Si bien la mitigación es muy importante y Costa Rica no va a abandonar sus metas de descarbonización, la adaptación es prioridad. Si la mitigación es global, la adaptación es personal, porque los impactos del cambio climático nos pegan en casa. No adaptarse es una irresponsabilidad y por eso vamos fuertes en temas de adaptación”.

Con esas palabras, el ministro de Ambiente y Energía - Franz Tattenbach- resumió la posición que llevará Costa Rica a la próxima Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) que dará inicio este 6 de noviembre en la ciudad turística de Sharm el-Sheikh, a las orillas del mar Rojo en Egipto.

Tattenbach fungirá como jefe de delegación ante la negativa de viaje por parte del presidente Rodrigo Chaves. La delegación, en su totalidad, está integrada por 45 personas, aunque no todas participarán activamente en las negociaciones. Muchas atenderán actividades temáticas paralelas a las reuniones propias de la CMNUCC.

Los funcionarios de Ambiente y Energía (MINAE), Relaciones Exteriores, Agricultura y Ganadería (MAG), así como la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), son quienes cargarán con el peso de la agenda de negociación en la COP27. “La delegación está compuesta principalmente por funcionarios de gobierno”, comentó Tattenbach y agregó: “muchas personas de Cancillería repiten, no hay consultores en el equipo negociador con excepción de uno o dos”.

Entre los acreditados, y por parte de Sociedad Civil, van personas jóvenes: dos por parte de la Red de Juventudes y Cambio Climático (RJCC) y cinco por parte de The Climate Reality, quienes fueron parte del programa Operación COP – Juventudes Embajadoras por el Clima. Esta es la tercera vez que Costa Rica incorpora a personas jóvenes entre sus delegados.

Temas en agenda

Tras acordarse el reglamento que hará operativo el Acuerdo de París, conocido coloquialmente como Libro de las Reglas, el paso siguiente es la implementación.

Según explicó Carolina Molina, funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores y delegada ante COP27, el año pasado –en el marco de la COP26 en Escocia- se acordó el Paquete de Glasgow. Este consta de una serie de acuerdos entre los países que incluye temas de adaptación y resiliencia así como su financiamiento, además de alinear la reducción de las emisiones con las promesas realizadas ante el Acuerdo de París y el financiamiento necesario para ello. También se señala la reducción progresiva del carbón como fuente energética y las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles.

“Una de las propuestas sobre la mesa es la importancia de doblar el financiamiento en adaptación”, comentó Molina.

Con respecto a pérdidas y daños, que se prevé sea uno de los temas centrales de la negociación, la posición costarricense se suma a la tomada por el buró de ministros del Ambiente de América Latina. “Se buscará el espacio para hablar sobre un fondo específico para pérdidas y daños, separado del financiamiento a mitigación y adaptación”, confirmó Molina.

De manera paralela a la negociación, y en los últimos años, Costa Rica viene liderando dos coaliciones de países que nacieron en el marco de las cumbres del clima con el fin de impulsar temas específicos.

Una de ellas es la Beyond Oil & Gas Alliance (BOGA), más conocida como Coalición BOGA, que nació el año pasado en la COP26 y cuyo fin es eliminar gradualmente la producción de petróleo y gas, esto incluye las fases de exploración, desarrollo y propiamente la producción. Para ello, los miembros núcleo (Dinamarca, Costa Rica, Francia, Gales, Groenlandia, Irlanda, Quebec y Suecia)  ya no darán nuevas concesiones, licencias o rondas de arrendamiento para exploración o producción. También establecerán una fecha para poner fin a la producción en el territorio bajo su jurisdicción.

Durante su primer año, BOGA fue presidida de manera conjunta por Costa Rica y Dinamarca. “Honestamente, Costa Rica no estará tan activo en BOGA, pero no quiere decir que no esté haciendo todo lo que tiene que hacer para eliminar los combustibles fósiles en su país y su consumo”, declaró Tattenbach y añadió: “Seguiremos como miembro, pero no tan activos. Costa Rica no ha cambiado su posición: está prohibida la exploración y explotación de gas y petróleo”.

La otra iniciativa que viene liderando Costa Rica, junto con Francia y Reino Unido, es la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas (HAC, por sus siglas en inglés). Lanzada durante la Pre-COP25, realizada en Costa Rica en octubre de 2019, esta aboga por proteger al menos el 30% del territorio marino y terrestre al año 2030 para así hacerle frente a dos crisis: la climática y la pérdida de biodiversidad.

“En HAC sí llevamos una voz cantante”, dijo Tattenbach y continuó: “llevamos una propuesta grande en el tema de océanos. Hemos ofrecido –junto con Francia- organizar la próxima Cumbre de Naciones Unidas sobre Océanos y la idea es meter cada vez más el tema de océanos en la agenda de cambio climático”.

Como es usual, Costa Rica aprovechará el marco de la COP27 para realizar reuniones bilaterales. El objetivo de este año es buscar aliados para impulsar una iniciativa que desacople las actividades productivas a nivel agrícola con la deforestación y así lograr privilegios de importación y otros mecanismos comerciales con el fin de incentivar la “deforestación cero”.

“No solo es cambio climático. La pérdida de biodiversidad es impulsada por la deforestación”, dijo el ministro de Ambiente y Energía. “De esta manera, estaríamos cumpliendo con los objetivos de dos convenciones: biodiversidad y cambio climático”, aseguró.

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