Los países de la Unión Europea (UE) cerraron un acuerdo el martes para reducir en un 35% las emisiones de CO2 de los coches nuevos en 2030, pero algunos lamentaron la falta de ambición tras el alarmante informe de los expertos de la ONU sobre el cambio climático. 

"Después de 13 horas de negociaciones, estamos aliviados", declaró a la prensa la ministra austriaca de Medio Ambiente, Elisabeth Köstinger, tras una larga jornada de conversaciones con sus homólogos europeos en Luxemburgo.

Austria, que ocupa la presidencia semestral del Consejo de la UE, obtuvo el voto favorable de 20 de los 28 países para su propuesta de reducir en un 35% las emisiones de CO2 de los coches nuevos en 2030, en comparación con los modelos que se venderán en 2021. En cuanto a las furgonetas, el objetivo será una disminución del 30%.

El compromiso es más ambicioso que el que propuso la Comisión Europea a finales de 2017 (-30% de emisiones medias en 2030), pero está por debajo de la reducción del 40% que votó el Parlamento Europeo a principios de octubre. 

Los Estados miembros iniciarán a partir del miércoles unas negociaciones con los eurodiputados para aprobar la norma que se impondrá a los fabricantes de automóviles.

Las negociaciones fueron especialmente difíciles, sobre todo porque Alemania formaba parte de un grupo, junto con los países del este, que no quería ir más allá de una reducción del 30% de las emisiones. 

"La industria automovilística alemana aboca a la política medioambiental alemana al fracaso, queremos terminar con ello ahora", había declarado por la mañana el secretario de Estado luxemburgués para el desarrollo sostenible, Claude Turmes.

Alemania dio finalmente su visto bueno al texto propuesto por Viena, al igual que Francia, cuyo ministro de Medio Ambiente, François de Rugy, había defendido una reducción del 40%.

Países como Holanda, Luxemburgo e Irlanda, que abogaban por una mayor disminución de las emisiones, votaron sin embargo en contra del compromiso final.

Objetivos "decepcionantes"

"Es un gran paso adelante en la puesta en práctica de nuestros compromisos en el marco de los acuerdos de París", celebró el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete.

El grupo de organizaciones no gubernamentales, Transporte y Medio Ambiente, lamentó, por su parte, unos objetivos "decepcionantes", un día después de la publicación de un informe de expertos de la ONU que piden cambios "sin precedentes" para contener el calentamiento global.

"La Comisión y algunos Estados miembros han retrocedido respecto a su papel de líderes en materia de lucha contra el cambio climático, situando los intereses de los fabricantes de automóviles en primer lugar", criticó Greg Archer, un responsable de esa federación de oenegés.

"Pero esto no ha terminado, las negociaciones con el Parlamento Europeo aún pueden desembocar en un acuerdo ambicioso", dijo.

La reunión de Luxemburgo también permitió a los países de la UE adoptar una posición común para preparar la COP24, la cumbre de la ONU sobre el clima que se celebrará en diciembre en la ciudad polaca de Katowice.

En un texto muy estudiado para convencer a algunos países reticentes, acordaron que la UE estaba "lista (...) para comunicar o actualizar" sus contribuciones nacionales de aquí a 2020 respecto a los objetivos fijados durante la COP21 de París.

La UE se comprometió en la capital francesa a reducir en al menos un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990, en todos los sectores de su economía

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