Representantes de la delegación siria anunciaron que el país se unirá al Acuerdo de París, a pesar de estar en guerra civil desde hace 6 años. Esta decisión deja a Estados Unidos como el único gobierno del mundo en no tomar acción contra el cambio climático.
Los sirios anunciaron su decisión de firmar el Acuerdo de París durante el plenario del segundo día de la COP 23. En esta reunión de la ONU, 197 países se reúnen del 6 al 17 de noviembre en Bonn, Alemania, para discutir las políticas climáticas internacionales.
El país árabe se había abstenido de firmar el tratado debido a que se encuentra en guerra civil, la cual comenzó en el 2011 y aún sigue vigente. No obstante, hoy confirmó que será el último país del mundo en firmar el acuerdo.
Un negociador cercano a la delegación siria, quien prefirió mantenerse anónimo, aseguró que una decisión así tiene que meditarse por un buen tiempo. De ahí la llegada tardía de los sirios al acuerdo.
“La decisión de adherirse o no al Acuerdo y sus impactos se discutieron en los últimos meses. Siria fue convencida por los socios de que este era el mejor camino a seguir”, indicó.
Esto envía un mensaje político importante a los Estados Unidos: un mundo unido contra el cambio climático, mientras ellos ven a un lado.
Si bien los norteamericanos firmaron y ratificaron el acuerdo, la reciente administración de Donald Trump se ha encargado de echar marcha atrás a las políticas climáticas. Esto a pesar de haber vivido fuertes desastres naturales como los huracanes Harvey e Irma.
El Acuerdo de París es un tratado internacional que obliga a los 197 países comprometidos a reducir sus emisiones. Además, también fomenta la adaptación al cambio climático con la intención de evitar pérdidas por los cambios en la atmósfera.
EEUU, el único fuera de París
Cuando fue firmado, en el 2015, el entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, lideró el éxito de las negociaciones y marcó la primera vez que todas las potencias mundiales accedieron a reducir sus emisiones.
En París, durante la COP21, 195 países firmaron el acuerdo. Los únicos países en quedar por fuera, en ese momento, fueron Siria -por su guerra civil- y Nicaragua, quienes afirmaron que el tratado no era suficientemente fuerte.
Casi dos años después (en junio del 2017), Donald Trump cumplió una de sus promesas de campaña: retirarse del Acuerdo de París. Para el presidente norteamericano, este tratado no era justo con los estadounidenses y le daba ventaja a otras potencias mundiales.
“El Acuerdo de Paris ataca a los Estados Unidos mientras empodera a algunos de los países más contaminantes”, había afirmado Trump en su declaración oficial cuando anunció su retiro del tratado.
Bajo la lógica de las negociaciones, Estados Unidos y varios países europeos asumieron el mayor peso económico, no solo porque están en mayor capacidad de hacerlo sino porque tienen una responsabilidad histórica.
Estados Unidos, por ejemplo, es el país con más emisiones de CO2 en la historia y el segundo país más contaminante en la actualidad, después de China.
Si bien el proceso de salida del acuerdo toma unos años, el mensaje político es claro: los norteamericanos no se sumarán a la acción climática.
“Aún estamos adentro”
A pesar políticas climáticas de Donald Trump, varios grupos de sociedad civil estadounidenses se han hecho presentes para mostrar su apoyo por el Acuerdo de París.
Uno de estos grupos es la coalición “We are still in” (Aún estamos dentro) un grupo formado por 2,580 miembros, entre estados, ciudades, negocios, universidades y organizaciones de religiosas. Solo esta coalición está compuesta por alrededor de 130 millones de estadounidenses.
Michael Bloomberg, uno de los miembros y figuras principales de la coalición, asegura que grupos como “We are still in” se encargarán de cumplir con los objetivos de París, a pesar de las políticas de Trump.
“Es crítico que el mundo sepa que los Estados Unidos va a seguir liderando en temas de cambio climático. Vamos a cumplir con los compromisos de París incluso sin la ayuda de Washington”, aseguró el empresario y ex-alcalde de Nueva York.