Con la firma, el día de hoy, del convenio de cooperación entre el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y la organización The Ocean Cleanup, Costa Rica contará con la ayuda de la tecnología Interceptor para extraer los residuos suspendidos en el agua, sobre todo plásticos, del río Grande de Tárcoles y así impedir que estos lleguen hasta el mar.

Interceptor, desarrollada por The Ocean Cleanup, es una solución tecnológica que, como su nombre lo dice, intercepta los residuos que son arrastrados por los cauces. El dispositivo coloca esos residuos en una cinta transportadora que los lleva hasta la “lanzadera”, la cual los distribuye en seis contenedores.

Cuando Interceptor está casi lleno, envía un mensaje de texto a los operadores para que vayan a recoger los residuos de los contenedores, a los cuales se les brinda el adecuado manejo para su revalorización.

Banda transportadora del Interceptor que opera en el río Klang, en Indonesia. (Foto: The Ocean Cleanup).(Créditos: The Ocean Cleanup)

El sistema funciona al 100% con energía solar, extrae el plástico de forma autónoma y es capaz de operar en la mayoría de los ríos más contaminados del mundo. De hecho, la tecnología se utilizó el año pasado en el río Ozama, en Santo Domingo (República Dominicana), con muy buenos resultados. También se ha probado en Indonesia y Malasia.

En el caso del Interceptor que se instalará en el río Grande de Tárcoles, este podrá almacenar hasta 50 metros cúbicos de materiales. En condiciones óptimas, el sistema puede extraer 50.000 kilogramos de plástico al día.

Más de ocho millones de toneladas de plástico terminan en los océanos del mundo, según datos de Naciones Unidas, causando graves daños a la flora y fauna marina así como a actividades económicas como la pesca, el turismo y el surf.

Asimismo, la contaminación reduce la capacidad de los ecosistemas marino-costeros para lidiar con el cambio climático. No solo son más vulnerables a sufrir los impactos sino que también se ven disminuidos los servicios que estos brindan a las personas en términos de protección ante tormentas o incremento del nivel del mar, secuestro de carbono y regulación hidrológica o térmica, entre otros.

Según datos de The Ocean Cleanup, unos 1.000 ríos alrededor del mundo son responsables del 80% del plástico depositado en los océanos. Entre esos ríos está el Grande de Tárcoles, cuya huella de plástico anual asciende los 3,02 millones kilogramos.

Si bien Interceptor será de gran ayuda, la tecnología no exime de los esfuerzos en pro de la gestión adecuada de los residuos tanto a escala individual como municipal y nacional.

“En conjunto con el Ministerio de Salud y con fondos otorgados en el marco El Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA-DR), nos encontramos elaborando el Plan Nacional sobre Residuos Marinos. Este instrumento de planificación y coordinación contará con objetivos y acciones para reducir y gestionar los residuos provenientes de fuentes terrestres y marinas, entre los sectores involucrados, incluida la comunidad”, declaró ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza, en un comunicado.

Interceptor operando en el río Ozama, en República Dominicana. (Foto: The Ocean Cleanup)(Créditos: The Ocean Cleanup)

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