El cambio climático está propiciando nuevos y mayores riesgos laborales para los trabajadores en todo el mundo, advirtió esta semana la Confederación Sindical Internacional (ITUC, por sus siglas en inglés).

Según ITUC, cada vez se presentan más casos de enfermedades y muertes relacionadas al calor en trabajadores de la agricultura, construcción y otros que se desempeñan al aire libre; ni que decir de los casos de fatiga, lesiones laborales y enfermedades relacionadas al estrés causado por laborar en condiciones meteorológicas extremas.

También se ha observado un incremento en las hospitalizaciones y muertes provocadas por los altos niveles de contaminación atmosférica asociados a las olas de calor e incendios forestales. El riesgo de contraer enfermedades transmitidas por vectores –como la malaria o el dengue- está presente debido al aumento de la temperatura que hace que el área de distribución geográfica de los mosquitos (vectores) se amplíe.

De allí que la ITUC decidiera hablar de los riesgos climáticos en este Día Internacional de los Trabajadores 2024, con el fin de “debatir sobre cómo proteger a los trabajadores y responder a este desafío global”.

De hecho, no se descarta que los países deban revisar leyes existentes o crear regulaciones y orientaciones nuevas para asegurar la protección de los trabajadores, ya que estos riesgos laborales asociados al cambio climático irán intensificándose conforme la temperatura del planeta vaya subiendo.

Riesgos en aumento

Ya lo había advertido, en setiembre de 2023, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe Seguridad y salud en el trabajo en una transición justa. Este dice que el cambio climático “puede aumentar el riesgo de lesiones, enfermedades y muerte de los trabajadores debido al estrés térmico, los fenómenos meteorológicos extremos, la exposición a productos químicos peligrosos, la contaminación atmosférica y las enfermedades infecciosas, entre otros”.

“Se han relacionado con el cambio climático numerosos efectos sobre la salud de los trabajadores, como lesiones, cáncer, enfermedades cardiovasculares, afecciones respiratorias y efectos sobre su salud psicosocial. Se ha producido un aumento del número estimado de muertes entre la población mundial en edad de trabajar debido a la exposición a temperaturas cálidas”, se lee en el mismo.

Ejemplo de ello es la afectación por calor. En 2020, unos 2.400 millones de trabajadores, o más de 70% de la fuerza laboral mundial, estaba expuesta al calor excesivo en algún momento de su jornada. La cifra supera el 65,5% de dos décadas atrás, según OIT.

Cada año se reportan cerca de 23 millones de lesiones ocupacionales atribuidas al calor excesivo, con un costo estimado de casi 19.000 vidas por año. Estas cifras no incluyen a las más de 26 millones de personas en todo el mundo que viven con enfermedades renales crónicas ligadas al calor en el lugar de trabajo.

Según The Lancet Countdown Latinoamérica, se ha observado una tendencia al calentamiento en todos los países de la región. De hecho, en el 2022, la población latinoamericana estuvo expuesta a temperaturas ambientales 0,38°C más altas en promedio que en el periodo 1986-2005.

Eso se tradujo en una pérdida potencial total de ingresos, debido a la reducción de la capacidad laboral relacionada con el calor, calculada en 1,34% del Producto Interno Bruto (PBI) regional, afectando de forma desproporcionada a los sectores de la agricultura y la construcción.

En el caso de Costa Rica, la exposición al calor afectó a los trabajadores, limitando su productividad laboral, y por tanto, “poniendo en riesgo los ingresos, los medios de vida y los determinantes sociales de la salud”.

Entre 2013 y 2022 se perdieron anualmente 66 millones de horas laborales por exposición al calor, un aumento del 15% en comparación con el periodo de 1991-2000. Esto equivale a una pérdida potencial de ingresos de $270 millones al año debido a la disminución de la mano de obra.

Las pérdidas económicas por esta causa se sintió particularmente en el sector agrícola (42%), construcción (29%), servicios (18%) y manufactura (11%).

"Está claro que el cambio climático ya está creando significativos riesgos sanitarios adicionales para los trabajadores", destacó Manal Azzi, jefa del equipo de Seguridad y Salud Ocupacionales de la OIT. "Es esencial que escuchemos estas advertencias. Las consideraciones de seguridad ocupacional y salud deben convertirse en parte de nuestras respuestas al cambio climático", agregó.

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