La Sala Constitucional ordenó al Instituto Meteorológico Nacional (IMN) eliminar las restricciones de acceso a la información climática del país e implementar un formato abierto que permita el ingreso, la visualización, almacenamiento, descarga y conversión de sus datos públicos.

El fallo, declarado parcialmente con lugar y emitido el viernes de la semana pasada tras un recurso de amparo planteado por periodistas de Ojo al Clima, ordena a la entidad a que –en un plazo de diez días– brinde acceso a datos diarios de temperatura, precipitaciones y otras informaciones climáticas históricas, que permitan su análisis y manipulación.

Los periodistas acudieron a la Sala después de que el IMN les exigiera firmar un acuerdo de confidencialidad para acceder a información climática y de emisiones de gases de efecto invernadero del país.

“La información pública del IMN deberá ser brindada de manera que pueda disponerse de esta libremente en formato abierto”, señala el fallo de la Sala Constitucional, notificado a la entidad y a los periodistas Diego Arguedas y Daniel Salazar, que plantearon un recurso de amparo en enero de 2018 contra la institución.

IMN limitó acceso a datos públicos

En agosto de 2017 el periodista Diego Arguedas solicitó al IMN los datos crudos históricos sobre precipitación y temperatura en Costa Rica, además de las emisiones de gases de efecto invernadero del país, por sectores y subsectores.

“Queríamos entender cómo cambiaba la temperatura y las lluvias en Costa Rica. Sabíamos que en otros países había cambios importantes en promedios de temperatura, que había que analizar con otras herramientas estadísticas, pero que era imposible acceder a esa información sin los datos base que tenía el IMN”, dijo el periodista Arguedas.

Sin embargo, el Meteorológico solicitó a Ojo al Clima firmar un acuerdo para la utilización de los datos, aportar un oficio membretado y firmado por un profesor de la Universidad y dejar constancia de que no se permitiría el acceso, ni la reproducción de ninguno de los datos del Meteorológico.

Arguedas comunicó su desacuerdo con la respuesta y manifestó su disconformidad sobre las limitaciones para compartir la información a terceros, “pues, precisamente, ese es su trabajo”, señala la Sala.

El meteorológico insistió en varias ocasiones en que liberar el detalle de esta información climática era indebido, pues la entidad disponía de “una cantidad de datos importantes y sensibles que no se deben dejar a la libre, ya que los mismos son considerados bienes intangibles del Estado, por lo que la ley compromete a protegerlos y pueden ser usados para el beneficio, lucro y usufructo de personas y empresas (…) Además se debe tener en cuenta que los datos pueden ser manipulados por terceras personas y aludir que la fuente es el IMN, sin un control adecuado de quienes manipulan los datos”, alegó el Instituto.

Los magistrados, sin embargo, concluyeron “que la protección informática de los datos que son públicos resulta irrazonablemente justificada y es violatoria del derecho de acceso a la información.”

Ojo al Clima también había solicitado el detalle sobre la información más reciente de los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero por sector y tipo de gas. Según el Instituto Meteorológico Nacional, esos datos no le pertenecen al Estado, ni son generados por la entidad, pues parten de convenios de confidencialidad con sujetos privados, que les permiten tener la mejor radiografía sobre las emisiones del país.

Sobre esto la Sala dio la razón al Instituto Meteorológico Nacional, y señaló que considera “legítimamente válido limitar su acceso (…) por no tratarse de información pública, sino que fuera suministrada al IMN, como Administración, por empresas particulares confidencialmente, para gestiones determinadas”.

Alcance para la investigación científica

“Hay estudiantes, científicos, funcionarios, planificadores, profesionales que requieren de esos datos para poder hacer su trabajo,  saber qué tan factible es que caiga o no lluvia, qué tan inusual es un fenómeno hidrometeorológico, y más ahora, en la época de la adaptación, es fundamental tener un registro histórico disponible para que la gente pueda hacer eso”, señaló Arguedas.

Para Lenin Corrales, líder del Laboratorio de Modelación del Programa de Cambio Climático y Cuencas Hidrográficas del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), el fallo rompe barreras para el acceso a datos claves para la investigación científica.

“En el mundo actual la información climática es fundamental no solo para explicar el estado actual del tiempo o el clima, sino para que los científicos la utilicen en modelos que puedan acercarse a explicar qué nos puede deparar el cambio climático. Si hay información hoy día que deba estar abierta y de uso público es la información climática”, dijo.

“Es importante que la institucionalidad pública responsable del manejo de este tipo de datos los comparta de manera abierta y sin restricciones como lo hacen otros países de América Latina”, señaló.

Felipe Carazo, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central (Fundecor), también señaló que el alcance del dictamen de la Sala es de valor para quienes desarrollan planteamientos para la gestión de recursos naturales y desarrollo de modelos sostenibles.

La Fundación ha desarrollado iniciativas como “Sarapiquí Resiliente” o “Aguatica”, donde generaron sus propios datos, abiertos al público, para maximizar la gestión hídrica y la resiliencia de los pueblos donde trabajan, fundamentados en información científica.

“La alianza ha sido exitosa entre entidades públicas y privadas, pero siempre nos costó poder movilizar información de fuentes como el Instituto Meteorológico Nacional, porque hay una dinámica de que la información es muy reservada”, dijo Carazo.

“Poder tener instrumentos ágiles para que esta riqueza de data que ha generado el IMN pueda conectarse con los modelos que hemos desarrollado permitiría consolidar los planteamientos de que la ciencia es pilar de la gestión y profundizar la eficiencia en los modelajes”, cerró.

Ojo al Clima