Debido al fenómeno El Niño y las condiciones secas que experimenta el país, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) tomó la decisión de alquilar dos plantas térmicas por $82 millones para compensar los bajos niveles en sus embalses, los cuales no podrán producir energía hidroeléctrica para satisfacer el total de la demanda eléctrica nacional.

Frente a esta situación, ¿por qué no optar por energía solar o eólica en vez de alquilar plantas térmicas que dependen de combustibles fósiles y su uso incrementa las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)? Es más, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) avisó desde marzo del 2023 que se venía un evento de El Niño, por lo que expertos —consultados por Ojo al Clima— argumentan que sí hubo tiempo para la construcción de estas plantas (en promedio, la construcción de una nueva planta solar demora 12 meses y una eólica 18 meses).

Sin embargo, los mismos expertos señalan como responsables a las administraciones anteriores, ya que consideran que se debieron preparar mejor y prever que la demanda iba a aumentar cuando el El Niño volviera (el evento anterior data de 2015-2016). Y también advierten a la actual administración para que planifique con miras al próximo evento.

Baja demanda

Irene Cañas, expresidenta del ICE, defiende que, durante su administración (2018-2022), la demanda eléctrica era menor que la producción de las plantas hidroeléctricas, por lo que alguien tendría que pagar por ese excedente de energía y no había quien la comprara.

El mismo Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un reporte en el que muestra que Costa Rica tiene potencial para generar electricidad a partir de energía solar en prácticamente todo el territorio nacional. En este mismo informe se indica que más bien hay que tener cuidado con la sobreproducción, debido a que el potencial es bastante grande.

Cañas señaló que, mientras ella presidía el ICE, la capacidad instalada rondaba los 3.500 Megavatios (MW) y la demanda máxima no superaba los 1.700 MW. Aunado a esto, comentó que la pandemia provocada por COVID-19 disminuyó aún más la demanda. “Si en ese momento nosotros hubiéramos construido plantas solares, no había a quien venderle esa energía, entonces no había cómo pagarla”, comentó.

A partir de su electrificación, el sector transporte pudo haber sido ese “comprador”. Sin embargo, el crecimiento de la flota eléctrica en el país ha sido modesto frente al total de vehículos que circulan por las calles (1,8 millones de unidades en 2020). Los automóviles eléctricos pasaron de ser 4.007 en 2022 a 10.069 en febrero del 2024, mientras que los vehículos de trabajo —que incluyen camiones de carga liviana, pickup, autobuses, microbuses y camiones pesados— pasaron de 6.526 en 2022 a 13.546 unidades en el segundo mes del 2024.

En este sentido, la expresidenta del ICE aseguró que en ese periodo 2018-2022 no se renovaron contratos de generación privada debido a que no eran necesarios. Sin embargo, sí aclaró que sabían que, cuando la demanda repuntara, debían renovarse esos contratos.

Por otro lado, durante el cuatrienio presidido por Cañas, empezaron a operar distintos proyectos de cooperativas para energía renovable por medio de plantas solares y eólicas. Por ello no se promovieron más contratos, debido a que la energía que había era suficiente.

Frente a la posibilidad de financiar las plantas vendiendo energía eléctrica a otros países, la expresidenta del ICE comentó que toda la región pasaba por la misma situación. Además, Panamá y Guatemala, que eran los mayores compradores, también tenían problemas de sobre instalación.

Roberto Quirós —actual gerente de electricidad del ICE— concuerda con Cañas al señalar que lo ideal hasta hace unos años era utilizar y aprovechar la energía hidroeléctrica al máximo, y que ahora es cuando la energía solar es estratégica.

De hecho, en los planes del ICE está la construcción de proyectos de generación eléctrica con recursos solares, eólicos y biomasa. El objetivo es que entren en operación en los próximos dos años. Las plantas sumarán 412 MW de capacidad y tendrán una inversión estimada de $539 millones.

