Por primera vez, la herramienta Monitoreo del Cambio de Uso y Cobertura de la Tierra en Paisajes Productivos Urbanos (MOCUPP Urbano) midió la trama verde en el Corredor Biológico Interurbano María Aguilar (CBIMA), ubicado en la Gran Área Metropolitana (GAM), e identificó que el 29% de este es trama verde.

Ese porcentaje es equivalente a 1.126,75 hectáreas, de las cuales un 35% (unas 403,52 hectáreas) corresponde a jardines privados con vegetación natural, los cuales son los que más aportan verdor al corredor.

Estos datos, según el estudio de MOCUPP, son importantes para el CBIMA, ya que en el caso de los jardines privados se requiere la generación de incentivos y el establecimiento de acuerdos con personas propietarias privadas para la conservación de estos espacios.

El segundo lugar con mayor extensión corresponde a los bosques y a la vegetación ribereña con 345,76 hectáreas, es decir, un 30,6% del total. 

Según el estudio, la abundancia de esta cobertura en el corredor es de gran relevancia, ya que demuestra que aún se conservan remanentes de trama verde cercanos a los cauces que recorren el CBIMA y, mediante este monitoreo, se podrá dar seguimiento para evitar que estos sean deforestados o invadidos.

Al ser el 29% trama verde, el resto (71%) está distribuido en otros usos de la tierra como áreas construidas y cultivos.

“El proyecto realizó un análisis para el 2017 en las áreas de cultivo y, para ese momento, teníamos 478 hectáreas. Entonces, podemos decir que la mayor área de ese 71% es área construida”, indicó Francini Acuña, especialista en sistemas de información geográfica del proyecto Paisajes Productivos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El CBIMA tiene una extensión de 3.876,63 hectáreas, la cual representa el 2% de la GAM y recorre los cantones de La Unión, Montes de Oca, Curridabat, San José y Alajuelita. 

La Agenda Urbano-Ambiente busca asegurar la participación colectiva al atender los derechos de poblaciones como jóvenes, mujeres, adultos mayores, afrodescendientes e indígenas. (Foto: Giancarlo Pucci / PNUD Costa Rica).(Créditos: Giancarlo Pucci / PNUD Costa Rica)

Datos precisos

La herramienta MOCUPP Urbano se encarga de medir la extensión de la trama verde cada dos años; esto lo realiza mediante tecnología de imágenes satelitales y técnicas de teledetección, lo que permitió un monitoreo periódico, preciso y estandarizado. “Se trabajó con sensores remotos de alta resolución porque así podemos garantizar que estamos mapeando e identificando toda la trama verde”, indicó Acuña.

Si bien CBIMA se encuentra en un área urbana, dentro de las tres categorías estudiadas, la predominante en la zona es la de bosques y áreas naturales, como cobertura arbórea, áreas de bosque y vegetación ribereña, plantación forestal, área de reforestación y regeneración natural, que cubren 565,18 hectáreas.

Le sigue la categoría de áreas verdes en zonas urbanas que abarca 542,84 hectáreas, las cuales corresponden a áreas verdes y recreativas, como parques, jardines privados, áreas verdes y recreativas, y cementerio con cobertura natural y arbolado urbano.

Por último, las vías con vegetación -áreas públicas como isletas, bulevares, rotondas y derechos de vías con cobertura natural- presentaron una extensión de 18,40 hectáreas. 

Cabe indicar que dentro de estas categorías existen tanto espacios de propiedad pública como privada.

Respecto a los cantones que pertenecen al CBIMA, La Unión es el que cuenta como mayor extensión de trama verde, con 353,72 hectáreas. Además, este cantón se caracteriza por poseer, en su mayoría, zonas de bosque y áreas naturales, ya que un 64% de su trama verde corresponde a estas coberturas naturales. 

La Unión se localiza en la parte alta de la subcuenca donde nace el río María Aguilar y, según el estudio, la presencia de bosques y áreas naturales alrededor del cauce es primordial para preservar el recurso hídrico.

En segundo lugar, se encuentra Curridabat con 353,07 hectáreas. Le siguen San José, Montes de Oca y Alajuelita.

Según Acuña, los datos muestran que la concentración de áreas naturales y de cobertura arbórea se encuentra en las zonas altas del corredor; es decir, en La Unión. “Conforme se va bajando a la parte media del corredor, se disminuye (las áreas naturales) y es donde el área construida toma mayor hectareaje y predomina. Lo que pasa a haber es un tipo de trama verde, pero solo son zonas verdes urbanas, pues hay muy poco o casi ningún área natural”, comentó la especialista.  

