La exviceministra de Ambiente y Energía, Irene Cañas, tiene bajo su dirección la empresa líder en el proceso de descarbonización del país, según asegura ella.
Será el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) uno de los responsables más importantes de la electrificación del transporte de los costarricenses: un pesado reto al que se suma mantener una matriz eléctrica renovable.
Aún sin zanjar su posición sobre temas polémicos como el uso del gas natural o sobre el proyecto Diquís, Cañas sugiere reinventar el modelo de negocios del ICE abriéndose a la venta de servicios en Centroamérica, a los servicios auxiliares y prestando más atención a la diversificación en la matriz energética del Instituto.
Transcribimos a continuación un extracto de la conversación de Ojo al Clima con Cañas.
La principal promesa en ambiente de este gobierno es convertir a Costa Rica en un laboratorio de descarbonización. ¿Qué rol ve usted en el ICE para alcanzar esta línea?
Tenemos un papel importante. La tarea en cuanto a electricidad está muy bien hecha en los últimos años, y tenemos una matriz 100% renovable.
El gran reto que tenemos ahora es apoyar la transformación del sector transporte para alcanzar un transporte más sostenible, enfocándonos -nosotros, como institución- en transporte eléctrico. Esta semana logramos adjudicar la compra de 100 vehículos eléctricos para la institución, que van a sustituir vehículos que utilizan combustibles fósiles
El mandato claro del presidente es que tenemos que tenemos que convertirnos en una empresa líder en apoyar la descarbonización de la economía. Yo asumo ese reto poniendo como prioridad el transporte eléctrico
El mandato claro del presidente es que tenemos que tenemos que convertirnos en una empresa líder en apoyar la descarbonización de la economía. Yo asumo ese reto poniendo como prioridad el transporte eléctrico y todo lo que podamos apoyar a nivel nacional en esa transformación.
¿Qué tipo de acciones promoverá el ICE en ese sentido?
Es un trabajo de coordinación con todas las demás empresas distribuidoras para garantizar que en todo el territorio nacional tengamos infraestructura de carga. Estamos hablando de que tenemos que sentarnos con otros sectores, como turismo, y apoyar a que se instalen centros de carga en los hoteles, etcétera.
Hemos escuchado metas muy importantes y apreciables en mitigación, pero no tanto en adaptación. ¿Cómo va a afectar el eje de la adaptación al cambio climático al ICE, y cómo se puede preparar?
Justamente ese es un tema que se habló mucho en los últimos meses en el seno de Conace (Comisión Nacional de Conservación de Energía), donde están todas las empresas distribuidoras y el regulador. El año pasado, después de Otto y Nate, las empresas distribuidoras pusieron sobre la mesa el tema de adaptación en materia de infraestructura eléctrica y le externaron la necesidad al Minae de avanzar en temas de adaptación en materia de energía.
Lo que se procedió a hacer en el seno de Conace fue coordinar con la Dirección de Cambio Climático del Minae y eso ya se direccionó a algunas entidades de cooperación. Estamos estableciendo las prioridades de temas y empezar a trabajar en el sector eléctrico todo el tema de adaptación e infraestructura. Los impactos que tuvo Otto y Nate en la infraestructura eléctrica fueron importantes y se ubicaron en zonas donde nunca habían sucedido.
Ya las empresas distribuidoras están en un nivel de concientización en el que dicen: “tenemos que tener medidas de adaptación” para que ese impacto sea cada vez menor.
¿Para usted cuáles son las líneas claves que se podrían tejer en este tema de adaptación desde el ICE?
Eso es multidisciplinario. Son varios expertos los que se tienen que sentar para ver de qué manera adaptamos las líneas de distribución, de transmisión, los postes, la infraestructura de plantas eólicas, hídricas, etcétera. Se tiene que hacer un análisis sobre cuáles fueron los impactos y cómo podemos mitigarlos.
