El 3 de diciembre del 2015, mientras negociadores de 195 países estaban reunidos en París buscando un acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, Donald Trump criticaba en una entrevista al presidente estadounidense Barack Obama por priorizar esta negociación en su agenda política.

“Es ridículo. Tenemos problemas más grandes en este momento. Tener al presidente ahí por un periodo extendido de tiempo hablando del cambio climático como uno de los mayores problemas del país es una locura”, dijo a Fox News el hoy candidato republicano a la presidencia

A raíz de comentarios como este y de sus políticas en relación con cambio climático, un grupo de 375 científicos –entre los cuales se encuentran 30 ganadores del premio Nobel– publicó una carta abierta externando su preocupación por las políticas climáticas de Trump.

Aunque Trump está compitiendo únicamente por la presidencia de Estados Unidos, sus políticas podrían amenazar el desarrollo sostenible proyectado en la Cumbre de París para el resto del mundo.

Los norteamericanos son el segundo más que más contribuye anualmente al calentamiento global (después de China) y son claves para el financiamiento de las acciones climáticas y la generación de tecnología limpia y barata.

Política climática de Trump.

El Acuerdo de París, firmado en diciembre del 2015, marcó un hito histórico dentro de las negociaciones internacionales sobre el calentamiento global.

Más de 150 líderes mundiales, entre los cuales se encontraba Barack Obama, se reunieron en París para impulsar el proceso y finalmente los 195 países lograron negociar un acuerdo mundial cuya meta sería reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y solucionar problemas actuales causados por las emisiones de estos gases.

Ahora, uno de los postulados de la propuesta económica de Trump es sacar a Estados Unidos de este acuerdo.

La postura con respecto al cambio climático del candidato republicano es clara: “anular todas las acciones ejecutivas de Obama destructoras de empleos incluyendo el decreto “Waters of the U.S.” (regulador del uso de aguas) y el Plan de Acción Climática”. Esto según el propio plan económico publicado en su página web, específicamente en la reforma sobre energía.

El presidente de China, Xi Jinping, el presidente estadounidense Barack Obama y el secretario general Ban Ki-moon, se dan la mano durante una ratificación conjunta del acuerdo sobre el cambio climático ceremonia de París antes de la Cumbre del G-20.

El presidente de China, Xi Jinping, el presidente estadounidense Barack Obama y el secretario general Ban Ki-moon, se dan la mano durante una ratificación conjunta del acuerdo sobre el cambio climático ceremonia de París antes de la Cumbre del G-20.

(Créditos: AFP)

Él mismo ha establecido en el pasado que no es creyente en el cambio climático. “No creo en el cambio climático. Se llaman cambios de tiempo y hay tormentas y hay lluvias y hay días hermosos” afirmó para CNN en septiembre del 2015.

Las ventajas económicas de los acuerdos de reducción de emisiones serían muchos según un estudio elaborado por el NewClimate Institute y comisionado por la Climate Action Network.

Apostar por cumplir con los requisitos de acción climática provee 1 millón de trabajos nuevos, salvaría las vidas de 113.000 personas que mueren prematuramente por la polución del aire y ahorraría los altos costos de combustibles fósiles, todo esto para el 2030 de acuerdo a la investigación.

En agosto, Estados Unidos y China ratificaron el Acuerdo, lo que aceleró el camino hacia su ratificación.

Preocupación en la academia.

Este tipo de comentarios han despertado la preocupación de 375 científicos (30 de los cuales han ganado un premio Nobel y donde destaca el físico inglés Stephen Hawking) miembros de la Academia Nacional de las Ciencias de los Estados Unidos, quienes publicaron una carta abierta en que critican con contundencia a Trump por prometer que retirará a Estados Unidos del Acuerdo de París.

Un punto en particular en su plan económico de reforma energética motiva la redacción de esta carta: la cancelación del acuerdo climático y el cese de todos los pagos en dólares de los Estados Unidos a la ONU para programas de calentamiento global.

“El cambio climático causado por los humanos no es una creencia, un mito o una conspiración. Es una realidad física”, señala el texto.

El texto llama la atención sobre los serios riesgos que implica el cambio climático; riesgos “reales, serios e inmediatos”.

