalecer el Instituto Costarricense de Ferrocarriles, que planea hacer un tren eléctrico en la GAM. Las decisiones del 2016 decidirán nuestro futuro energético por décadas.

¿Qué podemos hacer? La decisión sobre la refinería china caerá sobre el Ejecutivo, mientras que la Asamblea Legislativa tiene el poder de decidir si fomenta el uso del transporte eléctrico y el uso del tren en el país. A ellos deberían pedirle cuentas los ciudadanos.

3. Nuestros planes climáticos

En setiembre del año pasado, el país presentó su llamada “contribución nacional”, un documento sencillo y de pocas páginas que resumen las políticas de cambio climático y energía que tomará Costa Rica entre 2021 y el 2030. Junto al VII Plan Nacional de Energía y el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2019 es uno de los documentos más reveladores sobre el modelo de desarrollo que busca el país en el mediano plazo.

El 2016 es fecha clave para este documento, porque prometió que tendrá listo un Plan Nacional de Adaptación (una hoja de ruta para sobrellevar los efectos adversos del cambio climático) en el 2018 y que empezará a implementar la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres 2016-2030 bajo el liderazgo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE). Además, el país debe entrar en un proceso de afinar e interiorizar esta contribución nacional.

¿Qué podemos hacer? Si bien el MINAE lidera la política climática en el país, la ley obliga a todas las instituciones a tomarlo en cuenta a la hora de hacer proyectos. Ahora que vienen las elecciones municipales, es un buen momento para preguntar a nuestros líderes cantonales cómo planean enfrentar el cambio climático en el municipio.

4. La alerta por El Niño seguirá

Tras causar estragos durante todo el 2015, El Niño cerró el año con enormes inundaciones en amplias zonas del Medio Este norteamericano y en el cono sur, donde los ríos se desbordaron en Brasil, Argentina y Uruguay, donde los servicios de meteorología siguen pronosticando lluvias para este año. Este fenómeno nace de la interacción entre las aguas superficiales del océano Pacífico y la atmósfera, lo que altera las condiciones en gran parte del planeta en ciclos de entre 3 y 7 años.

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El calentamiento natural del fenómeno El Niño, sumado a la creciente concentración de gases de efecto invernadero, hará el 2016 el año más caliente del que se tenga registro, según el Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido, superando el 2015 que hasta ahora mantiene el récord.

¿Qué podemos hacer? Los científicos pueden estimar el impacto que tendrá El Niño en el país, especialmente en Guanacaste y la costa Caribe, donde hay graves alteraciones en los patrones de lluvias. Las autoridades locales y el gobierno pueden tomar medidas para contener el impacto de antemano en las zonas que estarán más afectadas por lluvias y sequías.

5. Año clave en Estados Unidos y China

Los dos principales emisores del mundo, Estados Unidos y China, tienen momentos claves durante el 2016, que impactarán las decisiones del país incluyendo las poltícias de cambio climático y energía. Estados Unidos (17.89% de las emisiones mundiales) tiene las elecciones presidenciales en noviembre y estas definirán el legado climático del actual presidente, Barack Obama: una victoria de los candidatos republicanos probablemente implicará que las políticas en energía renovable y cooperación internacional podrían revertirse.

Por su parte, China (20.09%) presentará en marzo de este año su XIII Plan Quinquenal, el documento en el que se trazan las líneas maestras de la política económica y social del país de los próximos cinco años (de 2016 a 2020). Este plan definirá el camino que seguirá la política energética de China, que a su vez marcará la pauta para gran parte del mundo durante los próximos años.

Ojo al Clima