Entre noviembre y diciembre de 2022,  unos 90 buzos voluntarios contribuyeron a trasplantar más de 900 colonias de coral del género Pocillopora y, con ello, ayudar a restaurar los ambientes marinos del Golfo Dulce en el Pacífico Sur, playa Blanca y Sámara en Guanacaste, así como playa Blanca en Punta Leona, ubicada en Garabito de Puntarenas.

Este trasplante masivo formó parte de la última edición de Coralmanía, una actividad anual que surgió en República Dominicana en el 2016, la cual tiene como objetivo restaurar los arrecifes de coral por medio de trasplantes coralinos masivos.

Actualmente, y desde 2021, Costa Rica y Honduras también forman parte de Coralmanía. Los trasplantes se realizan en el marco de los distintos proyectos de restauración coralina que ya funcionan en los territorios.

Cada año, los tres países se unen en esta actividad para darle más visibilidad a la labor de restauración y que, de esta manera, más voluntarios se quieran unir a los esfuerzos.

Golfo Dulce fue uno de los sitios donde se realizó Coralmanía 2022.(Créditos: GIZ Costa Rica)

Coralmanía 2022

El objetivo de la actividad era restaurar más de 6.200 metros cuadrados de arrecife degradado y trasplantar más de 2.800 fragmentos de coral a su ambiente natural, esto a lo largo de los tres países participantes. Costa Rica logró trasplantar unas 900 colonias.

En esta edición, a nivel nacional, participaron tres proyectos de restauración coralina: Scuba Caribe (playa Blanca en Guanacaste), Raising Coral (Golfo Dulce) y Asociación de Proyecto Corales de Playa Samara (playa Sámara en Guanacaste y playa Blanca en Punta Leona).

Además se contó con el apoyo del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), la Universidad de Costa Rica (UCR), el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), MareBlue y los hoteles Riu Guanacaste y Punta Leona. 

Todos los proyectos ticos que participaron en Coralmanía trasplantaron Pocillopora spp, cuya principal característica es su rápido crecimiento. Además, estos corales poseen una forma ramificada, la cual sirve de hogar a los distintos animales marinos y funciona como especie pionera para otros corales.

Restauración de corales

La restauración coralina funciona diferente en cada uno de los proyectos; sin embargo, la base es la misma. Los investigadores recolectan fragmentos de coral para llevarlos a sus respectivos viveros. Una vez que estos crecen, se devuelven al arrecife y, de esta manera, se van restaurando estos ecosistemas marinos.

Los viveros de coral sirven como centros de biodiversidad. Se crean cerca del arrecife, generando como un parche de arrecife natural pero a la vez artificial. Hemos visto que, a nivel de función, son igualmente usados por la vida marina que los arrecifes naturales (un 75%)”, comentó Rita Sellares, bióloga y directora de Fundemar en República Dominicana.

Cada proyecto tiene su propia técnica. No obstante, la importancia de Coralmanía radica en que el conocimiento científico es compartido entre los países participantes y eso permite avanzar juntos en el tema, sobre todo ante desafíos tan complejos como la pérdida de biodiversidad.

La especie de coral trasplantado en Costa Rica fue Pocillopora spp.(Créditos: GIZ Costa Rica)

El cambio climático también afecta a los corales, ya que -debido al aumento en la temperatura del mar- los arrecifes experimentan el blanqueamiento, lo cual  ocurre cada vez más rápido. 

La importancia de los arrecifes radica en la protección de las costas, ya que los corales mantienen la calidad del agua y proveen un hábitat para los organismos marinos. Además, sirven de barreras naturales ante marejadas o tormentas. Asimismo, los arrecifes capturan el dióxido de carbono de la superficie para fijarlo en sus esqueletos, lo cual los convierte en reservas de carbono permanentes.

Debido a este rol y a su vulnerabilidad frente al cambio climático, los proyectos de restauración coralina se hacen necesarios para así garantizar los beneficios que proveen estos ecosistemas a las comunidades.

Alianza entre países

Luego de que el proyecto iniciará en República Dominicana, Costa Rica y Honduras se unieron a Coralmanía por medio de la Cooperación Alemana para el Desarrollo - GIZ. Esto con el objetivo de aumentar la visibilidad de la restauración coralina.

Según Mauricio Solano, coordinador de la iniciativa por parte de GIZ, la idea inicial era pasar la experiencia de República Dominicana a los otros países. Esto porque, muchas veces, las organizaciones conocen la dinámica de restauración pero no necesariamente saben manejarla en un evento tan grande.

“Después vimos la posibilidad de hacer un solo evento que fuera masivo, entonces pensamos que sería bonito que todo ocurriera de forma simultánea en los tres países y que se transformara en un movimiento que generara más visibilidad”, añadió Solano.

Sellares, por su parte, comentó que -a través de los proyectos de triangulación  que República Dominicana ha tenido con Costa Rica- Fundemar ha aprendido sobre el manejo de fondos para las áreas silvestres protegidas, mientras que ellos han enseñado sobre aspectos concernientes al tema de restauración. 

“Yo creo que este intercambio siempre acaba beneficiando a ambos países, ya que estamos aprendiendo unos de otros continuamente. Todo esto nos hace más fuertes a todos”, señaló Sellares.

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