Desde 2019, el ICE no ha realizado concursos para contratar nuevas plantas eólicas o solares. Imagen con fines ilustrativos. (Foto: Coopelesca/ Conelectricas)

Presente

Para enfrentar los efectos del actual evento de El Niño, el ICE reporta que los embalses se encuentran a niveles mínimos y no tienen energía suficiente para abastecer a todo el país como sí lo han hecho en los últimos años.

Al comparar el mes de enero 2023 con enero de 2024, la producción de energía hidroeléctrica disminuyó un 21,98%; mientras que la demanda de electricidad aumentó, ya que el ICE reporta que hubo una demanda 7,9% mayor respecto a enero anterior. 

Este bajo nivel de los embalses es la justificación detrás del alquiler de las dos plantas térmicas por $82 millones (actualmente sólo una está en operación), cuando el presupuesto era $140 millones. De hecho, en enero del 2024 hubo un aumento de 27.431,78% en la producción de energía térmica con respecto a enero de 2023 (se pasó de 612,9 MWh en 2023 a 168.742,3 MWh en 2024).

Frente al cuestionamiento de por qué energía térmica en vez de eólica o solar, Quirós mencionó que —cuando inició este evento de El Niño— no se contaba con una planificación de proyectos maduros de generación renovable. “El fallo más grande que tuvo Costa Rica durante la administración anterior fue frenar el desarrollo de proyectos de energías renovables. Ni durante la administración de Luis Guillermo Solís o la de Carlos Alvarado se incorporaron proyectos de transmisión ni de generación renovable”, dijo.

Con respecto a por qué el ICE no activó proyectos de plantas eólicas o solares cuando el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) emitió la alerta del actual El Niño, la respuesta de Quirós fue porque el instituto no tenía una carpeta de proyectos y no había planificación madura. 

Por otro lado, Cañas comentó que, cuando se hizo el traspaso de presidencia entre administraciones, se dejó un informe con recomendaciones. “Se dejó previsto que, en el momento que empezara a repuntar la demanda, se aumentará la capacidad instalada, tanto en solar como en eólica. Esa recomendación está en el informe técnico”, manifestó.

La expresidenta del ICE aseguró que la demanda se disparó a finales del 2022 y que la administración actual comenzó a renovar los contratos, pero eso ya estaba previsto.

Asimismo, la exjerarca comentó que se trató de avanzar para que la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) tuviera más flexibilidad a la hora de negociar las tarifas, ya que en ese momento eran altas y se dirigían a plantas que ya habían pagado su inversión. 

Frente a este informe, Quirós aseguró que estas recomendaciones son diferentes a tener un proyecto maduro. Mencionó que dar recomendaciones no es lo mismo que un proyecto en etapa de prefactibilidad y lo suficientemente maduro para pedir financiamiento a instituciones como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

Construcción de plantas

Si bien no había planes para desarrollar plantas eólicas y solares nuevas, expertos consultados por Ojo al Clima adujeron que un año es tiempo suficiente para construir este tipo de proyectos y más con la cantidad de dinero que se utilizó para el alquiler de las plantas térmicas.

Jan Borchgrevink, presidente de la Cámara de Generación Distribuida, dijo que, para la construcción de una planta solar de tipo comercial, el tiempo estimado estaría entre cuatro y ocho meses, dependiendo del tamaño de esta. 

“A escala comercial podemos hablar de 5 MW, eso serían aproximadamente $4 millones. Además, esos $4 millones son inversión en activos. Pero, con esta contratación de arrendamiento de térmicas, no va a quedar ni un sólo dólar de activo”, agregó Borchgrevink.

En cuanto a las plantas eólicas, Enrique Morales, quien es gerente regional de la empresa Hunt Energy Horizons, comentó que las plantas eólicas podrían estar en funcionamiento como mucho en año y medio, pero podría ser menos tiempo.

“Una planta eólica puede estar costando cerca de $2 millones por MW, pero eso es únicamente el costo de instalación. Eso es poner toda la infraestructura y todos los equipos para que la planta opere”, explicó Morales.

