Un reporte del grupo científico de la ONU estima que, para el 2050, alrededor de 350 millones de personas adicionales serían afectadas por olas de calor, un número mayor a la población de México y Brasil juntas.
Así lo revela el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, en inglés), en un reciente informe publicado este 8 de octubre. Este estudio tiene como propósito evaluar los impactos que tendría el aumento en la temperatura previsto por el Acuerdo de París.
Según este estudio, incluso en el mejor escenario posible (un aumento de 1.5º celsius desde la época preindustrial), la cantidad de megaciudades expuestas a temperaturas extremadamente altas se duplicaría.
El impacto de estas temperaturas extremas afectaría especialmente a las poblaciones de menor ingreso a través de pérdidas agrícolas, precios más altos de comida, migraciones y efectos adversos en la salud, de acuerdo con el reporte.
Según el investigador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y coautor del reporte, Diarmid Campbell-Lendrum, una de las principales razones para actuar contra el cambio climático es el impacto que tendría en la salud pública.
“El reporte deja claro que, cuanto menor sea el calentamiento, mejor será el estado de la salud (de la población mundial). Conforme pasamos los 1.5º C, los 2º C o aún más los riesgos de salud se multiplican”, indicó el investigador en un comunicado.
No obstante, incluso en el mejor escenario proyectado por el reporte, los efectos del calentamiento en la salud pública serían negativos, según indicó una de las investigadoras principales del estudio, Kristie Ebi a Ojo al Clima.
“Se espera que este cambio de temperatura tenga consecuencias negativas generalizadas y significativas para la salud humana, que afecten de manera desproporcionada a los pobres y desfavorecidos. Este informe subraya la necesidad de mayor ambición política en los esfuerzos de adaptación y mitigación”, aseguró Ebi.
De acuerdo con la investigadora, debido a que parte del calentamiento será inevitable, los sistemas de salud deben transformarse rápidamente para ser resistentes a los efectos del cambio climático.
“Los sistemas de salud pública tienen que manejar las reducciones proyectadas en la calidad y seguridad de los alimentos, falta de acceso a agua, frecuencia de determinados eventos climáticos y cambios en el rango geográfico de enfermedades como la malaria y el dengue”, explicó la autora del estudio.
Solo en España, las olas de calor causaron más de 13 mil muertes entre el 2000 y el 2009 de acuerdo con datos del Instituto de Salud Carlos III.
Ahora, el informe del IPCC jugará un rol importante cuando los países de la ONU se reúnan en diciembre en la COP 24, una reunión diplomática donde se revisarán los esfuerzos para reducir emisiones.
Ahí, los 197 países firmantes del Acuerdo de París discutirán qué acciones tomar ante las advertencias de la IPCC y qué tan urgente será la acción climática global.