El calentamiento global le está ganando la carrera a la innovación agrícola: de mantenerse los niveles actuales de aumento de temperatura y sin nuevos incentivos que aceleren el mejoramiento de las variedades de cultivos, las cosechas en el trópico disminuirán su rendimiento.

Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Leeds analizó el caso del maíz en África y concluyó que el cambio climático amenaza con disminuir la productividad de las cosechas de este cultivo en la próxima década, aunque los resultados pueden aplicarse a otros productos y zonas tropicales.

Las ondas de calor y sequías podrían causar un impacto negativo en el maíz africano, pues el aumento de la temperatura disminuiría el tiempo en el cual el maíz estaría listo para ser cosechado y se obtendría una menor cantidad de producto.

El estudio, publicado en la revista académica Nature Climate Change, sugiere necesaria la introducción de variedades de granos nuevas y mejoradas. Sin embargo, se promedia que podría tardarse de 10 a 30 años para producir una variación novedosa de maíz y para que esta pueda ser adaptada por los agricultores.

“El ritmo en que las temperaturas están aumentando a través del trópico indica que, para el momento en que el cultivo llega al campo, estará creciendo en temperaturas más calientes que para las que se desarrolló” indicó la Universidad de Leeds en un comunicado de prensa.

Se estima que la duración de los cultivos comenzaría a disminuir desde el 2018 hasta el 2031, a menos que se tomen medidas para adaptarse a estos cambios y acelerar el mejoramiento de las variedades.

"La inversión en investigación agrícola para desarrollar y diseminar nuevas tecnologías en semilas es una de las mejores inversiones que podemos hacer en adaptación al cambio climático. Los fondos climáticos pueden usarse para ayudarle a los agricultores del mundo a mantenerse un paso adelante del cambio climático, con grandes beneficios para la seguridad alimentaria del planeta", explicó Andy Jarvis, científico del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en comunicado de prensa.

Centroamérica

En el caso de Centroamérica, otro estudio realizado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) en 2013, proyectó la posible reducción de rendimiento a final del siglo XXI y se calculó que en el istmo podría perder hasta un 35%, 43% y 50% de rendimiento en el caso del maíz, frijol y arroz, respectivamente.

En la región, los granos básicos (arroz, frijoles y maíz) son esenciales para la dieta cotidiana.

En algunas situaciones, la producción de estos alimentos depende de pequeños productores que mayoritariamente ponen en práctica métodos de producción sostenibles, pero al mismo tiempo, son vulnerables a las consecuencias del cambio climático.

“(El nuevo informe) empieza a confirmar lo que hasta ahora son apreciaciones generales, que efectivamente el mejoramiento genético de cultivos, que toma muchos años, no puede responder tan rápido a los cambios asociados a los patrones climáticos”, explicó Jonathan Castro, especialista en innovación, recursos naturales y cambio climático del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Sin embargo, el especialista apuntó que la aparición de nuevas herramientas biotecnológicas intentan ayudar a acelerar procesos de mejoramiento. Además, recalcó la importancia de avanzar en tecnología e innovación para enfrentarse a este reto.

“Es una carrera de relevos, por así decirlo,” comentó Castro. “Un método o técnica se va agotando y vienen nuevas o se refresca para continuar la carrera.”

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