Hace poco se hizo un esfuerzo, se lanzó la guía para adatación y mitigación de la electrocución de la vida silvestre. Tenés una guía que se hizo de la mano con el sector ambiente y energía. Se sentaron juntos las empresas distribuidoras con la parte ambiental, biólogos, etcétera y analizaron cuál es el impacto y cuáles son las razones por las cuales ha aumentado la cantidad de animales electrocutados y se definieron medidas de adaptación para ir reduciendo la cantidad de animales que se electrocutan. Es la primera guía a nivel mundial, de hecho el BID y el Banco Mundial están deseando repartirla en otros países, porque se han ido haciendo las pruebas y se han visto los resultados.
Fue un esfuerzo conjunto donde había múltiples disciplinas analizando la parte técnica, la biológica y la climática. Esfuerzos como esos… Ese es el modelo que hay que seguir.
La ONU y el BID nos ha cuestionado el camino de seguir priorizando las hidroeléctricas debido a la adaptación que tenemos que tener al cambio climático. ¿Sigue siendo Diquís una prioridad? ¿Qué papel tiene para usted la diversificación?
El tema de la diversificación lo he venido poniendo desde la mesa incluso cuando estaba como viceministra. Definitivamente es uno de los puntos a analizar, pero hay otros más que tenemos que analizar antes de llegar a la conclusión de si Diquís sí o si Diquís no.
A mí no me gusta hablar solo de Diquís. Cuando hablamos de proyectos tenemos que hablar de solar, eólico e hídrico.
¿A qué me refiero yo con otras variables? Avanza cada vez más rápido el tema de almacenamiento con baterías, hace un par de semanas la Aresep dio a conocer la metodología para reconocer los servicios auxiliares en los que el país puede beneficiarse, tanto a nivel nacional como regional. Costa Rica, dentro de la región centroamericana, es el país que más servicios auxiliares puede brindar. El asunto de los servicios auxiliares es una variable nueva que tenemos que considerar.
A mí no me gusta hablar solo de Diquís. Cuando hablamos de proyectos tenemos que hablar de solar, eólico e hídrico. Yo lo que quisiera es analizar todos los proyectos bajo esa nueva perspectiva de la venta de servicios auxiliares. También, ya no crecemos como hace veinte años, el crecimiento de la demanda anda alrededor del 1%, menos de eso.
¿Es posible mantener los porcentajes de generación limpia que hemos tenido?
Es importante que sigamos con esa meta. Tenemos claro de que eso va a depender de las condiciones climáticas. Yo digo que la fuente de energía más fiel es la geotermia, porque no importa si hay agua, lluvia o sol. El ICE ha apuntando a desarrollar lo máximo que se pueda de geotermia, y considero que esa es una de las líneas que tenemos que seguir.
Yo digo que la fuente de energía más fiel es la geotermia, porque no importa si hay agua, lluvia o sol. El ICE ha apuntando a desarrollar lo máximo que se pueda de geotermia
Usted ha dicho que no se comprometería a avanzar con plantas solares si no se ven aumentos en la demanda, pero el propio Plan de Expansión decía que se buscaban ampliar estas plantas, ¿no hay una contradicción ahí?
No, no hay una contradicción. El Plan de Expansión una de las variables que tiene es el crecimiento de la demanda. La otra variable es distintos tipos de proyectos, y un precio que se establece y ahí se ponen a competir dentro del modelo del plan de expansión. Entonces no hay ninguna contradicción: el modelo es lo que nos dice qué es lo que le conviene al país en cuanto a tecnología, precio y de acuerdo al aumento de la demanda.
Irene Cañas sobre gas natural: “Algunos consideran que tener una planta de gas, para que sea rentable, nos obliga a generar los 365 días con gas, que es un combustible que no es nuestro, que lo tenemos que importar y que sigue siendo fósil. Para algunos sería un retroceso en cuanto a la matriz”¿Cuál es su perspectiva sobre el tema del gas natural?
