Los productores de caña esperan día a día y mes a mes, sin mucha certidumbre, que ningún evento climático extremo se acerque a sus cultivos. A partir del 2017, podrían tener un nuevo aliado para planificar sus cosechas.
El Departamento de Investigación y Extensión de la Caña de Azúcar (DIECA) de la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (LAICA) está en las primeras etapas de desarrollo de una red de monitoreo meteorológico en varios territorios del país y tiene como meta tenerla funcionando en el transcurso del próximo año.
“Nos propusimos en 2 años tener el proyecto operando. Ya va a pasar un año y estamos concluyendo la primera fase. Tenemos la ubicación de equipos meteorológicos pero aún falta la segunda parte que es la de gestionar la información” comentó el director del programa de fitopatología y de producción de semillas del DIECA, Erick Chavarría.
Cultivos como el café y el banano ya cuentan con sus propias tecnologías de monitoreo climático desde hace varios años. Estos proyectos han tenido resultados favorables para la sostenibilidad y la efectividad de la producción de estos dos cultivos, por lo que sirven de ejemplo para la naciente red de caña.
Como otros productos agrícolas, la caña de azúcar resiente cambios en los patrones climáticos y de suceder, pueden aparecer pérdidas. Estos cambios de clima irrumpen en el período de cosecha o de crecimiento de la plant, al punto en que, en años anteriores, la caña de azúcar ha llegado a disminuir su producción hasta un 10% por causa de variaciones en el clima y enfermedades.
Ante este riesgo, fueron los mismos productores de caña quienes solicitaron un sistema que les permitiera tener un mejor control sobre sus productos tiempos de cosecha, uso de fertilizantes y previsiones ante eventos naturales, un método similar a los existentes en el país.
Monitoreo Climático
El rendimiento efectivo de un cultivo depende de su ecosistema, donde juegan factores sociales, ambientales y culturales.
“Los resultados productivos de la agricultura y su sostenibilidad dependen de las condiciones ambientales. Plantas y animales responden a una combinación de la genética de las especies, el suelo y el clima.” explicó el especialista del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Jonathan Castro.
Tanto fenómenos naturales extremos como cambios más sutiles en el clima reducen el rendimiento de cultivos. Ellos alteran el metabolismo de las plantas y propician vulnerabilidad a pestes y malas hierbas, como lo muestra un informe emitido por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPI).
Incluso, cambios atribuibles al cambio climático amenazan con disminuir la productividad de las cosechas agrícolas, en las zonas tropicales de África y de otros continentes, según un estudio publicado a mediados de junio.
Por ejemplo, la plaga de roya que azotó los cultivos de café en 2013 estuvo propiciada por condiciones ambientales que favorecieron su expansión, como alta temperatura y alta humedad.
Las alteraciones de los agroecosistemas son rigurosamente vigiladas por los productores nacionales y las autoridades del sector. Por medio de estaciones meteorológicas, se le brinda un seguimiento al clima de las áreas de plantación y, de esta forma, a los cultivos sembrados.
¿Cómo funcionan? Las estaciones cubren cada una un territorio delimitado y sus datos son recopilados por una red que las conecta. Esta red le da seguimiento a variaciones en la influencia oceánica, relieve o condición atmosférica.
En este mapa se muestra la red de monitoreo de Corbana. Los puntos rojos son estaciones meteorológicas.
(Créditos: Corbana - Banaclima)
A través de estas redes de monitoreo de los agroecosistemas los productores pueden acceder a datos como la velocidad del viento, la radiación solar, la presión atmosférica e incluso a la temperatura del suelo de varias regiones del país.
Esta información les ayuda a definir áreas idóneas para el sembrado de cultivos, supervisar temas como el riego o la fertilización adecuada de sus plantaciones y adaptarse a posibles cambios a futuro en el ecosistema.
“Nuestro interés no es predecir el clima como el Instituto Meteorológico Nacional, sino analizar las variables del clima en relación con las variables del crecimiento de la planta para estudiar el crecimiento de cultivos” comentó el director de investigación del Instituto de Café de Costa Rica (Icafé), Miguel Barquero.
Caña, banano y café.
En el país se está desarrollando preliminarmente un sistema de monitoreo para la caña de azúcar para mejorar la producción de este cultivo. Los investigadores del DIECA se encuentran en proceso de recolección de datos del periodo 2009-2016, los cuales servirían como referencia para ser utilizados por lo productores de caña en el futuro.
Ellos esperan, con el paso del tiempo, completar una base de datos en la que los usuarios puedan familiarizar fenómenos meteorológicos con prácticas agrícolas; prácticas como el tiempo de las cosechas o preparación ante de eventos naturales extremos.
Sin embargo, otros cultivos como el banano y el café ya tienen a disposición de sus agricultores información climática cuyo fin es mejorar el rendimiento de la producción. El Icafé y la Corporación Bananera Nacional (CORBANA) han lanzado con éxito redes de monitoreo climático para sus productores.
En el caso del banano, el programa Banaclima unifica 12 estaciones meteorológicas a lo largo de la costa caribeña. Los datos se ponen a disposición de los productores a través de su sitio web para hacer efectivo su uso. También cuenta con un sistema de alerta por correo y SMS de eventos climáticos extremos.
Los productores de café también pueden acceder al proyecto “Clima del Café” -red de monitoreo de este producto desde el 2008- a través del sitio web del ICAFE. En él, pueden acceder a datos como mojadura foliar, radiación ultravioleta y temperatura proveídos por 32 estaciones meteorológicas.
Miguel Barquero, investigador del ICAFE, mencionó que se realizan reportes mensuales por parte del equipo de investigación del instituto. También comentó que se ha logrado un mayor rendimiento y un mejor control de los cultivos desde la implementación de este sistema climático.
“Estamos aprendiendo todavía. Tenemos datos de que el clima impacta el desarrollo del grano y es un factor en la aparición de ciertas plagas. Nosotros procuramos disminuir ese impacto en el crecimiento” agregó.