Paula Bustamante, AFP

América Latina y el Caribe destaca como la principal región exportadora neta de alimentos en el mundo, por encima de Europa y Estados Unidos. Pero tiene el reto de transformarse y trabajar para hacer frente al cambio climático que altera su producción.

En poco más de una década, en el 2030, algunas zonas de la región podrían ya sentir los efectos del aumento de dos grados centígrados de la temperatura, indicó en Santiago un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los efectos de la sequía en los productores de aguacates de México y Chile, o del calor en los cafetales de Centroamérica se viven hoy como situaciones extraordinarias. Ahora, esta región proveedora desde sus mares, tierras y ríos está obligada a cambiar sistemas de producción, de consumo y comercialización por esta crisis climática.

"Si no actuamos ya frente a esto que hoy en día nos parece una emergencia, se va a convertir en el nuevo 'normal' y esa es la dimensión enorme de los desafíos que tenemos por delante", advirtió Julio Berdegué, representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.

En 2030 tendremos el 40% de la región ya con “los famosos dos grados centígrados adicionales”, apuntó Berdegué, presentante de la "Serie 2030": 33 estudios que abordan los principales desafíos rurales, agrícolas, alimentarios y ambientales en esta región.

América Latina contribuye con más del 45% de las exportaciones netas globales de alimentos. Sin embargo, a pesar del panorama desalentador para una región con 90% de territorios rurales, los expertos también estiman que esta contribución podría aumentar considerablemente en los próximos años.

La clave consiste en aplicar cuanto antes las políticas apropiadas para aumentar la producción de manera sustentable.

2°C más

Los mares de la región son privilegiados por la producción de proteínas para la alimentación, y se suma una acuicultura creciente, indicó Carolina Trivelli, investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos.

Aunque alertó que "el aumento de la temperatura está afectando ya las aguas relevantes para la pesca, haciendo que se desplacen especies y eso obliga a un cambio en las actividades pesqueras y en los procesos de transformación posteriores".

Esto tiene un impacto en la disponibilidad, en el tipo y en la composición de especies con las que contamos, enfatizó.

También mencionó el drama de los productores centroamericanos de café, quienes están amenazados por el aumento de temperaturas en las zonas altas donde lo producen.

"Esas alturas se van a mover, van a subir, ¿cómo vamos a hacer con los miles de productores? Estas son inversiones enormes", advirtió Berdegué.

El representante de la FAO advirtió que el cambio climático y el aumento de la temperatura plantea problemas regionales que las instituciones no están listas para atender.

"Más allá de las pequeñas ventajas que alguien pueda sacar en algún cultivo, claramente todos perdemos en un escenario de dos grados centígrados más", dijo.

A modo de ejemplo, los expertos señalan que algunos países como Argentina y Uruguay tendrían mejores condiciones para producir más leche, pero "a costa de que países como Perú, Ecuador y Colombia perderían ese potencial, y puede que en leche gane Argentina pero va a perder el trigo, va a perder otras muchas cosas, en el balance no hay ganadores con dos grados centígrados más".

¿Ganadería sostenible?

El análisis destaca que en 2050 la producción de alimentos deberá aumentar 60% para atender las necesidades de casi 10.000 millones de personas en el mundo.

La magnitud de las políticas públicas y de las inversiones privadas son colosales para hacer frente a la transformación que necesitan los sistemas alimentarios en el continente.

Mientras en Occidente crece el debate sobre la necesidad de una industria ganadera sostenible, "por otro lado hay unos cientos de millones de consumidores en Asia que por primera vez tienen los ingresos necesarios para comer algo de carne y están demandando mucha carne", algo que confronta a productores como Brasil, Argentina o Uruguay.

Los desafíos están centrados en cambiar el impacto del hombre en el medioambiente, "sobre nuestros bosques, las aguas que contaminamos, los suelos que erosionamos, que desertificamos, las selvas que se queman, en un contexto de cambio climático que ya está aquí y hace mucho más difícil la tarea".

Tampoco hay que subestimar el gran impacto en los hábitos de consumo de alimentos altamente procesados que han acarreado "una epidemia de sobrepeso y obesidad que cuesta dos trillones de dólares en los presupuestos de salud y dos por ciento del PIB mundial", señaló Berdegué.

Pie: Un agricultor camina entre un cafetal nicaragüense, donde la roya causó estragos. (Crédito: AFP).

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Inversiones petroleras están fuera de rumbo

AFP

Desde 2018, los gigantes mundiales de los hidrocarburos han aprobado 50.000 millones de dólares en inversiones en proyectos incompatibles con el Acuerdo de París sobre el clima, denunció el viernes la ONG Carbon Tracker.

NORCO, LA - AUGUST 21: A gas flare from the Shell Chemical LP petroleum refinery illuminates the sky on August 21, 2019 in Norco, Louisiana. Located about 10 miles up the Mississippi River from New Orleans, the plant agreed to install $10 million in pollution monitoring and control equipment in 2018 to settle allegations that flares used to burn off emissions were operating in violation of federal law (the Clean Air Act). Many of the coastal parishes in Louisiana have a long and ongoing history in oil and gas production, which is often at odds with concerns of environmentalists. Drew Angerer/Getty Images/AFP

"Todas las grandes compañías petroleras están apostando masivamente contra el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados e invierten en proyectos que son incompatibles con el Acuerdo de París", señaló Andrew Grant, autor de un informe para el Think tank británico.

Para cumplir con los objetivos internacionales de limitar el calentamiento global, la demanda de combustibles fósiles tendría que disminuir, según los escenarios establecidos por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Si la demanda disminuye, los proyectos de menor costo generarán suficiente rentabilidad, según Carbon Tracker.

Sin embargo, la ONG ha identificado 50.000 millones de dólares de inversiones en 18 grandes proyectos recientes que no pueden ser rentables en un mundo donde el calentamiento global sería limitado, debido en particular a una disminución del consumo de energía fósil.

Estas inversiones son realizadas por "las principales empresas europeas" -BP, Shell, Total y Equinorque- "que hacen todo lo posible para asegurar a los inversores que están abordando los problemas climáticos", dijo Carbon Tracker en su informe. Un ejemplo es un proyecto gigante de gas natural licuado (GNL) de 13.000 millones de dólares en Canadá dirigido por Shell.

Para las grandes compañías de petróleo y gas, así como para sus accionistas, existe un riesgo significativo de que los activos en los que han invertido masivamente pierdan todo su valor a largo plazo.

Entre los mastodontes del sector, el estadounidense ExxonMobil es el que corre el mayor riesgo de ver sus activos devaluados, según los cálculos del Carbon Tracker.

Le siguen la anglo-holandesa Shell, la francesa Total, la estadounidense Chevron, la británica BP y la italiana Eni.

Algunos de los grupos reaccionaron inmediatamente el viernes para defenderse. BP, por ejemplo, recordó que había apoyado los objetivos del Acuerdo de París y que se ha lanzado en el sector de las energías renovables.

"Todo esto tiene como objetivo hacer que BP pase de ser una empresa de petróleo y gas a una empresa de energía en un sentido mucho más amplio", dijo un portavoz.

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