Alrededor de 60 millones de personas ya están expuestas a un calor considerado peligroso (temperatura promedio de 29°C o más), según un estudio de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y Universidad de Nanjing (China).
Asimismo, en su análisis –publicado en Nature Sustainability- los científicos señalan que 2.000 millones de personas (el 22% de la población proyectada para finales de siglo) estarían expuestos a calor extremo si el calentamiento global alcanza 2,7°C.
“Por cada 0,1°C de calentamiento por encima de los niveles actuales, alrededor de 140 millones de personas más estarán expuestas a un calor peligroso. Esto revela tanto la magnitud del problema como la importancia de tomar medidas decisivas para reducir las emisiones de carbono”, declaró Tim Lenton, director del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter y autor del estudio.
“Limitar el calentamiento global a 1,5°C, en lugar de 2,7°C, significaría cinco veces menos personas expuestas a un calor peligroso en 2100”, añadió.
La exposición a calor extremo comienza a aumentar dramáticamente a 1,2°C (justo por encima del calentamiento actual) e incrementa aproximadamente 140 millones de personas por cada 0,1°C de calentamiento adicional.
Ya lo había señalado The Lancet Countdown 2022 cuando pronosticó que el número de personas en riesgo de morir bajo efecto del calor extremo puede quintuplicarse en las próximas décadas. En un escenario de calentamiento de 2 °C para finales de siglo, las muertes vinculadas al calor podrían multiplicarse por 4,7 de cara a 2050.
En promedio, las personas estuvieron expuestas a 86 días de temperaturas potencialmente mortales en 2022. The Lancet Countdown también indica que el número de personas mayores de 65 años fallecidas a causa del calor aumentó un 85% entre los periodos de 1991-2000 y 2013-2022.
Francia lo sufrió en el verano boreal de 2023, cuando más de 5.000 personas murieron a causa del calor. “Tres muertes de cada 10 se pueden atribuir al calor”, dijo Guillaume Boulanger, funcionario de Santé Publique France, a AFP.
El verano boreal del año pasado, que se extendió desde junio hasta agosto, fue el cuarto más cálido en Francia desde el inicio de los registros en 1900 y tuvo cuatro olas de calor. Unas 1.500 de las 5.000 muertes tuvieron lugar en esos períodos, y alrededor de 3.700 personas fallecidas tenían más de 75 años.
No sólo las olas de calor más extremas tienen un impacto en la mortalidad, el calor más leve pero prologando puede matar a más personas con el tiempo. “Esto se debe a que las olas de calor más suaves fueron mucho más comunes que las más calientes. Al final, las olas de calor más extremas resultaron ser las que causaron el menor número de muertes porque eran muy poco frecuentes. Puede ser necesario activar advertencias de calor en umbrales de temperatura más bajos para proteger a más personas", manifestó Jeroen de Bont, investigador en el Karolinska Institutet y autor de un estudio sobre este tema publicado en Environment International.
Nicho climático humano
Históricamente, los seres humanos se han asentado en lugares con una temperatura promedio de 13 °C, con un pico secundario de aproximadamente 27 °C (climas monzónicos, especialmente en el sur de Asia). La densidad de cultivos y ganado sigue patrones similares.
Según los investigadores de Exeter y Nanjing, la riqueza -medida por el Producto Interno Bruto (PIB)- alcanza su punto máximo alrededor de los 13°C.
A temperaturas más altas y bajas, la mortalidad aumenta y es por ello que los investigadores hablan de que existe un nicho climático humano. Y, aunque menos del 1% de la humanidad vive actualmente en lugares expuestos a un calor extremo, su estudio muestra que el cambio climático ya ha dejado al 9% de la población mundial (más de 600 millones de personas) fuera de ese nicho.
“La mayoría de estas personas vivían cerca del pico más frío del nicho de 13°C y ahora se encuentran en el ‘punto medio’ entre los dos picos. Si bien no son peligrosamente calurosas, estas condiciones tienden a ser mucho más secas e históricamente no han sustentado poblaciones humanas densas”, dijo Chi Xu, profesor de la Universidad de Nanjing y autor del estudio.
La gran mayoría de la gente que quedará fuera del nicho -debido al calentamiento futuro- estará expuesta a un calor considerado peligroso.
“Temperaturas tan altas se han relacionado con problemas que incluyen una mayor mortalidad, una menor productividad laboral, una disminución del rendimiento cognitivo, un aprendizaje deficiente, resultados adversos en el embarazo, un menor rendimiento de los cultivos, un aumento de los conflictos y la propagación de enfermedades infecciosas”, destacó Xu.
Si bien algunos lugares más fríos pueden volverse más habitables debido al cambio climático, y según el estudio, se prevé que el crecimiento demográfico sea mayor en lugares con riesgo de calor peligroso, especialmente India y Nigeria.