Investigadores alemanes y costarricenses están recolectando muestras de ramas de 40 árboles de diferentes especies en diversas zonas del país, desde Punta Salinas en Guanacaste hasta la Península de Osa, para analizar qué tan afectados se encuentran debido al cambio climático.

Esta investigación conjunta del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad de Göttingen, Alemania busca aprovechar las condiciones que ofrecen Costa Rica y sus universidades para estudiar este fenómeno en un ambiente tropical.

La recolección de ramas inició hace dos meses y se espera que los investigadores involucrados concluyan la selección de muestras en dos meses más.

Para poder llevar a cabo esta investigación, los científicos toman muestras de ramas de la copa de los árboles que están expuestos al sol. Esto se logra mediante el uso de podadoras o con equipo especial para escalar hasta la parte más alta de ellos.

La recolección de ramas tardará cuatro meses.(Créditos: TEC)

Dentro de los árboles estudiados se encuentran: cedro, laurel, nazareno, cebo, cedro maría y el cortés amarillo.

Según Dagoberto Arias, investigador principal de la investigación, se busca comprobar una serie de teorías que muestren que las variaciones climáticas de los últimos años han causado la muerte de algunas especies de árboles e incluso, que han impedido el crecimiento de los mismos.

El punto central de la investigación es establecer una relación entre la susceptibilidad de las especies de árboles a la sequía y su capacidad de abastecer su copa con agua y variables más fáciles de medir como su altura y densidad de copa, y algunos aspectos de la anatomía de su madera.

Si se llegan a confirmar las hipótesis propuestas, la investigación buscaría advertir a las autoridades nacionales sobre los esfuerzos que se deben realizar para la conservación de estas especies. La expectativa es tener los resultados a inicios del 2017.

“De validar los resultados, el Estado debe tener presente que hay áreas boscosas que deben protegerse; de igual manera, sería importante hacer esfuerzos de conservación genética de las especies más vulnerables; esto significa identificar estos árboles, sus semillas y llevarlas a lugares donde se puedan preservar”, explicó Arias mediante un comunicado de prensa.

La iniciativa surgió hace dos años, luego de que científicos de la Universidad de Göttingen presentaron interés por investigar a mayor profundidad las propiedades hidráulicas en los árboles de un país tropical como lo es Costa Rica.

“El TEC mantiene una estrecha relación con universidades alemanas y recientemente se ha intensificado la colaboración científica debido a que hay mucho potencial de desarrollar investigación en nuestro territorio", afirmó Arias.

La colaboración entre la Universidad Göttingen y el TEC se da desde los años 90 con los primeros doctorados de la Escuela de Ingeniería Forestal del TEC. El investigador principal de la Universidad de Göttingen es el Dr. Bernhard Schuldt.

Metodología.

El primero paso es reconocer diferentes sitios en la vertiente pacífica y establecer zonas experimentales, donde se lleva un control de las condiciones climáticas y la ecología de los árboles.

Segundo, se efectúan mediciones con herramientas especializadas (sensores de flujo de sabia que se utilizan para poder medir la velocidad del flujo de líquido dentro de la madera de los árboles vivos), en la muestra de árboles seleccionados.

Tercero, se recolectan ramas de la copa de los árboles (la mayoría miden entre 30 y 40 metros de alto), se disponen las muestras(ramas entre 30 cm y más de 1,5 metros de largo) y se remiten a un laboratorio especializado de la Universidad de Bordeaux de Francia, donde tienen el equipo para realizar las curvas de cavitación.

Adicionalmente, los investigadores del TEC realizarán estudios más detallados del suelo, el crecimiento y otros aspectos fisiológicos.

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