Dos años después de la histórica firma del Acuerdo de París, la capital francesa acoge este martes una cumbre para acelerar la financiación contra el cambio climático, todavía muy insuficiente, pero indispensable para hacerle frente.
¿Cómo orientar las inversiones hacia las energías renovables? ¿Cómo ayudar a los países en desarrollo? A estas preguntas tratará de responder la cita, coorganizada por la ONU y el Banco Mundial y propuesta por el presidente francés Emmanuel Macron tras el anuncio de Donald Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo climático.
Medio centenar de jefes de Estado y de gobierno asistirán a la cumbre, entre ellos el mexicano Enrique Peña Nieta, el español Mariano Rajoy, el boliviano Evo Morales, la británica Theresa May y varios presidentes africanos.
En cambio, grandes países emisores de gases de efecto invernadero estarán representados a un nivel inferior, ministerial por ejemplo en el caso de China e India.
DiCaprio, en primera línea
Estados Unidos enviará a un encargado de la embajada, aunque responsables políticos, empresas y fundaciones estarán presentes para defender que el país "sigue ahí", pese a la retirada decidida por Trump.
También son esperados grandes financiadores públicos y privados, ONG y el actor Leonardo DiCaprio, uno de los rostros más mediáticos de la lucha contra el cambio climático.
Este "One Planet Summit" se celebra menos de un mes después de la COP23, la conferencia anual de la ONU sobre el clima.
¿Qué se puede esperar de más? "Una COP es el consenso multilateral, esta cumbre es la movilización de aquellos que quieren ir más rápido", explicó Laurence Tubiana, exnegociadora francesa.
"Debemos mostrar que es útil y posible hacer más de lo que nos comprometimos en 2015", agregó.
Un calentamiento superior a 3º C
Al término de un año marcado por violentos huracanes en el Caribe y devastadores incendios en Los Ángeles, un estudio acaba de revisar al alza las previsiones de calentamiento global estimadas en el último informe del grupo de expertos de la ONU, conocido como GIEC.
En 2015, la comunidad internacional acordó actuar para contener el aumento en la temperatura por debajo de 2ºC respecto a la era preindustrial, pero los compromisos nacionales tomados hasta ahora supondrán un aumento de más de 3ºC.
Además muchos están condicionados a la obtención previa de la financiación necesaria.
Paralelamente, los países ricos prometieron elevar a 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2020 la financiación destinada a los países en desarrollo, que reclaman garantías de que cumplirán su promesa, para poder adaptarse a los impactos del calentamiento, con la construcción de diques, sistemas de alerta, elevación de las viviendas, etc.
"Esta cumbre llega en un momento crucial", subrayó Nick Nuttall, portavoz de la secretaría climática de la ONU.
Al término de una jornada de reuniones el martes, podrían anunciarse donaciones de fundaciones, coaliciones contra el uso del carbón.
"¿Se saldrá con una hoja de ruta de la comunidad financiera? No está claro", dijo Ronan Dantec, presidente de Climate Chance, una coalición de territorios.
Las ONG se manifestarán a su vez el martes en París para reclamar a los financiadores que dejen de apoyar las infraestructuras fósiles (gas, petróleo y carbón, responsables de tres cuartas partes de las emisiones).
Según un informe elaborado por Oil Change y WWF, entre otras organizaciones, bancos de desarrollo e instituciones públicas vinculadas al G20 gastan anualmente 72.000 millones de dólares en proyectos vinculados con energías fósiles, es decir, cuatro veces más que para las limpias.