En junio, y a partir de los datos disponibles hasta ese momento, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ya lo vaticinaba: 2023 se perfilaba como un año atípicamente caliente.

“Es prácticamente seguro -más del 99% de probabilidades- que 2023 será uno de los cinco años más cálidos jamás registrados, con una probabilidad de casi el 50% de que sea el año más cálido de todos”, manifestó -en aquel momento- Sarah Kapnick, científica jefe de NOAA.

Los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) también notaron las inusuales temperaturas que comenzaron a surgir a partir de junio, cuando las anomalías térmicas en relación con el nivel preindustrial (1850-1900) alcanzaron los 1,5 °C durante varios días seguidos. Aunque no era la primera vez que las anomalías diarias alcanzaban ese nivel, nunca antes había ocurrido en esa época del año.

Los meses de julio y agosto de 2023 fueron los más cálidos desde que existen registros. Así, mientras el verano en el hemisferio norte era cada vez más abrumador, el hemisferio sur experimentaba un invierno inusualmente cálido.

Y llegó setiembre, el mes con una desviación de temperatura por encima de la media de 1991-2020, mayor que cualquier otro mes del conjunto de datos ERA5 utilizado por ESA.

“Lo que llama la atención es que estos valores récord se produjeron antes del pico del actual fenómeno de El Niño, mientras que los valores récord en 2016 se produjeron en primavera, después del pico”, comentó Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés), en declaraciones brindadas en setiembre.

Schmidt hacía la comparación con el 2016 porque ese fue el año más cálido que se había registrado anteriormente y también fue un año en que estuvo presente el fenómeno de El Niño.

Para los siguientes meses de octubre y noviembre de 2023, las anomalías diarias por encima de 1,5°C se convirtieron en algo habitual, al punto de que cerca del 50% de los días de 2023 superaron en 1,5°C el nivel de 1850-1900.

Así se llegó a diciembre de 2023, el diciembre más cálido registrado a nivel mundial, con una temperatura media de 13,51°C, que resultó ser 0,85°C por encima de la media de 1991-2020 y 1,78°C más del nivel de 1850-1900 para este mes.

“2023 fue un año excepcional en el que los récords climáticos cayeron como fichas de dominó. No sólo será el año más cálido jamás registrado, sino que 2023 será además el primero en el que todos los días superaron en 1°C el periodo preindustrial. Las temperaturas de 2023 probablemente superen las de cualquier periodo de los últimos 100.000 años”, dijo Samantha Burgess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).

Los factores detrás del año más cálido

Para enero de 2024, la sospecha se confirmó: 2023 fue el año más caliente desde que se cuenta con registros. Para ser más específicos, y según el último reporte del C3S, 2023 fue 0,60°C más cálido que la media del periodo 1991-2020 y se encuentra 1,48°C por encima del periodo de referencia preindustrial (1850-1900).

“2023 es el primer año registrado en el que todos los días se superó en 1°C el nivel preindustrial del periodo 1850-1900. Cerca del 50% de los días del año fueron 1,5°C más cálidos que en el periodo 1850-1900 y en dos días de noviembre, las temperaturas mundiales diarias subieron por primera vez por encima de los 2°C”, se lee en el informe.

El reporte anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) vino a confirmar lo dicho por C3S: 2023 fue el año más cálido del que se tiene registro. “El mundo se acerca más que nunca a los límites fijados en el Acuerdo de París”, resaltó esta entidad de Naciones Unidas.

Los números también coinciden con los de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, cuyos datos evidencian una temperatura media mundial 0,17 °C más cálida que el valor de 2016.

“2023 se confirma ahora como el año más cálido en 174 años de observación. 2023 también estableció una serie de récords mensuales: las temperaturas medias globales mensuales se han mantenido en niveles récord desde junio y las temperaturas de la superficie de los océanos se han mantenido en niveles récord desde abril”, indicaron los investigadores de la Universidad de East Anglia que colaboran con la Oficina Meteorológica de Reino Unido.

Una serie de factores yacen detrás de este récord de temperatura. Uno de ellos es la temperatura del océano. El océano es una parte fundamental en el sistema climático del planeta: cubre el 70% de la superficie de la Tierra y absorbe cerca del 90% del calor. En este sentido, el océano ayuda a regular lo que pasa en la atmósfera. Lo que ocurre es que viene calentándose desde 1950.

(Créditos: C3S / ESA)

Entonces, ¿qué pasó en 2023? Según C3S, las temperaturas medias mundiales de la superficie del mar (TSM) se mantuvieron persistentes e inusualmente elevadas, alcanzando niveles récord para la época del año comprendida entre abril y diciembre.

