“La evidencia científica acumulada es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier retraso adicional en la acción global concertada y anticipada sobre la adaptación y la mitigación perderá una breve y rápida ventana de oportunidad para asegurar un futuro habitable y sostenible para todos”, se lee en el Resumen para Tomadores de Decisiones del más reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), titulado Cambio Climático 2022: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad.
Es la primera vez que el IPCC califica de “inequívoca” la amenaza del cambio climático y la urgencia de la acción.
Este informe –que reúne a 270 autores de 67 países- evalúa los impactos que el cambio climático está teniendo sobre los ecosistemas y las personas, considerando tanto sus vulnerabilidades como su capacidad de adaptación a los cambios. En este sentido, se destacan los riesgos que las emisiones futuras suponen para los seres humanos y el medioambiente, y analiza las vulnerabilidades de las distintas regiones y sistemas naturales.
“Las acciones a corto plazo que limitan el calentamiento global a cerca de 1,5°C reducirían sustancialmente las pérdidas y daños previstos relacionados con el cambio climático en los sistemas humanos y los ecosistemas, en comparación con niveles de calentamiento más altos, pero no pueden eliminarlos todos”, se destaca en el informe.
Con las políticas actuales de los gobiernos, las emisiones provocarán un aumento de la temperatura entre 2,6°C y 2,7°C para 2100. Si los gobiernos refuerzan estas políticas para cumplir los compromisos que han asumido de reducción de emisiones a corto plazo, el aumento de la temperatura sería de unos 2,3-2,4°C.
Más allá de la imagen del oso polar, los impactos del cambio climático ya se observan y son palpables en temas como alimentos, agua, salud y ciudades
Alimentos
Si bien la productividad agrícola a nivel general ha aumentado, el cambio climático ha frenado este crecimiento en los últimos 50 años. Los impactos negativos se produjeron principalmente en las regiones de latitud media y baja. Según el IPCC, los mayores impactos se observan en África, Asia, América Central y América del Sur, las pequeñas islas del Pacífico y el Ártico.
Asimismo, el aumento de los eventos extremos ha afectado la producción y disponibilidad de alimentos, especialmente para las personas más pobres, exponiendo con ello a millones a inseguridad alimentaria.
El calentamiento y la acidificación de los océanos también han afectado negativamente la producción de alimentos procedentes de la acuicultura y la pesca de mariscos en algunas regiones oceánicas.
Conjuntamente, las pérdidas repentinas de producción de alimentos y acceso a los mismos, agravadas por la disminución de la diversidad de la dieta, han aumentado la malnutrición en muchas comunidades, especialmente en los pueblos indígenas, los pequeños productores de alimentos y los hogares de bajos ingresos. Los principales afectados son los niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.
La producción de alimentos y la seguridad alimentaria se verán amenazadas incluso por un pequeño incremento de la temperatura, el cual agravaría las olas de calor (también las haría más frecuentes), sequías e inundaciones, junto con la subida del nivel del mar.
Con un aumento por encima de 1,5°C en la temperatura media del planeta, se incrementaría el riesgo de pérdidas simultáneas de las cosechas de maíz en diferentes regiones productoras de alimentos, lo que amenazará las cadenas de suministro a nivel mundial. Los riesgos aumentarán aún más con un mayor calentamiento.
Si el calentamiento alcanza los 2°C, ya no será posible cultivar productos básicos en muchas zonas, especialmente en los trópicos, sin medidas de adaptación que no están disponibles actualmente.
La polinización y la salud del suelo se verán debilitadas por un mayor calentamiento, y las plagas y enfermedades agrícolas se extenderán.
Agua
Los riesgos en la disponibilidad del agua y los peligros relacionados con esta seguirán aumentando a mediano y largo plazo en todas las regiones evaluadas, con un mayor riesgo en los niveles más altos de calentamiento global.
Según los autores del IPCC, la disponibilidad de agua se verá sometida a una presión creciente con el aumento de la temperatura. Los habitantes de las islas pequeñas y de las regiones que dependen de los glaciares y del deshielo, por ejemplo, podrían no tener suficiente agua dulce si el calentamiento continúa más allá de 1,5°C.