Casi un mes antes de terminar la función en el Minae recibimos un estudio elaborado por el Banco Mundial que analizaba el tema del gas natural. Han cambiado las condiciones en los últimos años y considero que es un tema que se tiene que analizar con más detalle.
Incluso en el MINAE este estudio estaba más enfocado en utilizar el gas natural como combustible para el transporte y como combustible para el sector industrial (aquellas empresas que utilizan búnker en calderas) es un estudio que arrojó resultados interesantes y me parece que es un tema que se tiene que analizar desde todo punto de vista.
En materia de electricidad algunos consideran que tener una planta de gas, para que sea rentable, nos obliga a generar los 365 días con gas, que es un combustible que no es nuestro, que lo tenemos que importar y que sigue siendo fósil. Para algunos sería un retroceso en cuanto a la matriz. Por eso es que el Minae se enfocó en ese estudio más que todo para el sector transporte e industria, que sí viene a sustituir combustibles fósiles y a aportar una reducción importante en las emisiones del sector transporte e industria, pero es un tema que tendrá que seguir valorándose, y tendrá que seguir liderándose en el Minae. Es una recomendación que se dejó para los nuevos jerarcas: analicen la posibilidad del gas para el transporte y la industria.
Algunos consideran que tener una planta de gas, para que sea rentable, nos obliga a generar los 365 días con gas, que es un combustible que no es nuestro, que lo tenemos que importar y que sigue siendo fósil. Para algunos sería un retroceso en cuanto a la matriz.
¿Y para la generación eléctrica en el ICE?
Es un tema que tenemos que seguir analizando los pros y contras. En materia ambiental es considerado un retroceso en la matriz.
Carlos Alvarado en el debate del CFIA señaló: “Una ruta que tenemos que explorar tiene que ver con la importación de gas natural, generando escalas con Panamá. (…) Esa puede ser una energía que nos ayude muchísimo a reducir los costos mientras abordamos el modelo de nuestra matriz eléctrica”. No tengo clara la posición al respecto del gobierno…
Yo considero que es un tema de que todavía no están claros los números de cuáles serían los pros y contras. Y una de las posiciones en las que ha sido muy enfático el señor presidente es que él va con la ruta de la descarbonización de la economía. Yo no veo contradicción alguna en analizar el tema del gas, que sí puede ser una opción para sustituir fósil en transporte e industria.
¿Puede darme un ejemplo sobre cómo busca proyectarse el ICE a la región?
Ayer en el mensaje que le di a los trabajadores del ICE les dije: “el presidente nos dejó la tarea de liderar el proceso de descarbonización”. Vamos a ciudades inteligentes, sostenibles, y nosotros tenemos un papel importante, en donde la brecha que había entre telecomunicaciones y energía se tiene que acortar.
Si vamos a ser el motor del transporte eléctrico, eso implica muchos retos a nivel de conectividad, redes inteligentes, que me permiten otro tipo de servicios
Si vamos a ser el motor del transporte eléctrico, eso implica muchos retos a nivel de conectividad, redes inteligentes, que me permiten otro tipo de servicios. También hemos estado hablando con Aresep cómo las estructuras tarifarias que hemos venido usando durante veinte años hay que renovarlas. Hay que definir muy bien la línea de lo que es un servicio público, que debe estar regulado como tal a los otros servicios que no van a serlo, y que no están regulados. Este nuevo esquema de redes inteligentes abre muchas puertas.
Otro tema que veo es siendo más agresivos en alianzas público privadas, para ofrecer nuevos servicios y para establecer nuevas alianzas comerciales.
¿Qué perfil desea dejar usted para el ICE en cuatro años? ¿Cómo describiría la imagen que quiere dejar en el ámbito ambiental?
Me gustaría que fuéramos trabajando más de la mano con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), que es una visión mucho más integral: de igualdad, de reducción de pobreza, en la parte ambiental, etcétera. Vería un crecimiento más de la mano con los ODS y tener al final reportes de los indicadores en cuánto hemos aportado como institución a eso.