Los arrecifes de coral sirven de refugio a una cuarta parte de las especies marinas, también ofrecen una fuente de proteína de alta calidad a las personas y protegen a las comunidades al amortiguar el impacto de fuertes oleajes y tormentas. Igualmente, dan medios de subsistencia a las poblaciones gracias a la pesca y el turismo. Todos estos beneficios los disfrutan más de 1.000 millones de personas en todo el mundo.

Sin embargo, los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas marinos más amenazados por el cambio climático, cuyos efectos se ven exacerbados por el debilitamiento de su salud a causa de la contaminación y la sobrepesca.

De hecho, y según el nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los eventos de blanqueamiento masivo podrían ser más frecuentes y graves en las próximas décadas.

Según los investigadores, se espera que la gran mayoría de los arrecifes de coral (más del 80%) experimenten graves episodios de blanqueamiento este siglo, esto aunque los países logren la meta de 2°C del Acuerdo de París.

El blanqueamiento ocurre cuando la temperatura del agua se incrementa y los corales liberan el alga con que coexisten, la cual les brinda alimento, protección y color. Al perder el alga, su esqueleto de carbonato de calcio queda al descubierto y por eso se ve blanco.

Si las condiciones ambientales mejoran y los corales logran recuperarse, el alga vuelve nuevamente; pero si los eventos de calor se prolongan en el tiempo, los corales pueden morir.

Desde 1998, se han presentado tres eventos de blanqueamiento masivo en el mundo. El último de ellos inició en el 2014 y se extendió hasta 2017, convirtiéndose en el evento de blanqueamiento más largo del que se tenga constancia. La duración del blanqueamiento significó que algunos corales no tuvieron tiempo de recuperarse en 2014, tampoco en 2015 y 2016, antes de experimentar el blanqueamiento al año siguiente.

“Este evento de blanqueamiento de 2014 a 2017 representa lo que las proyecciones del modelo climático presentadas en este Informe sugieren que puede convertirse en la norma durante las dos próximas décadas”, destacaron los autores del reporte titulado Proyecciones de futuras condiciones de blanqueamiento de corales utilizando modelos CMIP6 del IPCC.

Si estos eventos de blanqueamiento se vuelven anuales, advierten los investigadores, esto marcaría un punto de no retorno para los arrecifes de coral, ya que no contarían con el tiempo suficiente para recuperarse y adaptarse. Asimismo, su capacidad de suministrar servicios ecosistémicos —como alimento, protección costera, medicinas, pesca y turismo— se vería limitada, perjudicando a muchas personas que dependen de ellos.

Bajo amenaza

Los modelos climáticos contemplados en el informe demuestran que el blanqueamiento se está produciendo más rápido de lo previsto, dejando muy poco margen de oportunidad para la adaptación.

De hecho, en su análisis, los investigadores partieron de dos escenarios de emisiones. El primero se basó en una economía impulsada por combustibles fósiles, muy similar a la actual en cuanto a tasas de emisiones y crecimiento de las mismas.

Bajo este escenario, todos los arrecifes del mundo se blanquearán para el 2100 y, en promedio, se produciría un blanqueamiento anual de grandes proporciones a partir de 2034; es decir, nueve años antes de las predicciones publicadas hace tres años.

El segundo escenario explora una vía “intermedia” en la que las emisiones continúan aumentando hasta fin de siglo, alcanzando entre 65 y 85 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtCO2) para un calentamiento resultante de 3,8-4,2°C.

Según los investigadores, se seleccionó este escenario porque podría representar las condiciones futuras si se logran mayores niveles de reducción de las emisiones como los contemplados actualmente en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés).

En este caso, el blanqueamiento severo se retrasaría 11 años, es decir, hasta 2045. Aún así, los compromisos asumidos en el marco de las NDC siguen siendo insuficientes para los corales.

“Una mitigación exitosa, en línea con el Acuerdo de París, haría poco para proporcionar a los arrecifes más tiempo para adaptarse o aclimatarse antes de que se produzcan anualmente condiciones severas de blanqueamiento de los corales”, advierten los autores en el informe.

Adaptación

Si bien se desconoce el dato exacto en que los corales pueden adaptarse al aumento de la temperatura del mar, los investigadores sí esperan cierto nivel de adaptación.

Si asumimos 1°C de adaptación, el promedio mundial de tiempo es 30 años más tarde frente al panorama de que no se asuma ninguna adaptación”, se lee en el reporte, y continúa: “cada grado trimestral de adaptación añade siete años al promedio mundial de blanqueamiento anual proyectado”.

Para ello, la reducción de las emisiones es esencial. “Lo que esto muestra es que, incluso con la adaptación, necesitamos reducir nuestras emisiones para ganar tiempo para esos lugares donde podemos ejecutar esfuerzos de restauración y mantener vivos los corales”, dijo Ruben van Hooidonk, autor principal del informe e investigador de corales del Instituto Cooperativo de Estudios Marinos y Atmosféricos de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).

“Si no tomamos medidas, los arrecifes de coral pronto desaparecerán. Antes de que sea demasiado tarde, la humanidad debe actuar con urgencia, ambición e innovación, con base en evidencias, para cambiar el futuro de este ecosistema que nos lanza señales de advertencia sobre el impacto del clima en los océanos”, añadió Leticia Carvalho, jefa de la subdivisión de Agua dulce y Océanos del PNUMA.

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