En el Corredor Biológico Interurbano María Aguilar habitan más de 402.000 personas. (Foto: Giancarlo Pucci / PNUD Costa Rica).

Monitoreo urbano

Desde el 2015, se ejecuta el sistema de Monitoreo del Cambio de Uso y Cobertura de la Tierra en Paisajes Productivos (MOCUPP). Esta herramienta se enfoca en el monitoreo de los paisajes productivos y el análisis de los procesos de deforestación asociados a la dinámica agrícola en el país, con el objetivo de gestionar el territorio nacional.

A partir de la experiencia de la implementación del MOCUPP, y a través del proyecto Paisajes Productivos, se promovió el desarrollo de un sistema de monitoreo enfocado en las áreas urbanas, el cual se convirtió en MOCUPP Urbano.

De esta forma, en el 2018 arrancó un monitoreo piloto de la trama verde en el CBIMA, el cual buscaba conocer la situación del corredor biológico desde los ámbitos sociales y ambientales. 

Entre los estudios realizados se elaboró un mapeo de la trama verde para el año 2017, el cual fue el instrumento base para MOCUPP Urbano. El mismo permitió conocer el área de trabajo, identificar técnicas de mapeo y la escala de trabajo que más se ajustaban a este estudio.

Por otra parte, según la metodología de MOCUPP Urbano, los datos que se han generado, y los desarrollados en el futuro, serán de acceso abierto. Estos se publican en la plataforma del Sistema Nacional de Información Territorial (SNIT), donde se pueden visualizar, consultar y descargar de forma gratuita.

Los servicios ecosistémicos se definen como los beneficios que proporcionan los ecosistemas a los seres humanos. (Foto: Giancarlo Pucci / PNUD Costa Rica).(Créditos: Giancarlo Pucci / PNUD Costa Rica)

Una agenda intersectorial

Este estudio de MOCCUP Urbano se enmarca en la Agenda Urbano-Ambiental (ANUA), la cual busca potenciar los servicios ecosistémicos y la conservación de la biodiversidad en la planificación de las ciudades. La ANUA es impulsada por el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH). Además, consta de cuatro ejes temáticos.

El primero se centra en la descarbonización, mediante el desarrollo de infraestructura y movilidad inteligente, inclusiva, sostenible y resiliente, que fomente la adaptación al cambio climático. 

El segundo busca generar territorios urbanos resilientes que promuevan la biodiversidad y la consolidación de una trama verde de calidad.

En tercer lugar, la innovación tecnológica e investigación es otro de los ejes que la agenda busca alcanzar. Mediante la consolidación de plataformas tecnológicas, se persigue el libre acceso e intercambio de información geoestadística ambiental y territorial.

El último eje consiste en una correcta gobernanza y financiamiento. Lo anterior se logrará mediante esfuerzos entre comunidades, instituciones y gobiernos locales.

Como parte de las acciones enmarcadas en la coordinación intersectorial, se espera crear Parques Naturales Urbanos que serán parte de nuevos Corredores Biológicos Interurbanos. Además, se buscará realizar intervenciones en barrios estratégicos de la GAM.

Según Claudia Dobles arquitecta, planificadora urbana y primera dama de la República, estos datos del MOCCUP Urbano permitirán a instituciones y gobiernos locales tomar decisiones más acertadas y mejorar la planificación en los paisajes urbanos.  

“La Agenda permitirá desarrollar proyectos adecuados a las necesidades de las municipalidades y sus ciudadanas y ciudadanos, con los mejores índices de sostenibilidad, y promoverá una GAM verde que motive a las personas vecinas a moverse por sus corredores biológicos y a disfrutar de sus parques”, aseguró Dobles.

Por su parte, la ministra de Vivienda y Asentamientos Humanos, Irene Campos Gómez, señaló que con datos se puede trabajar temas como, por ejemplo, la existencia y calidad de servicios públicos o equipamiento social.

“Pero también las condiciones ecosistémicas de las zonas urbanas y cómo se pueden potenciar en el marco de las agendas azul y verde, o sea su relación con la biodiversidad en las ciudades, tanto en las zonas terrestres como en nuestros ríos y quebradas”, explicó Campos.

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