Los bosques costarricenses juegan un papel importante en la lucha contra el cambio climático y, por esto, recibirán un importante reconocimiento económico. Por la reducción de dos millones de toneladas de dióxido de carbono, Noruega dará a Costa Rica $20 millones. Este monto corresponde a dos acuerdos que buscan fortalecer el Programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA).

El primer monto de $10 millones -firmado por el presidente Carlos Alvarado y la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza, este jueves- corresponde a una Carta de Intenciones bajo el marco de la Coalición LEAF. Como parte de esta coalición, Noruega le brindó el reconocimiento a Costa Rica por la reducción de un millón de toneladas de dióxido de carbono para el período 2022-2026. 

Asimismo, la próxima semana, Costa Rica y Noruega firmarán otro acuerdo bilateral por $10 millones. Este pago reconoce las 5.200 millones de toneladas de dióxido de carbono capturadas por el país del 2017 al 2021. 

“Estamos seguros de que esto no solo es la continuación de una colaboración histórica entre ambos países, sino también el inicio de grandes avances en las finanzas climáticas que ambos países anhelamos. Costa Rica mantiene su compromiso de seguir avanzando en el camino de la descarbonización de nuestra economía y de continuar en la senda del crecimiento verde e inclusivo”, comentó Meza al realizarse el anuncio.

Ambos acuerdos suceden en un momento donde Costa Rica está sobresaliendo en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático o COP26, que se está llevando a cabo en Glasgow (Escocia). 

La ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza, firmó la carta de intenciones con Noruega en el marco de la COP26. Le acompañaron el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, y el director de FONAFIFO, Jorge Mario Rodríguez.(Créditos: Casa Presidencial)

¿Qué es el PSA?

Desde el año 1997 Costa Rica cuenta con el  Programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) perteneciente al Fondo de Financiamiento Forestal (FONAFIFO). Este programa reconoce financieramente a propietarios por proteger y restaurar la cobertura boscosa.

La mayor parte del dinero deviene de los recursos generados por el impuesto único a los combustibles fósiles, el cual establece un cobro de 3,5% al consumo de gasolina y diésel. Otra fuente de ingresos se deriva del 25% de los ingresos obtenidos por el cobro del canon de agua. Este instrumento, creado en 2006 por el Decreto 32868-MINAE, permite al Estado recibir un monto por parte de los concesionarios del recurso hídrico a razón de su uso. 

Una tercera fuente proviene de la venta de Unidades Costarricenses de Compensación (UCC) en el marco del mercado doméstico de carbono. La Dirección de Cambio Climático (DCC), dependencia del MINAE, creó el Programa País Carbono Neutralidad como un mecanismo voluntario de descarbonización para organizaciones, territorios (cantones y distritos) y productos. 

De esta forma, las organizaciones interesadas en obtener el sello “C-Neutral” emprenden un proceso de inventario de gases de efecto invernadero (GEI) y, en base a este, establecen un plan de reducción. Dentro del componente de compensación, estas entidades pueden optar por la compra de UCC y ese dinero se destina al PSA.

Pero, ¿cómo funciona? El propietario de la finca y FONAFIFO firman un contrato para reconocer cuatro servicios ecosistémicos brindados por los bosques, siendo estos: mitigación de emisiones de GEI; protección de agua para uso urbano, rural o hidroeléctrico; protección de la biodiversidad para su conservación y uso sostenible; y belleza escénica natural con fines turísticos y científicos. 

El monto a recibir por el propietario se determina por hectárea y por árbol para las distintas modalidades: protección de bosque, reforestación, regeneración natural, sistemas mixtos, protección de recurso hídrico, sistemas agroforestales, etc. 

Algunos de los objetivos de este programa es reducir la tasa de deforestación y evitar la tala ilegal, también promover la recuperación de la cobertura forestal en tierras degradadas. Por esta razón, este año, el PSA ha llamado la atención, ya que también fue premiado por el Earthshot Prize en la categoría de Protección y Restauración de la Naturaleza.

“El PSA en Costa Rica es un modelo exitoso que ha mostrado cómo la protección del ambiente se puede convertir en una fuente de riqueza que mejore la calidad de vida de las personas de nuestro país”, comentó el mandatario durante la COP26.

Mayores beneficiarios

El PSA también ha funcionado para beneficiar a poblaciones que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad, como son los pueblos indígenas, a quienes el mandatario reconoció su labor como guardianes del bosque, esto en el marco de un foro llamado “Bosques y Uso del Suelo” que se desarrolló durante la COP 26. 

Hoy por hoy, al menos el 25% de la superficie terrestre del mundo está protegida gracias a los pueblos indígenas, quienes administran una gran parte de las reservas vivas de carbono, importantes para mantener la estabilidad climática global.

Por medio del PSA, y en los últimos 10 años, se han protegido más de 122.000 hectáreas en territorios indígenas costarricenses, lo que representa un total de ₡30.000 millones. Adicionalmente, gracias a la actividad de sistemas forestales, se han plantado 1,7 millones de árboles.

Inicialmente, el PSA no contaba con disposiciones especiales para los pueblos indígenas, con la excepción de poder tener áreas más grandes (600 hectáreas) bajo contrato. Pero, en el año 2015, la situación cambió y, a petición de las comunidades indígenas, se ajustó el programa. Actualmente, el PSA permite la participación de un máximo de 1.000 hectáreas y la autorización del uso del 2% para actividades de subsistencia. 

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