Alrededor de Las Gemelas -unos montes submarinos cercanos a la Isla del Coco- se observó un tiburón zorro pelágico. Esta especie es altamente migratoria y está presente en casi todo el mundo. El descubrimiento forma parte de una expedición científica que se está llevando a cabo entre las islas Coco y Galápagos, las cuales forman parte del Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental (CMAR) junto con islas Malpelo, Gorgona (Colombia) y Coiba (Panamá).
Un total de 15 científicos se encuentran a bordo del buque que zarpó desde Quepos, Costa Rica, el pasado 3 de mayo. Bajo el nombre “Expedición MigraVía Coco Galápagos 2021”, los investigadores esperan recorrer más de 1500 millas náuticas hasta 23 de mayo, cuando estarán de regreso en el país.
En la expedición participan científicos de Área de Conservación Marina Cocos (ACMC) del Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica (SINAC), CIMAR de la Universidad de Costa Rica, CMAR, CREMA, Fins Attached, Galapagos Conservation Trust, GSC, MigraMar, Fundación PACÍFICO, Parque Nacional GALÁPAGOS - Ecuador, Popular Cinema, Ocean Blue Tree, Only One, SeaLegacy, Shark Conservation Fund, Turtle Island Restoration Network y Universidad San Francisco de Quito.
De acuerdo a Alex Hearn, líder de la expedición, las investigaciones realizadas aportarán mayor evidencia científica sobre la migración de especies entre áreas marinas protegidas (AMP), como es el caso del tiburón zorro pelágico que se observó.
En esta ruta migratoria entre Isla del Coco y Galápagos, las especies en peligro de extinción son vulnerables a la pesca industrial e ilegal, ya que el área oceánica entre estas islas es visitada por flotas pesqueras industriales, incluyendo las que se dedican al mercado de aletas de tiburón, según destacaron los investigadores en el comunicado de prensa. Anualmente, en el mundo se pierden 100 millones de tiburones debido al ser humano.
En este sentido, el objetivo del equipo de investigadores es “instar a las autoridades a que tomen medidas decisivas sobre el nivel de protección necesario para salvar una de las ‘autopistas migratorias marinas’ más importantes e impresionantes del planeta y los lugares esenciales de fama mundial que conectan”.
Los investigadores llaman MigraVías a esas ‘autopistas migratorias marinas’, ya que son corredores biológicos que unen dos o más AMP para facilitar la movilización para peces, mamíferos y otras especies.
En el caso de la MigraVía Coco-Galápagos, esta conecta el Parque Nacional Isla del Coco, en Costa Rica, con la Reserva Marina de Galápagos, en Ecuador, y es utilizada por tiburones ballena, mantarrayas, tiburones martillo y peces como marlins y atunes.
A partir de esta expedición se espera obtener información científica sólida para brindar recomendaciones a los gobiernos de Costa Rica y Ecuador sobre el nivel de protección requerido para la conservación de las especies marinas y mejorar los esquemas de manejo sostenible para la región, tanto en beneficio del ambiente como de las comunidades costeras.
La protección de las AMP juega un papel importante en el cambio climático, ya que al proteger hábitats marinos se logra reducir la vulnerabilidad de estos ecosistemas ante el cambio climático. De igual manera, las AMP propician el secuestro de carbono logrando remover gases de efecto invernadero (GEI) de la atmósfera.
Para Haydée Rodríguez, viceministra de Agua y Mares de Costa Rica, esta expedición es relevante, ya que sus objetivos están alineados con las metas de la iniciativa 30x30, la cual busca conservar el 30% del territorio marino al año 2030. Hoy por hoy, solamente el 2,7% del océano está altamente protegido.