Ahora bien, actualmente, debido a la tendencia de las energías renovables en el mundo, estos tiempos se han alargado debido a que la espera para recibir los materiales es prolongada (puede llegar incluso a seis meses, señaló Quirós).

“Hay que tomar en cuenta que hay que comprar los equipos, tanto los eólicos como los solares. En este momento, por la transición energética, todo el mundo está usándolas para cumplir con el Acuerdo de París, por lo que hay una gran demanda. Entonces, en algunos casos hay que hacer fila para que te logren suplir la cantidad de equipos tanto en solar como en eólico”, señaló Cañas.

Quirós comentó que este tipo de proyectos no se construyen de un día para otro. Además, al ser el ICE una institución pública, se necesita una mayor planificación en cuanto a los permisos ambientales y la aprobación del consejo directivo del instituto.

“El ICE está amarrado a cumplir la Ley de Contratación Pública y, para los efectos nuestros, una licitación puede tomar más de 300 días hábiles desde el inicio hasta que se logra adjudicar; mientras que las cooperativas pueden hacerlo con un proceso más simple”, señaló el gerente de electricidad.

Quirós añadió que no hay una sola planta en el país de 5 MW que haya durado seis meses en construirse; más bien se ha tardado hasta tres años en algunos casos, por lo que tener lista una planta de energía solar o eólica en plazos cortos es bastante difícil.

“Lo que tenemos que buscar es el balance entre la firmeza de la energía y el precio más competitivo para atender la demanda”, aseguró.

La geotermia es otra energía renovable que se utiliza en Costa Rica. Sin embargo, los procesos de planificación para nuevos proyectos son más largos y complejos que los requeridos para solar o eólica. (Foto: Nina Cordero)

¿Qué pasó con el concurso del 2023?

Con el objetivo de hacerle frente a El Niño, en mayo del 2023, el ICE intentó hacer un concurso para otorgar contratos de 100 MW de energía solar y 40 MW de energía eólica para así incrementar la participación de estas energías renovables en la matriz eléctrica nacional.

Lamentablemente, ese concurso se suspendió debido a que Aresep no tenía la junta directiva completa. Es por ello que la concesión no pudo hacerse en ese momento.

Morales no considera ese argumento como válido debido a que la concesión se daría en el momento en el que se firmara el contrato, por lo que el desarrollador podría asumir un riesgo y esperar que, para ese momento, la junta directiva de la Aresep ya estuviera completa, pero el ICE detuvo el proceso por completo.

Por su lado, Quirós adujo que el concurso se suspendió también porque la Aresep informó que iban a revisar las bandas tarifarias de energía solar y eólica. Actualmente ya lograron resolver las concesiones, por lo que pueden comenzar con nuevos concursos.

Entonces, ¿por qué sí se pudo alquilar plantas térmicas y no las de fuentes renovables? Desde el ICE aseguraron que estos dos procesos son diferentes, ya que las energías renovables se rigen por la Ley 7200 y estas concesiones se realizan por medio de Aresep.

En cambio, las plantas térmicas funcionan bajo el marco de la Ley 449, debido a que son plantas de alquiler. Entran en la normativa de plantas del ICE, ya que no es energía que se le va vender a la institución sino que se contratan los activos por 36 meses.

Oportunidad

Pensando en la seguridad energética del país, es relevante comenzar a invertir en proyectos de energía eólica y solar, ya que representan un gran complemento para la energía hidroeléctrica. Además, el fenómeno El Niño volverá en algún momento y el país deberá estar preparado para ello.

Resolver estas trabas de planificación representa una gran oportunidad, no solo por el gran potencial que se tiene en el territorio nacional para desarrollar este tipo de proyectos, sino porque el mundo se mueve cada vez más hacia las energías renovables y esto le daría un impulso al país para implementar proyectos de hidrógeno verde, la otra línea de inversión que está ganando terreno a nivel mundial con países como Japón que van a la vanguardia.

Recientes

Busqueda

Seleccione un autor
Suscríbase a nuestro boletín!
Únase a nuestro boletín informativo para obtener las noticias y actualizaciones más recientes de Ojo al Clima.