La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una agencia de las Naciones Unidas, anunció un acuerdo para que el sector alcance la neutralidad en emisiones de carbono en 2050.

Los representantes de los 193 Estados miembros reunidos para la asamblea de la OACI, con sede en la ciudad de Montreal, alcanzaron "un acuerdo histórico sobre un objetivo colectivo ambicioso a largo plazo, de neutralidad de emisiones de carbono para 2050", publicó la OACI en un tuit. "Es un resultado excelente", estimó a la AFP una fuente diplomática europea que precisó que "solo cuatro países, entre ellos China, habían expresado reservas".

El papel del transporte aéreo es clave en la crisis climática. Actualmente responsable de entre 2,5 y 3% de las emisiones globales de dióxido de carbono, el sector está teniendo dificultades para cambiar a energías renovables, incluso cuando la industria aeronáutica y las compañías energéticas están trabajando en eso.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) dijo que las aerolíneas están "fuertemente alentadas" por la adopción del objetivo climático, un año después de que la organización respaldara la misma posición en su propia reunión general. "Esperamos iniciativas políticas mucho más sólidas en áreas clave de descarbonización, como incentivar la capacidad de producción de combustibles de aviación sostenible",
comentó el director general de la IATA, Willie Walsh.

Según las aerolíneas, crear una aviación libre de emisiones de carbono implica 1,55 billones de dólares de inversión entre 2021 y 2050.

"La comunidad mundial de la aviación da la bienvenida a este acuerdo histórico", expresó Luis Felipe de Oliveira, director del Consejo Internacional de Aeropuertos, que representa a 1.950 aeropuertos en 185 países. "Este es un momento decisivo en el esfuerzo por descarbonizar el sector de la aviación, ya que tanto los gobiernos como la industria ahora van en la misma dirección, con un marco de política común", destacó en un comunicado.

Un acuerdo no vinculante

El acuerdo, sin embargo, estuvo lejos de satisfacer a algunas organizaciones no gubernamentales que lamentaron que no fuera lo suficientemente lejos y que no sea legalmente vinculante.

Los aviones atraen críticas particularmente agudas porque solo alrededor del 11% de la población mundial vuela cada año, según un estudio de 2018. Además, la mitad de las emisiones de las aerolíneas provienen del 1% de los viajeros que más vuelan, precisó.

"Este no es el momento del Acuerdo de París de la aviación. No pretendamos que un objetivo no vinculante reduzca la aviación a cero" emisiones de carbono, afirmó Jo Dardenne, de la ONG Transporte y Medio Ambiente. El activista también expresó su decepción por los ajustes considerados por los delegados al esquema de reducción y compensación de carbono del sector, conocido como CORSIA.

Durante la reunión de 10 días, Rusia también buscó, pero no logró, obtener los votos suficientes para ser reelegido al consejo de gobierno de la organización de la ONU, responsable de garantizar el cumplimiento de las normas de aviación. Moscú fue acusada de infringir las normas internacionales al no devolver cientos de aviones que ha arrendado, como exigen las sanciones que le fueron impuestas tras la invasión de
Ucrania en febrero.

La reunión general de la OACI fue la primera desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, que puso de rodillas a la industria de la aviación. En 2021, la cantidad de pasajeros de aerolíneas fue solo la mitad de los 4.500 millones de 2019, lo que marca un repunte del 60% respecto a 2020. El sector espera en 2022 alcanzar el 83% de sus niveles de clientes de hace tres años y volver a ser rentable el próximo año.

La era de la aviación eléctrica se acerca, pero no tan rápido

Recientes ensayos de vuelo sugieren que la era de los aviones eléctricos está cada vez más cerca, aunque expertos en aviación advierten que llegar a usos comerciales depende de los marcos regulatorios, para los que no existe un plazo determinado.

La empresa Eviation Aircraft completó con éxito un vuelo de prueba en el oeste de Estados Unidos, en el estado de Washington, con su avión "Alice", que planea empezar a entregar a las aerolíneas en 2027. La compañía le pisa los talones a Icelandair, que realizó en agosto pasado un vuelo tripulado en el que transportó, entre otros pasajeros, al presidente de Islandia y a su primer ministro.

