“Hemos pasado hablando de planes, pero lo que necesitamos es acción”, dijo Judith Barrera, joven salvadoreña que, el pasado 12 de agosto, participó en el Foro Latinoamericano sobre Juventud y Cambio Climático. “No podemos quedarnos esperanzados en tratados o políticas cuando hay un sistema económico que vorazmente va avanzando. Necesitamos mayor acción, porque ya no tenemos tiempo. El cambio climático es una realidad”, continuó.
Más acción climática y más participación de los jóvenes en el diseño e implementación de planes, pero también en la toma de decisión, fueron parte de las recomendaciones realizadas por cerca de 200 jóvenes latinoamericanos y caribeños que participaron en este foro, el cual tuvo lugar en la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El punto de vista de la juventud latinoamericana será llevado a espacios, como la Cumbre de Adaptación en África y la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27) en Egipto, para conocimiento de los negociadores y tomadores de decisión.
De hecho, este foro es la última de siete consultas regionales que el Panel Asesor de Jóvenes del Centro Global para la Adaptación (GCA, por sus siglas en inglés) realizó con el fin de recopilar el sentir de la juventud en cuanto al tema de adaptación, entendido este como las capacidades con que cuentan las sociedades para convivir con un clima cada vez más peligroso debido al cambio climático.
Precisamente, en 2023, los países firmantes del Acuerdo de París harán el Balance Global (Global Stocktake) para ver cuánto han avanzado en sus metas climáticas y este ejercicio permitirá actualizar y mejorar las medidas, incluidas las de adaptación.
“En América Latina ya empezaron las conversaciones a nivel de adaptación, pero hace falta muchísimo más conocimiento, prácticas y empoderamiento de las mismas comunidades”, manifestó Joyce Méndez, joven paraguaya que integra el Panel Asesor de Jóvenes.
“El discurso no puede ser distante de los territorios. No podemos seguir hablando de cambio climático y adaptación, y quedarnos en conferencias, que son importantes, pero los impactos tienen un rostro, un sentir, afectan a la niñez, a los jóvenes y sus familias. Eso no lo vamos a encontrar en conferencias, lo vamos a encontrar en las comunidades. Por eso, lo principal es reconocer y acompañar a estos territorios en su exigencia por el respeto a sus derechos y juntos resistir y adaptarnos a los cambios”, agregó Barrera.
Pascal Girot, coordinador del foro por parte de la UCR, añadió: “el problema es que seguimos con un gran déficit en materia de acción climática en Costa Rica y en otros países de América Latina por falta de financiamiento, porque no se le da prioridad desde el Gobierno central y pues sigue siendo un tema que no ha logrado la misma visibilidad o el mismo peso que sí tuvo el tema de descarbonización”.
Liderazgo juvenil
Para Natalia Gómez, presidenta de la Red de Juventudes y Cambio Climático de Costa Rica (asociación que coorganizó el foro), lo esencial es que la conversación no se quede en el evento “sino que termine en acciones concretas y para esto es importante el trabajo colaborativo, el apoyo de diferentes instituciones, cooperantes, sector privado, organizaciones y academia, porque, al final, los esfuerzos deben ser colectivos”.
Los jóvenes pueden ayudar a acortar la distancia entre las palabras y las acciones para así impulsar la agenda climática. Pueden liderar iniciativas, ejercer control social y establecer alianzas con diferentes actores.
“Somos las piernas que llevan la acción donde el Gobierno no puede llegar. Podemos ayudar mucho en la implementación de los planes nacionales de adaptación y elaborar planes locales”, destacó Méndez.
En el caso de Costa Rica, los jóvenes ticos participaron activamente en el proceso de consulta del Plan Nacional de Adaptación. Pero, para Gómez, “es necesario involucrar a las personas jóvenes de manera más integral”.
Ese involucramiento incluso es en términos de identificación, planificación y ejecución de acciones, pero también en la construcción de políticas. Precisamente, eso era lo que buscaba el Foro Nacional de Juventudes en la Acción Climática 2022, realizado en el mes de junio en el Parque La Libertad. En esa ocasión, jóvenes de distintas partes del país se reunieron para compartir experiencias y necesidades enfocadas en cuatro ejes: comunidades resilientes, ecosistemas, economía resiliente y descarbonizada, así como gobernanza climática.
“Buscamos fortalecer la integración entre las juventudes por la acción climática, identificar acciones desde las juventudes en los ejes prioritarios asociados al cambio climático y proponer acciones de institucionalización para incentivar la participación joven”, expresó Judith Pérez, representante de la Red de Juventudes y Cambio Climático, en ese momento.
Para ello, y según Gómez, se requiere más articulación entre agendas y proyectos existentes. Por esto, en setiembre, se realizará la Conferencia Regional de Juventudes, con un objetivo en mira: ver posibilidades de vinculación entre las distintas agendas de trabajo.
No solo eso. Los dueños del futuro son los jóvenes y, por tanto, quieren poder decidir sobre este. En este sentido, abogan por que se les involucre en la toma de decisiones, incluso poder asumir puestos de responsabilidad y liderazgo para así lograr articular iniciativas.
“El gran reto está en cacarear el tema, dar a conocer dónde hay oportunidades para actuar y ojalá crear espacios para la toma de decisiones de manera conjunta en las municipalidades, en los ministerios, etc. Esto para que los planes de adaptación no se queden en el papel, sino que se puedan traducir en acciones concretas”, reconoció Girot.
En las últimas conferencias de cambio climático, los jóvenes ticos acompañaron a los negociadores costarricenses para conocer su labor y también para ofrecer su punto de vista. Su meta: lograr una mayor participación en este espacio internacional.
Hay mucho trabajo por delante y se necesitan más manos. “Necesitamos aún más jóvenes tomando decisiones, pero también en el arte, la ciencia, la tecnología, la comunicación… Necesitamos mostrar lo que ya hay, porque existen muchas soluciones, y no tenemos tiempo para crear la rueda sino que contamos con el tiempo necesario para juntarnos, conversar y proponer a partir de lo que funciona”, señaló Méndez.