El primer bus eléctrico de hidrógeno ya está en Costa Rica y su nombre es “Nyuti”, una palabra que significa “estrella” en la lengua indígena Chorotega. Pareciera un nombre apropiado, considerando que es “hacia las estrellas” donde quiere ir Franklin Chang.
Con la llegada de este bus, la empresa del ex-astronauta, Ad Astra Rocket Company Costa Rica, tendrá la última pieza de su rompecabezas más ambicioso: un ecosistema de transporte autosuficiente y que no emite ni un solo gramo de carbono en su operación.
Eso significa que ni el vehículo, ni el combustible, ni la electricidad para producir ese combustible emiten carbono a la atmósfera.
Chang dice que Costa Rica no necesita esperar a nadie y prefiere asumir las riendas de un proyecto vanguardista. Para esto, se alió con empresas e instituciones del gobierno con una misma meta: eliminar la huella de carbono del transporte.
La llegada de “Nyuti” al país marca, no solo el ingreso de un vehículo, sino el ansiado ingreso del hidrógeno como tecnología a la región. De Latinoamérica, Brasil es el único otro país que moviliza autobuses demonstrativos de hidrógeno.
El bus es un prototipo europeo que recorre 338 km por carga, almacena 38 kg de hidrógeno comprimido y puede llevar a 35 pasajeros. Ad Astra afirmó no manejar, de momento, el costo del bus debido a que no es de ellos.
Chang conversó por vía telefónica con Ojo al Clima sobre el despertar del hidrógeno en el país, de la independencia energética y cómo romper una molécula de agua (en hidrógeno y oxígeno) sería un aliado de nuestra economía.
Por fin llegó el bus de hidrógeno a Costa Rica después de casi 6 años de comenzar todo este proyecto, pero ¿de dónde viene? ¿cuál fue el proceso para llegar a Limón?
El bus llegó el viernes pasado (28 de julio) a Limón proveniente de South Windsor, Connecticut. Viene de una planta de pruebas que tiene la empresa US Hybrid. Ellos son los propietarios del bus.
Esta empresa (US Hybrid) nos está arrendando el bus por el tiempo de prueba que lo necesitamos aquí en Costa Rica. Por el momento tenemos una dispensación para probar el bus por un periodo de seis meses con extensión a un año.
Vendría siendo un bus de prueba, básicamente.
Exactamente, es un bus de prueba. Esa es la intención de esta fase del proyecto. Probar, aprender, saber qué funciona y qué no. Todas esas cosas que uno encuentra cuando hace una prueba en el campo.
Ahora que llega el bus, me imagino que van a hacer algún tipo de pruebas a lo interno, pero ¿cuándo estaría viéndose en las calles?
Lo primero que tenemos que hacer es el proceso de aduanas, que es un proceso bastante burocrático. Cuando el bus llegue a Liberia, vamos a incorporarlo como parte del ecosistema (de transporte limpio) y comenzar a usarlo en rutas que nos den información de cómo se comporta. Vamos a hacer rutas de Liberia al aeropuerto (Daniel Oduber), por ejemplo. Luego, vamos a hacer rutas más largas, tal vez Liberia-Nicoya que son como 180 km ida y vuelta.
¿Para cuánto tiempo está programado este periodo de prueba?
Estamos estimando tal vez un mes. Tal vez un poco más. No estamos completamente seguros porque siempre hay contratiempos y problemas que afrontar. Todo esto es completamente nuevo en Costa Rica. Nunca se ha hecho entonces estamos seguros que vamos a encontrar dificultades.
Una vez operando esta tecnología, ¿qué oportunidades representaría para el país? ¿Serviría casi como una revolución tecnológica?
¡Claro! Sería fantástico. Es fantástico. Estamos haciendo todo esto con mucho esfuerzo porque sabemos que el rédito es algo extraordinario para el país: volverlo independiente de los hidrocarburos (derivados del petróleo). Podríamos generar nuestro propio combustible para todo el transporte. Estoy hablando de buses, automóviles y hasta de aviones.
Estamos explorando una transformación del país que la llevaría a ser completamente independiente del petróleo. Eso significa que esas divisas a gastar para comprar petróleo se quedan en Costa Rica.
También hay impuestos alrededor del petróleo...
Claro, eso lo hemos conversado con el Ministerio de Hacienda y el gobierno realmente gana. El impuesto al consumo de gasolina se transformaría en impuesto de ventas al hidrógeno y al oxígeno.
El oxígeno es otro producto de la generación de hidrógeno. Cuando uno genera hidrógeno como lo hacemos en Costa Rica, uno parte la molécula de agua y produce hidrógeno y oxígeno. Ese oxígeno tiene un mercado en Costa Rica y en la región. Podríamos hasta exportarlo.