Además de las ventajas de eliminar las emisiones de dióxido de carbono, el transporte en esta clase de aparatos genera menos ruido que un avión tradicional y también suprime el uso de combustible para aviones, uno de los mayores gastos de la industria aérea.

Es una "nueva era para la aviación", dijo con entusiasmo el director ejecutivo de Eviation, Gregory Davis, tras el vuelo de prueba, y agregó que es un vistazo de lo "accesible, limpia y sostenible que suena y se ve la aviación".

Sin embargo, se necesitarán aún muchos años antes que se convierta en una realidad, acuerdan analistas consultados por la AFP, en parte por la incertidumbre sobre qué tan rápido las autoridades de seguridad aérea darán luz verde a una compañía sin historial operativo.

Eviation está "dando pasos en terreno desconocido sobre cómo certificar y das soporte a aeronaves eléctricas", dijo Glenn McDonald, consejero principal de la consultora AeroDynamic Advisory.

Mientras el plazo para el avión de Eviation "puede ser realista", McDonald resalta que la FAA tiene un enfoque extremadamente cauteloso para las certificaciones desde los accidentes de los modelos Boeing 737 MAX en 2018 y 2019. Hasta ahora el modelo biplaza Velis Electro es el único avión eléctrico con autorización de servicio, tras la certificación de la agencia de seguridad aérea de la Unión Europea en 2020.

Michel Merluzeau, director de análisis aeroespacial y de defensa en la consultora AIR, dijo que es más realista un plazo a finales de esta década, en vez de 2027, para el mercado estadounidense. "Fundamentalmente, aún es muy pronto", piensa Merluzeau, añadiendo que la FAA solo aprobará aeronaves después de ensayos exhaustivos.

Muchas pruebas por venir

La prueba de vuelo del prototipo "Alice" de Eviation duró ocho minutos, con un registro de altitud de 1.065 metros. La compañía planea producir un avión de carga de seis plazas, una versión "ejecutiva" así
como un modelo de transporte de nueve pasajeros para vuelos de unos 460 kilómetros. Estos tendrán casi el mismo tamaño y peso que el prototipo pero con una tecnología de batería más avanzada.

Global Crossing Airlines Group, una compañía aérea basada en Miami, se comprometió a comprar 50 aviones, los cuales prevé que vuelen entre Florida, las Bahamas y el Caribe. Para su director financiero, Ryan Goepel, el interés es sobre todo el ahorro de combustible. "Consideramos esta aeronave como un producto en fuerte demanda y con un costo de explotación muy bajo", afirmó a la AFP.

Davis aseguró que el siguiente paso es analizar los datos del vuelo, y la compañía espera empezar las pruebas de la FAA en 2025, y en ese mismo año la producción comercial.

La agencia de aviación estadounidense no quiso pronunciarse en el caso específico de Eviation pero subrayó que, "de manera general, la FAA puede certificar estas nuevas aeronaves usando su esquema reglamentario existente".

"Algunas certificaciones podrían obligar a la FAA a emitir condiciones especiales o criterios de navegabilidad adicionales, según el tipo de proyecto", explicó un portavoz.

Establecer condiciones especiales es una respuesta típica de la FAA cuando se trata de nuevas tecnologías, pero estos procesos "pueden tomar algún tiempo", subrayó Waruna Seneviratne, del instituto nacional de investigación aeronáutica de la universidad de Wichita. Sin duda, la FAA va a querer hacer numerosas pruebas antes de dejar abordar a pasajeros, avanzó el especialista.

El hecho de que "Alice" sea un aparato completamente nuevo y no un aparato existente equipado con baterías eléctricas, como fue el caso de la aeronave de Icelandair, representa una tarea "increíblemente compleja" para la FAA y va a ser costoso.

"¿Cómo sobrevivir suficiente tiempo como empresa cuando se sabe que la certificación va a tomar mucho tiempo?", se preguntó Merluzeau.

En la actualidad, Eviation es apoyada por Clermont Group, un grupo privado de inversión de Singapur dirigido por Richard Chandler, cuya fortuna es estimada por Forbes en 2.600 millones de dólares. Un portavoz de Eviation dijo que la compañía "buscará financiación adicional con miras a la certificación y producción".

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