Para Julio Berdegué, representante en América Latina de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), el cambio climático es como una enfermedad para el sector agrícola.

“En esta era, no tener una estrategia de gestión de riesgo con presupuesto y con instrumentos reales es como criar un niño sin vacunas. Esta es una forma de vacunarnos”, aseguró Berdegué a Ojo al Clima.

El jerarca de la FAO en América Latina compartió su preocupación sobre el tema con varios medios de Mesoamérica el pasado 21 de noviembre en el marco de la Semana de la Alimentación y la Agricultura, celebrada por la FAO en Buenos Aires, Argentina.

Según indicó Berdegué, hacen falta mayores esfuerzos en Centroamérica para resistir los impactos del cambio climático, que amenazan al sector agrícola de toda la región.

“Tenemos en Centroamérica estupendas declaraciones y muy débiles presupuestos. Los países (de la región), con mucha cooperación internacional, han aprobado estrategias y políticas que, a mi juicio, son técnicamente solventes. Lo que necesitamos ahora es que esas políticas muerdan”, dijo el representante regional de la FAO.

Berdegué además señaló que, en esta región, es casi una certeza el impacto de eventos hidrometeorológicos extremos, por lo que los países se arriesgan al no estar suficientemente preparados.

“¿Tenemos alguna duda de que en los próximos años en Mesoamérica va a haber varias sequías u otros eventos extremos? Es un riesgo pero también es una certeza. Tenemos que poner más recursos en esto”

Centroamérica en riesgo

Lo cierto es que Centroamérica es una de las regiones más vulnerables al cambio climático en el mundo, según expertos.

Un reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por ejemplo, muestra que el cambio climático podría llegar a afectar a más de dos millones de personas en la región para el 2030.

Este mismo informe, además, indica que todos los países de la región menos Panamá estarían bajo un alto riesgo por el cambio climático y que Belice, El Salvador y Honduras serían los más amenazados.

Una muñeca quedó olvidada en un hoyo de un campo afectado por la sequía en Honduras.(Créditos: AFP)

Esto sería por una combinación de factores. En primer lugar, estos países están localizados en el corazón del Corredor Seco Centroamericano, muy propenso a las sequías. Además, son sumamente dependientes del agro, una actividad que sería altamente vulnerable al cambio climático.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, el rendimiento de los principales cultivos en esta región podría caer hasta en un 20%. Esto sería un duro golpe para países como El Salvador, donde más de la mitad de la población depende económicamente de producción agrícola.

Al final, el cambio climático podría causar migraciones masivas en la región, especialmente por parte de campesinos en busca de mayores oportunidades económicas. Un estudio del Banco Mundial estima que Centroamérica podría tener hasta 2 millones nuevas personas migrantes para el año 2050.

Adaptar la región

De acuerdo con Berdegué, sería urgente adaptar el agro de Centroamérica al cambio climático y, de esta forma, tratar de reducir al máximo las pérdidas de este sector.

Si bien, de acuerdo con el representante regional de la FAO los presupuesto gubernamentales no están siendo suficientes, proyectos importantes de cooperación internacional se han destinado a la región.

El proyecto RECLIMA en El Salvador, por ejemplo, recibió más de $78 millones por parte del Fondo Verde del Clima. En Costa Rica, la contribución de este fondo superó los ₡1.000 millones para adaptar las municipalidades al cambio climático.

De acuerdo con Berdegué, además de robustecer los presupuestos de adaptación, es necesario desincentivar otras actividades como la deforestación, la cual, más bien, desprotege a las comunidades de los eventos extremos.

“Creo que no pasa una temporada de lluvias sin que uno lea sobre dos o tres de estas tragedias. Hay que impedir que sigan talando y que sigan dejando desnudos los suelos de estas cuencas, donde terminan personas muertas”, aseguró el representante regional de la FAO.

El jerarca de la FAO  para América Latina también aseguró que es importante velar por el crecimiento económico en la región.

“No hay erradicación del hambre, no hay erradicación de la pobreza, no hay reducción del riesgo sin crecimiento económico. Es cierto que el crecimiento no resuelve todo pero sin él es imposible que los países tengan los medios para hacer estas cosas”, señaló Berdegué.

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