Entre los riesgos que se enumeran en el documento se encuentra el potencial “punto de no retorno” en el que se pongan en movimiento cambios a gran escala en la circulación de los océanos, pérdida de capas de hielo en los polos y extinción de especies por causa de los cambios en su hábitat.

“Durante la campaña presidencial primaria, fueron hechas declaraciones de que la tierra no se está calentando o que el calentamiento se produce puramente por causas naturales fuera del control humano. Estas declaraciones no son consistentes con la realidad”, dice el texto.

En el sector privado.

Como señala el sitio especializado Climate Home, las propuestas de Trump son una señal confusa hacia los mercados y el sector privado, que están empezando a planificar hacia una economía baja en carbono pero necesitan confianza de que el gobierno norteamericano seguirá esa dirección.

A pesar de que por muchos años los mercados financieros y los grandes inversionistas no adoptaron posibles medidas efectivas de control de emisiones, durante el 2016 han habido señales de que están tomando en serio la transición.

Por ejemplo, la compañía financiera Moody’s Investors Service anunció el 22 de abril de este año que tomaría en cuenta los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero en sus cálculos para otorgar créditos.

Otro de los gigantes financieros de trillones de dólares de capital, Blackrock, tomó la misma decisión. Esta compañía llamó “inversores tontos” a quienes niegan el cambio climático a la hora de hacer sus negocios pues incrementan el riesgo por las fuertes regulaciones acordadas internacionalmente.

“Los inversores no pueden seguir ignorando el cambio climático. Algunos pueden cuestionar la ciencia tras de él pero todos se enfrentan a una oleada de regulaciones relacionadas al cambio climático”,afirmó la empresa en un comunicado.

En agosto, tres de las más grandes empresas de seguros del mundo pidieron a los líderes de las 20 principales economías del mundo (agrupadas en el llamado G20) dejar de subsidiar los combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural y el carbón.

Sin embargo, las políticas de Donald Trump planean volver a fortalecer esta industria. Uno de los postulados principales de su reforma económica sobre energía implicaría apostarle al carbón para la generación de empleo.

Revitalizar la industria de los combustibles fósiles implicaría debilitar la credibilidad de los tratados internacionales, como el de París, cuya influencia está comenzando a surgir efecto. Estas acciones políticas incentivarían las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de empresas privadas en el mundo entero.

“Parexit”

En la carta también se advierten de los riesgos políticos que podría generar un retiro de los acuerdos climáticos de París, un “Parexit”, como se le llama en el documento.

“Un “Parexit” enviaría un mensaje muy claro al resto del mundo.“A Estados Unidos no le interesa el problema global del cambio climático producido por humanos. Ustedes están solos” se estipula.

Según los científicos, Estados Unidos debería tener un rol de líder político, económico y moral, algo que se vería impedido por una eventual salida de los acuerdos de la Cumbre de París; una salida que forma parte de la agenda de políticas energéticas de Donald Trump. Para ellos, esto le restaría credibilidad al país en materia ecológica.

El profesor de ciencias atmosféricas del Massachussets Institute of Technology (MIT) Kerry Emanuel, cuya firma aparece en la carta, afirmó en el sitio oficial de esta universidad que esto es necesario para hacerle frente a los grandes subsidios de combustibles.

“Estados Unidos lidera y ha liderado innovaciones en tecnologías limpias. Políticas de gobierno son críticas para incubar energías limpias de cara a los grandes subsidios actuales de combustibles fósiles” declaró el académico.

También se menciona la importancia de la contribución de los Estados Unidos en programas como el “Green Climate Fund”, cuyo objetivo es ayudar a cortar emisiones de gases de efecto invernadero y hacerle frente a problemas ocasionados por el cambio climático en países como China, India y Brasil.

El fondo total tiene una meta de generar 100 mil millones de dólares para hacer efectivos los esfuerzos contra el cambio climático. Los pagos del país norteamericano a este fondo tienen una meta de 3 mil millones de dólares.

La carta está firmada por especialistas en diferentes áreas como las ciencias básicas, la ingeniería y la medicina. Entre los miembros destacados de la La Academia Nacional de las Ciencias de los Estados Unidos, fundada en 1863, se encuentran Stephen Hawking, Thomas Albright y Martha Haynes, provenientes de prestigiosas universidades como Cambridge, Salk institute for Biological Studies y Cornell respectivamente.

Ojo al Clima