De hecho, las elevadas TSM en la mayoría de las cuencas oceánicas, particularmente en el Atlántico Norte, desempeñaron un rol importante en el récord mundial. Los científicos del C3S asociaron estas TSM a olas de calor marinas en todo el planeta, incluidas zonas del Mediterráneo, el golfo de México y el Caribe, el océano Índico y el Pacífico Norte, así como gran parte del Atlántico Norte.

“Las temperaturas de la superficie del océano están fuera de lo normal. Este récord se debe tanto al calentamiento global a largo plazo como a las fluctuaciones a corto plazo de las temperaturas del agua en el Océano Pacífico (El Niño). Actualmente, ambos contribuyen al calentamiento de las aguas en la superficie del océano. El fenómeno de El Niño en el Pacífico tropical ha contribuido al calentamiento global y al cambio climático para calentar las temperaturas de la superficie del océano desde mayo. A su vez, esto modifica los patrones meteorológicos en todo el mundo”, explicaron científicos del Instituto de Física Atmosférica (IAP) de la Academia China de Ciencias (CAS) y los Centros Nacionales de Información Medioambiental de NOAA.

Ahora, no todo el océano se comporta igual. Las aguas menos densas, cálidas y dulces cerca de la superficie tienden a permanecer cerca de la superficie y no son capaces de transportar el calor y el dióxido de carbono a las capas más profundas. Esto es lo que los investigadores denominan como “aguas estratificadas”.

En el estudio, publicado en Advances in Atmospheric Science, los datos muestran que la estratificación sigue aumentando, lo cual reduce el oxígeno en el océano y su capacidad para absorber dióxido de carbono, con graves consecuencias para la vida marina.

“Un océano que se calienta también sobrecarga el clima. El calor y la humedad adicionales que entran en la atmósfera hacen que las tormentas sean más severas, con lluvias más intensas, vientos más fuertes e inundaciones más importantes. Los daños son enormes en todo el mundo, así como las perturbaciones y pérdidas de vidas humanas”, señalaron en un comunicado de prensa.

El otro factor que influyó en el récord del 2023 fue El Niño. El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno climático natural que involucra la interacción entre la atmósfera y el océano en la región del Pacífico ecuatorial. Se manifiesta a través de dos fases principales: El Niño (fase cálida) y La Niña (fase fría). Estas fases tienen un impacto significativo en los patrones climáticos globales y pueden influir en las condiciones meteorológicas en diversas partes del mundo.

En abril de 2023, La Niña llegó a su fin y comenzaron a desarrollarse las condiciones de El Niño. La OMM declaró el inicio de El Niño para julio, con su respectivo apogeo pronosticado para diciembre. “Es evidente que el paso de un episodio de La Niña —y su efecto de enfriamiento— a un episodio de El Niño —y su efecto de calentamiento— que se produjo a mediados de 2023 ha influido en el aumento de la temperatura del año pasado. Los efectos de El Niño en las temperaturas mundiales suelen ser más intensos después de que el episodio haya alcanzado su apogeo, por lo que 2024 podría ser aún más caluroso”, explicó la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.

Asimismo, Saulo continuó: “Aunque El Niño es un fenómeno de origen natural que se produce cíclicamente, el cambio climático a más largo plazo se está intensificando y ello se debe inequívocamente a la actividad humana”.

El comentario deviene a razón de que El Niño no explica por sí solo el aumento de las temperaturas en la superficie de los océanos a escala global en 2023, ya que las elevadas TSM fuera del Pacífico ecuatorial –según C3S- contribuyeron significativamente al récord de las TSM mundiales. Además, los récords de temperaturas en el segundo semestre del año ocurrieron antes del apogeo de El Niño.

“Comenzamos con La Niña, fenómeno que se da en el Pacífico tropical. Estuvo hasta abril. Y luego, en mayo, comenzamos a ver el desarrollo de El Niño, la fase cálida de ese ciclo, que normalmente afecta las temperaturas del año siguiente, lo que nos lleva a 2024. Pero lo que vimos en 2023 fue que las temperaturas a nivel mundial parecieron aumentar con el evento de El Niño de una manera mucho mayor de lo que jamás habíamos observado”, mencionó Schmidt.

“Las tendencias a largo plazo las comprendemos: están siendo impulsadas por los gases de efecto invernadero (GEI), por los efectos antropogénicos. Prevemos que continuarán, década tras década, hasta que dejemos de emitir GEI a la atmósfera, lo cual aún no hemos hecho. Pero lo que pasó en 2023 fue eso, y luego algo más. Y ese algo más es mucho mayor de lo que preveíamos, o de lo que podemos explicar por el momento”, agregó el científico de NASA.