El bus de hidrógeno es un bus eléctrico. ¿Cuál sería la diferencia entre este y un eléctrico de batería convencional?
Un bus de hidrógeno es un bus eléctrico. Lo que pasa es que la electricidad que usa la produce a bordo. No la toma de un tomacorrientes sino que la produce mientras se mueve. Eso le permite acumular más energía de la que podría estar acumulada en una batería. Los dos son eléctricos pero el hidrógeno tiene una autonomía mayor (recorre más kilómetros por carga).
Lo otro es que, cuando uno llena la batería de electricidad, uno dura varias horas; mientras que con un vehículo de hidrógeno, el tanque se llena en unos cuantos minutos. En un automóvil de hidrógeno uno llena el tanque en tres minutos.
Cuando uno tiene un vehículo de servicio, si lo tiene parado cargando uno pierde dinero, entonces el hidrógeno les favorece.
Incluso a nivel individual eso es algo que no le gusta mucho a la gente. Los tiempos de carga.
Claro. Ahora... yo soy un partidario de las dos. A mí me parece que hay campo para vehículos de batería y de hidrógeno porque tienen un nicho diferente. Si yo tengo un automóvil en mi casa y lo uso solo para ir al trabajo, cuando llego a mi casa el vehículo se puede estar cargando durante la noche. El vehículo de baterías funciona muy bien en ese nicho. Cuando uno tiene un bus que tiene que estar usándose todo el tiempo, el periodo de carga lo limita.
El costo de esta tecnología sigue generando una preocupación para varios sectores del país. ¿Hay un plan en Ad Astra para afrontar este problema?
Eso es precisamente lo que queremos hacer: que el costo baje. Y hay que verlo en su totalidad: el costo de la producción del hidrógeno, del almacenamiento y el de los vehículos. Estos costos van precipitadamente para abajo. (El hidrógeno) está siguiendo el mismo rumbo que siguieron las celdas solares, que antes eran muy caras pero ahora son super baratas. A medida que va habiendo un mercado más grande los precios van cayendo. Yo no ignoro el factor costo pero lo que estoy viendo es que la pendiente va para abajo.
Va a ser rentable, entonces.
Conforme bajen los costos sí, pero nosotros no tenemos que quedarnos esperando a que el futuro nos llegue. Si dependemos de Estados Unidos, el hidrógeno no va a llegar rápido porque hay mucho petróleo y mucho gas natural. Es mejor que nosotros tomemos la iniciativa y asumamos el liderazgo.
Incluso, en Estados Unidos, se genera el hidrógeno a partir de gas natural, tampoco sería sostenible como el hidrógeno de Ad Astra.
Es correcto. Y eso es algo que mucha gente no lo ha considerado: el hidrógeno de aquí (Estados Unidos) se produce del gas natural. Incluso mucha gente argumenta que para qué se va a producir hidrógeno si ya el gas natural se puede consumir. Hay ciertas ventajas de convertirlo a hidrógeno pero el negocio es diferente. Costa Rica no tiene que esperar a los americanos.
Por esto, el ecosistema de transporte limpio de Ad Astra es un proyecto tan ambicioso. ¿Cómo funciona en detalle?
Este proyecto lo iniciamos por ahí a finales del 2011 junto con Recope para crear una planta de generación de hidrógeno. Demostramos que se podía pero faltaban componentes como la electricidad renovable (solar y eólica), el bus y el dispensador. Cuando el proyecto de Recope se paró, buscamos una alianza con el sistema Banca para el Desarrollo y armamos un equipo de empresas para crear estos elementos adicionales.
Luego de una importante inversión, armamos una planta solar que es la más grande en tierra firme. Esa planta nos convirtió en 100% solares, ya no usamos energía del ICE. Ese exceso de energía lo usamos para generar y almacenar el hidrógeno.
¿Se proyecta ampliar este ecosistema a nivel de país? ¿Sería como un plan piloto?
Claro, vamos a pasar estos meses probando y aprendiendo y luego, más o menos en un año, entramos en una fase en la que consideramos que el sistema ya puede autosostenerse.
¿A partir de ahí sería presentado al gobierno?
Funcionaría como una operadora de buses normal. Lo que queremos es transportar gente sin cobrar nada diferente y que esas tarifas sean suficientes para alimentar el costo de operación de un bus.
También nos interesa probar con furgones de hidrógeno. Además, estamos comenzando un proyecto con la NASA para entrarle a la aviación. Esas cosas ya se están haciendo y como tenemos el aeropuerto tan cerca ahí mismo podemos montar un campo de pruebas.