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Las causas del cambio climático
El planeta ya ha pasado por otros “cambios climáticos”. La glaciación Würm, también llamada Edad de Hielo, fue uno de ellos y el Holoceno, período que inició hace 11.000 años, también.
Sin embargo, y contrario a lo que sucedió en el pasado, el actual cambio climático se debe a la acción del ser humano. En su último ciclo de evaluación, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) asegura que es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra a un ritmo sin precedentes en, al menos, los últimos 2.000 años; produciendo cambios rápidos y generalizados.
La liberación extraordinaria de gases de efecto invernadero (GEI) empezó en la Revolución Industrial (a partir de 1750), cuando la humanidad vio en los combustibles fósiles (carbón, gas natural y petróleo) una fuente de energía accesible y fácil de almacenar.
De hecho, la quema de combustibles fósiles es responsable de aproximadamente el 65% de las emisiones de gases que atrapan el calor en la atmósfera. El 35% restante procede de la deforestación, la agricultura y la descomposición de residuos orgánicos, entre otros.
De hecho, el uso de combustibles fósiles está impulsando abrumadoramente el calentamiento global. La infraestructura existente de combustibles fósiles podría agotar por sí sola el presupuesto de carbono restante (emitiendo 660 gigatoneladas de carbono equivalente o GtCO₂ en comparación con el presupuesto de 510 GtCO₂ restante para limitar el calentamiento a 1,5°C sin exceso o con un rebasamiento limitado).
Huella de carbono
El calentamiento que está experimentando el planeta es el resultado de las emisiones históricas y actuales, así como desiguales, derivadas del uso insostenible de la energía, el cambio en el uso del suelo, los estilos de vida y los patrones de consumo y producción.
Para calcular la cantidad de GEI emitidos a la atmósfera y secuestrados por ecosistemas naturales durante un período determinado, los países realizan un inventario nacional cuyo resultado final es un perfil de emisiones y fuentes de emisión.
Ese inventario sigue las directrices del IPCC y sirve como una herramienta de monitoreo con dos propósitos: sustentar la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas en pro de reducir la huella de carbono, pero también sirve para ir midiendo los avances de las acciones que el país ha tomado.
En el caso de Costa Rica, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) es el encargado de realizar el inventario nacional. Para ello, estima las emisiones de cuatro sectores: Energía (incluye electricidad y transporte), Procesos Industriales y Uso de Productos (IPPU, por sus siglas en inglés), Agricultura, Forestal y otros usos de la tierra (AFOLU, por sus siglas en inglés) y Residuos.
Para cada uno de esos sectores se calculan las emisiones de dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄), óxido nitroso (N₂O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos volátiles diferentes del metano (NMVOC) y dióxido de azufre (SO2). Adicionalmente se evalúa el carbono negro.
El IMN calculó las emisiones del 2017, año más reciente del que se tiene inventario. Las emisiones netas ese año fueron de 14.477,6 GgCO₂ excluyendo al sector forestal, el cual contribuye a capturar el 20,5% de las emisiones brutas del país. Si se toma en cuenta esta contribución del sector forestal, entonces las emisiones netas fueron de 11.509,2 GgCO₂.
Por tipo de gas, se emitieron 5582,6 Gg de dióxido de carbono neto, 204,5 Gg de metano, 3,21 Gg de óxido nitroso, 0,36 Gg de hidrofluorocarbonos y 0,00002 Gg de hexafluoruro de azufre.
Si se toman los datos por sector, el sector que más emite es Energía y, dentro de este, el subsector de transporte. Las emisiones totales del sector Energía para 2017 fueron 7.981,6 GgCO₂, lo que corresponde a un aumento de 1,4% con respecto a 2016 y 176,2% desde 1990.
El inventario nacional 1990-2017 se puede consultar:
https://cambioclimatico.go.cr/wp-content/uploads/2022/06/InventarioGEI2017.pdf
55,1%
Energía
Dentro del sector Energía, el transporte representa el 75,4% de las emisiones y, por ende, significa el 41,55% del total de emisiones nacionales del 2017. De hecho, el transporte es el subsector que más ha crecido en emisiones desde 1990, con un aumento del 243%.
20,5%
Agricultura
El segundo sector con mayores emisiones es agricultura, pero también es el sector que más ha reducido sus emisiones desde 1990: pasó de representar 45,7% de las emisiones (excluyendo FOLU) en 1990 a 20,5% en 2017, debido a reducciones en el hato ganadero. La mayor parte de las emisiones en agricultura (62,3%) se debe a la fermentación entérica que deviene del proceso de digestión del ganado.
14,8%
Residuos
En cuanto a residuos, el tercer sector con una huella de carbono abultada, las emisiones derivadas de la eliminación de desechos sólidos representan el 56,34% del total de este sector.
9,6%
Minerales
Por último, en el sector IPPU, la industria de los minerales es la que más aporta, seguida de la categoría de productos sustitutos de las sustancias que agotan la capa de ozono como los hidrofluorocarbonos (HFCs) en refrigeración y aire acondicionado, aerosoles, entre otros. De hecho, los refrigerantes y el aire acondicionado emitieron 633,7 GgCO₂ en 2017.