China confirmó este martes su compromiso de limitar sus emisiones de CO2 para 2030, como contribución a la Conferencia Mundial sobre el Clima que tendrá lugar en París en diciembre, con motivo de una visita del primer ministro chino a Francia.
China, el país más contaminador del mundo, se ha fijado como objetivo "alcanzar el pico de sus emisiones de CO2 hacia 2030, esforzándose para alcanzarlo antes", indicó en un comunicado la delegación de Pekín que acompaña al jefe de gobierno, Li Keqiang.
Pekín pretende asimismo "llevar el porcentaje de energías no fósiles en el consumo energético primario al 20%".
Además, el gigante asiático desea "aumentar (su) reserva forestal en 4.500 millones de metros cúbicos respecto a 2005", siempre según la delegación china en París.
El anuncio del martes encaja con los objetivos ya manifestados por Pekín en noviembre de 2014, en una declaración común con Estados Unidos.
En aquel momento, las autoridades chinas fueron criticadas por la imprecisión del término "en torno a 2030" en lo referido a su pico de emisiones. Algunos lo interpretaron como un derecho que se arrogaba Pekín para seguir incrementando sus emisiones otros 16 o 17 años, incluso más.
"China despliega los máximos esfuerzos para luchar contra el cambio climático" y "asume su responsabilidad para participar en profundidad el desarrollo compartido por la humanidad", aseguró el martes Li Keqiang, citado en el comunicado.
El primer ministro chino transmitió al presidente François Hollande su voluntad de llegar a "un acuerdo global, equilibrado y ambicioso" de reducción de las emisiones de gas con efecto invernadero en diciembre en París.
Li inició el martes una visita de tres días a Francia, la primera de un jefe de gobierno chino en casi una década, en respuesta a un viaje anterior de su homólogo francés, Manuel Valls, el pasado diciembre.
Se espera que durante su estancia en Francia, se firmen más de medio centenar de acuerdos de cooperación y contratos por valor de miles de millones de euros, una muestra de que las relaciones económicas bilaterales entre ambas potencias se encuentran "en su mejor nivel histórico", según París.