Un total de 7 fincas dedicadas a la producción de fibra de abacá son las primeras en certificar su producción sostenible en América Latina y el Caribe.
Se trata de seis fincas productoras ubicadas en el cantón de Pococí en Limón, además de la finca de la empresa Glatfelter Costa Rica SRL, subsidiaria de la compañía del mismo nombre, que precisamente es el mayor comprador global de fibras de abacá.
La certificación fue otorgada por Rainforest Alliance, y se da gracias a la implementación de sistemas de producción que se gestionan en armonía con la biodiversidad y los ecosistemas, lo que —a su vez— mejora también las condiciones de vida y sustento familiar de los productores.
El abacá (Musa textilis) es una planta herbácea, perteneciente a la familia de las musáceas que está emparentada con el banano y el plátano. Del vástago se extrae una fibra que es empleada en la producción de textiles así como papel destinado a bolsas de té, filtros de café y billetes.
En el caso de Glatfelter Costa Rica SRL, la empresa garantiza la trazabilidad de la fibra certificada que se exporta a Filipinas con fines de emplearla como materia prima para elaborar bolsas de té.
Sin embargo, otras aplicaciones están haciéndose sentir en el mercado. Por su resistencia y durabilidad, los textiles de abacá están incursionando cada vez más en la industria de la moda en forma de sombreros, carteras, bolsos y mochilas.
Al ser una fibra natural, y en combinación con estándares socioambientales, el abacá puede convertirse en una alternativa de solución para una industria necesitada de disminuir su impacto en el planeta.
Producción tica y verde
Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el rendimiento actual de una hectárea cultivada con abacá es de 1.284 kilogramos de fibra seca por año. Para 2025, se proyecta una producción anual de 7.000 toneladas.
El país, y según el MAG, cuenta con 181 productores que cultivan 389 hectáreas de abacá tanto en la vertiente del Caribe como en la del Pacífico.
La certificación otorgada por Rainforest Alliance se da tras un proceso de capacitación, sensibilización y acompañamiento técnico a los productores sobre los estándares de la Red de Agricultura Sostenible (RAS).
“Las fincas que obtienen esta certificación demuestran que el modelo de producción de la fibra de abacá es sostenible, además de resiliente ante los efectos del cambio climático, y que se gestionan implementando prácticas que aseguran la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, brindando oportunidades a pequeños productores, en especial a las mujeres en zonas rurales, para que puedan generar ingresos para sus familias, formando parte de un mercado internacional en creciente demanda y responsable con el ambiente”, dijo Philip Jones, gerente general de Glatfelter en Costa Rica.
Esta empresa forma parte de una alianza público-privada con el programa develoPPP, el cual implementa la Cooperación alemana para el desarrollo GIZ, por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).
La alianza tiene como “propósito apoyar la creciente demanda mundial de fibra de abacá producida con altos estándares y criterios de sostenibilidad, mejorar las condiciones de vida de los productores y proteger la biodiversidad y los ecosistemas”.
“Esta alianza con la empresa Glatfelter ha permitido fomentar la producción de fibra de abacá en Costa Rica como un modelo de negocios sostenible”, comentó Svenja Paulino, directora del programa Biodiversidad y Negocios en Centroamérica y República Dominicana de la GIZ.
“Esto contribuye no solo a que la empresa cumpla con las exigencias de los mercados europeos, sino que demuestra un compromiso real al reconocer el valor del capital natural como un activo que asegura la sostenibilidad del negocio, que brinda además oportunidades a pequeños productores agrícolas para mejorar su sustento de vida y que contribuye con el cumplimiento de metas nacionales e internacionales relacionadas a los objetivos de desarrollo sostenible y apoyar la recuperación económica verde postpandemia”, agregó Paulino.