“Quizás El Niño sea suficiente (para explicar el récord), pero si observamos todos los eventos anteriores de El Niño, ninguno ha provocado esto. Entonces, o éste es muy especial o la atmósfera reacciona de manera muy diferente. O algo más está pasando”, continuó.

Y esto conduce a hablar de cómo estuvo la concentración de GEI en 2023. Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono y metano siguieron aumentando hasta alcanzar niveles de 419 partes por millón (ppm) y 1.902 partes por billón (ppb), respectivamente. Así, y según C3S, las concentraciones de  dióxido de carbono fueron 2,4 ppm superiores a las de 2022, mientras que las concentraciones de metano se incrementaron en 11 ppb.

“El calentamiento excepcional que estamos experimentando no es algo que hayamos visto antes en la historia de la humanidad. Está impulsado principalmente por nuestras emisiones de combustibles fósiles”, declaró Schmidt.

Sospechosos usuales

Las altas concentraciones de GEI pudieran encontrar explicación  en las emisiones globales derivadas de la quema de combustibles fósiles.

Según Global Carbon Budget 2023, las emisiones de dióxido de carbono provenientes de la quema de combustibles fósiles fueron de 36.800 millones de toneladas en 2023, un 1,1% más que en 2022; mientras que las emisiones totales –que contabilizan tanto las provenientes de combustibles fósiles como las resultantes del cambio de uso del suelo- fueron 40.900 millones de toneladas.

“Esta última cifra es similar a la de 2022 y forma parte de una ‘meseta’ de 10 años, lejos de la drástica reducción de emisiones que se necesita urgentemente para cumplir los objetivos del Acuerdo de París”, destacó el equipo detrás del estudio, compuesto por investigadores de la Universidad de Exeter, la Universidad de East Anglia, el Centro CICERO de Investigación Climática Internacional, la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich y otras 90 instituciones de todo el mundo.

Asimismo, el estudio prevé que los niveles atmosféricos de dióxido de carbono hayan alcanzado una media de 419,3 ppm en 2023, un 51% por encima de los niveles preindustriales.

Los investigadores también calcularon el presupuesto de carbono restante antes de que se supere el límite de temperatura de 1,5 °C de forma constante durante varios años, no sólo durante un año. Con el nivel actual de emisiones, se calcula que hay un 50% de probabilidades de que el calentamiento global supere los 1,5 °C de forma constante en unos siete años.

Los sumideros ya no aguantan

Cerca de la mitad del dióxido de carbono emitido es absorbido por ecosistemas terrestres y oceánicos, el resto permanece en la atmósfera. Sin la labor desempeñada por estos sumideros, el calentamiento sería aún mayor.

Según los autores del Global Carbon Budget, la fase cálida del ENOS, que comenzó a mediados de 2023, tendría efecto en estos sumideros terrestres.  Estos absorbieron 10.400 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en 2023, una cifra muy inferior a la de años anteriores cuando capturaron una media de 12.300 millones de toneladas.

“En los años de El Niño, los sumideros terrestres se debilitan porque regiones como el Amazonas y el sudeste asiático se ven afectadas por sequías e incendios”, explicó Julia Pongratz, autora del estudio e investigadora de Ludwig-Maximilians-Universität München.

Por su parte, los investigadores consideran que – tras tres años consecutivos de La Niña en que los sumideros oceánicos no aumentaron su captación- la absorción de dióxido de carbono por parte de los océanos haya aumentado hasta los 10.600 millones de toneladas.

Sin embargo, los océanos sufren las consecuencias de este servicio que prestan en cuanto a desoxigenación, acidificación y blanqueamiento coralino.

¿2024, aún más caliente?

La OMM lo cree así, ya que el apogeo de El Niño apenas inició en diciembre y, por tanto, su impacto directo se sentirá en los próximos meses.

Por su parte, NOAA proyectó que existe una probabilidad de tres de que 2024 sea más cálido que 2023 y un 99% de que este año se sitúe entre los cinco más cálidos de los registros.

Para la oficina Meteorológica de Reino Unido y la Universidad de East Anglia, se prevé que la temperatura mundial en 2024 se sitúe entre 1,34 °C y 1,58 °C (con una estimación promedio de 1,46 °C) por encima de la media del periodo preindustrial (1850-1900): haciendo de este año el undécimo de manera consecutiva en que las temperaturas habrán alcanzado al menos 1°C por encima de los niveles preindustriales.

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