La ciudad de Venecia, en Italia, es una de las más emblemáticas de Europa: es la cuna de Tiziano, de Marco Polo y de Vivaldi, entre muchos otros personajes. Hoy, sin embargo, el mar se la está tragando, junto con más de 40 sitios Patrimonio de la Humanidad del Mediterráneo.
Así lo indica un estudio publicado el 16 de octubre en la revista Nature, el cual señala que “una gran cantidad de sitios Patrimonio de la Humanidad en el Mediterráneo están en riesgo de inundaciones” por causa del cambio climático.
El estudio muestra que, de 49 sitios Patrimonio de la Humanidad ubicados en tierras bajas del Mediterráneo, 37 están en riesgo de inundación y 42 en riesgo de erosión costera.
De acuerdo con Lena Reimann, una de las autoras principales del estudio, el cambio climático está amenazando a varios sitios arqueológicos y culturales de mucho valor.
“El cambio climático va a resultar en un aumento del nivel del mar que no solo amenaza los sitios Patrimonio de la Humanidad del Mediterráneo sino los de todo el mundo”, aseguró Reimann a Ojo al Clima.
Patrimonio se ahoga
Reimann señaló que ellos estudiaron dos formas en que el cambio climático podría afectar a estos sitios: la erosión costera y la inundación por tormentas costeras.
Según la investigadora, la erosión es un proceso más lento y para el que se pueden desarrollar medidas de adaptación a largo plazo. No obstante, las inundaciones por tormentas -que amenazan a un 75% de los sitios estudiados- son mucho más letales.
Según el estudio, todos los sitios amenazados por inundaciones en el Mediterráneo son de carácter cultural y 11 de ellos representan “una obra maestra del ingenio humano”, según la Unesco. La mayoría de ellos localizados en Italia, un terreno bajo y vulnerable según el estudio.
Los sitios Patrimonio de la Humanidad alrededor de todo el mundo están amenazados por el cambio climático. Otros estudios señalan que, en Centroamérica, más de la mitad del Patrimonio está amenazado.
En Costa Rica, el Parque Nacional La Amistad, la Isla del Coco y el Área de Conservación Guanacaste están todos bajo “preocupación significativa”, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza.
Defender la cultura
El gobierno local de Venecia, al saberse tan vulnerable al aumento del mar, ha colocado barreras de contención para proteger la costa. El sofisticado proyecto llamado MOSE (Módulo Experimental Electromecánico) comenzó en 2003 y aún sigue en expansión.
Hoy, este sistema cuenta con 78 compuertas protegiendo el litoral de Venecia. Con las diferencias en la presión del agua, MOSE eleva una barrera inclinada durante la marea alta para bloquear la entrada de agua.
“Se deben iniciar estudios a escala local para desarrollar estrategias de adaptación específicas. Las barreras contra inundaciones que se están instalando actualmente en Venecia son un buen ejemplo de qué tipo de medidas podrían ser necesarias”, señaló Reimann.
Otro de los problemas de las medidas de protección costera es que pueden comprometer el valor cultural del sitio. Según el estudio, estos deberían ser prioridad en zonas como Venecia o Tel Aviv, donde hay gran densidad de población.
Para otros casos, el estudio sugiere considerar la reubicación de monumentos. “La reubicación debe evaluarse cuidadosamente caso por caso y puede ser una estrategia de adaptación adecuada para sitios donde el riesgo es muy alto” dice el estudio.
Algunos de los monumentos que podrían considerar reubicación, según los investigadores, son la Catedral de Santiago -en Sibenik, Croacia- y ciertos monumentos cristianos de Rávena, Italia.