Los vecinos de Torre Molinos de Desamparados miraron asombrados cómo las fuertes lluvias del primer semestre de este año se trajeron abajo un puente en su comunidad.
“Es que fue demasiada la lluvia, ya no aguantó más. Por dicha no quedamos incomunicados, pero se hacían más presas porque había que dar una vuelta grandísima, totalmente innecesaria”. aseguró Doris Herrera, vecina de la comunidad.
Al igual que Torre Molinos, muchas comunidades en Costa Rica tienen que lidiar con problemas de infraestructura vial cuando suceden eventos climáticos extremos. Ahora, el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) busca cambiar eso.
Para evitar estas situaciones, el MOPT indicó en el IV Congreso Nacional de Gestión del Riesgo y Adaptación al Cambio Climático que aplicará un Plan Institucional de Gestión Ambiental y Cambio Climático, con el fin de planificar infraestructura que sea “inteligente” hacia el cambio climático.
El principal objetivo de este plan será adaptar la gestión ambiental de obras y proyectos a la planificación de cada nuevo proyecto. Esto quiere decir que cada calle y cada puente serían más resistentes a las lluvias y los eventos climáticos extremos. Así se evitarían las caídas de puentes y las calles en mal estado.
El MOPT, además, buscará asegurar los recursos de infraestructura, en un contexto donde los recursos económicos son cada vez más escasos y los eventos hidrometeorológicos extremos son cada vez más frecuentes.
Hasta el momento, el plan aún está en proceso de diseño. Las autoridades del MOPT aseguran que estará listo para comenzar a trabajar en el periodo que abarcará desde el 2019 hasta el 2024.
“Para octubre del 2018 llevamos un 50% del camino recorrido. Lo que tenemos en este momento es una visión y un objetivo de hacia dónde vamos con este instrumento.” Confirmó Sánchez.
Calles dañadas, finanzas dañadas
Tanto el huracán Otto como la tormenta Nate, dejaron una enorme factura económica, por la cual el gobierno aún debe pagar ₡200 mil millones por reconstrucciones según Hacienda.
Este Ministerio aseguró que conforme sigan habiendo eventos de esta magnitud, esta deuda sólo podrá ir creciendo. Según indicó el viceministro de egresos, Rodolfo Cordero, a Ojo al Clima en octubre, las pérdidas en infraestructura sólo complicarían la ya difícil situación financiera de Costa Rica.
Según el último informe del Estado de la Nación, la infraestructura vial de Costa Rica enfrentó pérdidas de más de 679,23 millones de dólares en un periodo de 24 años.
La Contraloría General de la República también advirtió sobre esta situación, cuando indicó en un informe que, solo en el 2010, el país gastó 1,03% del PIB en reconstrucción por desastres. Esto es casi lo mismo que recibió todo el Poder Judicial en ese año.
Infraestructura deficiente
Para mitigar el impacto de los eventos climáticos extremos en la infraestructura, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) creó en el 2016 un Plan Nacional de Gestión de riesgo en el que urge a las instituciones públicas a hacer obras resilientes.
Este plan busca “reducir la condiciones vulnerabilidad, evitar las pérdidas y favorecer la recuperación ante posibles eventos de desastre”.
No obstante, las propias autoridades del MOPT aseguran que, durante años, la infraestructura vial no ha sido suficientemente resiliente a las condiciones climáticas extremas.
“Desde el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) no hemos sido el mejor ejemplo de cómo responder y cómo generar los productos que se nos han asignado dentro del plan nacional de gestión de riesgo” afirmó Fabián Andrés Sánchez Dorado, Director Científico del MOPT.
Ahora, según Sánchez, esto es algo que el ministerio está comenzando a tomar en cuenta con mayor peso a la hora de crear nuevas obras. El director científico aseguró que buscarán comenzar a ejecutar tan pronto como el próximo año.