De hecho, aproximadamente la mitad de la población mundial sufre actualmente una grave escasez de líquido durante, al menos, una parte del año debido a factores climáticos y no climáticos.
Los impactos bajo un escenario de 2°C revelan que la disponibilidad de agua para el riego disminuirá en algunas cuencas fluviales dependientes del deshielo hasta en un 20%. La pérdida de masa de los glaciares a nivel mundial, disminuirá la disponibilidad de agua para la agricultura, la energía hidroeléctrica y los asentamientos humanos a mediano y largo plazo.
Estas previsiones se agravarían con un calentamiento global superior a 2°C. Los aumentos previstos de los daños directos por inundaciones son de 1,4 a 2 veces con 2°C y de 2,5 a 3,9 veces con 3°C, esto en comparación con un calentamiento global de 1,5°C sin adaptación.
Con un calentamiento global de 4°C, se prevé que aproximadamente el 10% de la superficie terrestre mundial se enfrente a aumentos de los caudales fluviales extremos, tanto altos como bajos, en el mismo lugar, con implicaciones para la planificación de todos los sectores de uso del agua.
Salud
Ya existen personas que sufren los efectos del cambio climático en su salud física y mental: el calor extremo está matando y perjudicando a individuos en todo el mundo; los fenómenos extremos están causando traumas; el aumento de la exposición al humo de los incendios forestales está provocando afecciones cardíacas y respiratorias; algunas enfermedades se están haciendo más comunes y se están extendiendo a nuevas zonas.
Una tormenta, sequía o inundación tiene 15 veces más probabilidades de matar a las personas de las regiones más vulnerables, en comparación con las de las regiones menos vulnerables.
Según el informe del IPCC, habrá un aumento significativo de la mala salud y la muerte prematura como resultado de un clima más extremo y olas de calor así como por la propagación de enfermedades.
A nivel mundial, la exposición de la población a olas de calor seguirá aumentando con el calentamiento adicional, con fuertes diferencias geográficas en la mortalidad relacionada con el calor sin medidas de adaptación adicional.
Se prevé que los riesgos de enfermedades transmitidas por alimentos, agua y vectores sensibles al clima aumenten bajo todos los niveles de calentamiento sin adaptación adicional. En particular, el riesgo de dengue aumentará con estaciones más largas y una distribución geográfica más amplia en Asia, Europa, América Central y América del Sur, y África subsahariana, lo que podría poner en riesgo a otros miles de millones de personas para finales de siglo.
También se prevé que los problemas de salud mental, como la ansiedad y el estrés, aumenten con un mayor calentamiento global en todas las regiones evaluadas, sobre todo entre niños, adolescentes, adultos mayores y quienes padecen enfermedades subyacentes.
Ciudades
A nivel mundial, la población en ciudades y asentamientos de baja altitud hará que, según las proyecciones, aproximadamente 1.000 millones de personas corran el riesgo de sufrir peligros climáticos específicos de las costas a mediano plazo en todos los escenarios, incluso en las islas pequeñas.
Ciudades, pueblos y aldeas costeras se enfrentarán cada vez más a los límites de su capacidad de adaptación a medida que el nivel del mar siga subiendo. Junto con el aumento de las lluvias torrenciales, los ciclones tropicales y la sequía, esto obligará a un mayor número de personas a abandonar sus hogares, especialmente en los lugares más vulnerables y con menor capacidad de adaptación.
La población costera expuesta a mega inundaciones aumentará en aproximadamente un 20% si el nivel medio del mar mundial sube 0,15 metros con respecto a los niveles de 2020. Esta población expuesta se duplicará con una suba de 0,75 metros del nivel medio del mar y se triplica con 1,4 metros sin cambios en la población ni adaptación adicional.
Los costos de mantenimiento y reconstrucción de las infraestructuras urbanas, incluyendo la edificación, el transporte y la energía, aumentarán con el nivel de calentamiento global.