Si bien se espera que el actual episodio de El Niño termine en el mes de abril para entrar a partir de mayo en “zona neutra”, no lo hará sin antes haber roto récords de temperatura y mostrar condiciones deficitarias de lluvia. En otras palabras, nos espera un abril aún más caliente de lo normal

En marzo se espera que la temperatura esté por encima de un grado en toda la vertiente del Pacífico y el Valle Central, y en el resto del país más de medio grado”, señaló Karina Hernández, meteoróloga del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) a cargo de las proyecciones de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).

Para darse una idea: en el Valle Central, la temperatura podría llegar a un máximo de 21,7°C en abril, cuando lo normal es 20,2°C. Este incremento puede parecer pequeño, pero es un aumento significativo para el planeta.

Por otro lado, Hernández señaló que en el Caribe se espera una condición deficitaria de lluvias, alcanzando incluso un 20% de déficit entre marzo y abril. En cuanto al Pacífico, se prevén escenarios normales, ya que la estación lluviosa puede adelantarse. Esto hará que se equilibre con los niveles de sequía que se han presentado y así la zona se mantendrá dentro de los rangos habituales. Según IMN, se prevé que se origine un evento de La Niña a finales de 2024.

2024 versus 2016

El IMN ya compara El Niño 2023-2024 con el ocurrido en 2015-2016, el cual fue el más caliente en la historia. En esa dupla de años, se rompieron 63 récords de temperatura. No obstante, en la dupla actual se dieron 35 récords nuevos.

A pesar de no romper tantos récords como su antecesor, en el 2023 el calor se expandió por todo el país (incluso por todo el mundo) y se juntó con los vientos calientes que provienen del mar Caribe.

Así se vio el 2023 en términos de la temperatura del aire en superficie. Los datos de ERA5 muestran la anomalía para 2023 con respecto a la media del periodo de referencia 1991-2020.(Créditos: C3S/ECMWF)

Para Hernández, aunque estos números pudieran dar la ilusión de que en El Niño 2015-2016 fue mucho peor que el evento actual, los impactos realmente son muy distintos. La mayor diferencia radica en las zonas afectadas por los aumentos de temperatura.

El Niño 2015-2016 tuvo temperaturas más cálidas y constantes que solo afectaron a la vertiente del Pacífico y Valle Central; mientras que, en 2023, se midieron temperaturas máximas, mínimas y medias más calientes de lo normal en casi todo el territorio nacional.

En el 2015-2016, la temperatura del mar Caribe no estaba tan caliente como hoy en día. Por ello, la vertiente caribeña se encuentra en una condición más cálida de lo que debería estar bajo influencia de El Niño.

“Ha habido una lucha de poderes entre El Niño y estas temperaturas superficiales del mar en el Caribe. Justamente por esa combinación de titanes, es que tenemos esas condiciones tan cálidas y secas en todo el país”, mencionó Hernández.

Preparación

La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) considera que las comunidades prioritarias para lo que resta de El Niño se encuentran en el Caribe y la Zona Norte, esto debido a la escasez de agua.

Lidier Esquivel, jefe de la Unidad de Investigación y Análisis del Riesgo de la CNE, comentó que en la institución se encuentran preocupados por el déficit hídrico que se ha venido acumulando estos últimos meses en estas dos zonas geográficas.

“La Zona Norte y Caribe,  en esta época, suelen estar con lluvias. Deberíamos haber pasado, al menos un tiempo suficiente, para recargar los depósitos de agua, pero eso no ha sucedido hasta el momento. En realidad, este es un comportamiento muy típico de El Niño”, dijo Esquivel.

El funcionario del CNE señaló que se deben involucrar a las comunidades para que sean parte de la solución y esto ha sido agradecido por los locales, quienes lo han recibido de buena manera mediante los comités cantonales de emergencia.

Por parte del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), se ha declarado alerta permanente para la temporada de incendios forestales en este 2024. Esto se debe a que con El Niño los incendios son más propensos a ocurrir dadas las condiciones secas. 

Según datos del SINAC, en el 2015 —año influenciado por El Niño— hubo 40.349,87 hectáreas perdidas a causa del fuego. Esta experiencia anterior tiene a los bomberos forestales en alerta, ya que la cantidad de área boscosa afectada por los incendios forestales durante El Niño tiende a aumentar. Por ello, el MINAE solicita a la población prevenir la ocurrencia de este tipo de incendios.

Desde el IMN, Hernández insta a la población a mantenerse informada con los sistemas de alerta temprana que se tienen sobre ENOS. En este sentido, la experta recomienda seguir esta información con meses de anticipación para así tener una mejor toma de decisiones.

El IMN publica el pronóstico estacional en su sitio web y, mensualmente, se sube un video al canal de Youtube que explica las condiciones meteorológicas.

“Mientras más claro tengamos que pasa con El Niño o La Niña, mejor podemos tomar decisiones para adaptarnos. Entonces, informarse —pero también estudiar las potenciales afectaciones en cada sector productivo— es esencial para saber cómo podemos adaptarnos”, concluyó Hernández.

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