El problema en Latinoamérica se encuentra en el atraso de la aplicación de medidas para mitigar el cambio climático. Existe una renuencia de algunos sectores con respecto a las energías renovables.
Así lo consideró Polioptro Martínez, director de la Cátedra UNESCO - UDLAP en riesgos hidrometeorológicos, durante su ponencia en el marco de la conferencia “ODS 13: Acción por el Clima” que se realizó en el marco de la actividad Conversaciones de Futuro: ODS-COVID.
Desde la visión de Martínez, hay un negacionismo de los gobiernos que siguen anclados en los combustibles fósiles. Además, perpetuan un “atrincheramiento nacionalista” frente a la migración que se desata debido a la emergencia climática y no ven que la gente ya no puede vivir en sus lugares de origen.
A nivel mundial se han experimentado dramáticos efectos del cambio climático y la realidad es que las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando y ya son un 50% superiores al nivel de 1990. Las pérdidas anuales causadas por catástrofes relacionadas al clima alcanzan trillones de dólares. Además, entre 1998 y 2017 costaron la vida de 1,3 millones de personas y dejaron a 4.400 millones heridas.
El calentamiento global ha provocado cambios permanentes en el sistema climático. Según Martínez, dichas consecuencias pueden ser irreversibles si no se toman las medidas urgentes correspondientes.
Fenómenos extremos
Martínez explicó que en las primeras etapas del cambio climático, las manifestaciones de los impactos se identifican mediante fenómenos extremos, ya que son los que principalmente cambian.
El experto mencionó que desastres como terremotos o actividad volcánica son los menos frecuentes. Caso contrario a las inundaciones y sequías, fenómenos que cuentan con un total de 3.500 millones (78%) de personas afectadas de 1998 a 2017.
Martín Alejandro Cerrano Méneses, decano de investigación y posgrado de la Universidad de Las Américas Puebla (México), reveló que -antes de la pandemia- México ya experimentaba grandes sequías y olas de calor por todo el territorio de manera recurrente.
Desde la opinión de Erica Lynn Cunningham, directora interina de AVP para América Latina y América del Sur, los mayores desafíos que tiene Latinoamérica con respecto al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 13, enfocado en la acción por el clima, se encuentran en llegar a ese proceso que logre la implementación de soluciones. No se trata de qué hacer sino de cómo hacerlo.
Cunningham, quien también participó de Conversaciones de Futuro: ODS-COVID, reveló que no solo se trata de la mitigación del cambio climático sino de la adaptación y la resiliencia.
De hecho, la experta de AVP mencionó siete puntos esenciales de cara a gestionar una mayor resiliencia: honrar la diversidad, tener un enfoque ecosistémico, gestionar variables con causa y efecto, promover flexibilidad en las políticas públicas para desarrollar economías locales, realizar estudios faltantes en nuestras latitudes, generar procesos inclusivos y participativos; y contar con una gobernanza policéntrica.
Para Flavia Liberona Céspedes, directora ejecutiva de la Fundación Terram, la pandemia ha golpeado muy fuerte el empleo, pero sobretodo aquel que es informal. Planteó que es importante que los países piensen en economías más locales, que permitan generar empleo y revertir los daños generados.
Finalmente, René Rolando Parra Narváez -coordinador de Ingeniería Ambiental en la Universidad San Francisco de Quito (Ecuador)- resaltó los modelos que se utilizan en otros países, pero que deben ser evaluados para ver si funcionan en Latinoamérica, principalmente cuando son utilizados para tomar decisiones de cara a políticas públicas.