Un cubo de 10 centímetros de lado, con un peso aproximado de 1 kilogramo y diseñado, ensamblado y probado en Costa Rica, es el nuevo satélite costarricense y centroamericano que será puesto en órbita en los próximos días por parte de la Agencia Japonesa de Exploración Espacial (JAXA por sus siglas en inglés).

Tras su lanzamiento, el pasado lunes 2 de abril, este satélite se convierte en la primera misión espacial desarrollada en el país y en Centroamérica.

El satélite tico es parte de un ambicioso proyecto denominado Proyecto Irazú, que es desarrollado por la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE) y el Laboratorio de Sistemas Especiales (SETEC-Lab) de la Escuela de Electrónica en el Tecnológico de Costa Rica (TEC), el cual es el principal socio desarrollar y coordinador de esta primera misión espacial.

El objetivo del Proyecto Irazú es “desarrollar un proyecto de ingeniería espacial en todas sus etapas, utilizando tecnología CubeSat como una prueba de concepto de una plataforma de comunicación capaz de transmitir mediciones de variables ambientales desde áreas protegidas remotas de Costa Rica hasta un centro de visualización de datos para el monitoreo de cambio climático.”

“Con Irazú, lo que queremos es mostrar una plataforma para medir efectos del cambio climático y ojalá en el futuro mitigarlos. Se tiene el propósito científico de monitorear diariamente los bosques, el crecimiento y la fijación de dióxido de carbono, y usar esto para estudiar el cambio climático”, expresó Marco Gómez, director del Proyecto Irazú, durante una exposición del proyecto en el TEDx Pura vida.

Gómez añadió que la misión “es una prueba de concepto”. Es decir, lo que se está haciendo es comprobar la tecnología, para en el futuro poder desarrollar algo más grande y con un mayor grado de complejidad.

Lanzamiento

Este lunes 3 de abril, a las 2:30 p.m., fue enviado en el cohete Falcon 9 de la compañía estadounidense de transporte aeroespacial SpaceX el primer satélite de Costa Rica y Centroamérica hacia la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés).

El lanzamiento se llevó a cabo en el Kennedy Space Center en Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos.

El lanzamiento de este cohete es muy importante para el país, pues significa la primera misión de tecnología espacial que será llevada al espacio.

Este satélite, una vez ubicado en el espacio, permitirá crear una plataforma para utilizar tecnología espacial en el monitoreo del cambio climático en los bosques tropicales del Costa Rica.

De esta forma, este proyecto no sólo pretende desarrollar capacidades y habilidades en profesionales costarricenses sobre proyectos de tecnología espacial, sino también es parte de la agenda verde que pretende seguir el país para llegar a la carbono neutralidad.

El proyecto cuenta con el apoyo de expertos asesores y evaluadores de instituciones como NASA, Ad Astra Rocket Company, la Universidad de TU Delft (Holanda), el Instituto Tecnológico de Kyushu (Japón) y la Universidad de Surrey (Reino Unido). Además, en 2014 fue declarado como proyecto de interés público por el Gobierno de Costa Rica.

El satélite posee un costo aproximado de $70 mil y es apoyado por una gran cantidad de profesionales de diversas áreas del conocimiento. Muchos, de manera voluntaria, han formado parte de este proyecto mientras desarrollan sus estudios de posgrado en el extranjero.

Funcionamiento

El proyecto Irazú tiene tres componentes de funcionamiento: un satélite que es el que recientemente se envió al espacio y pronto estará en órbita; una estación remota en Los Chiles de Alajuela donde está el bosque en el que se recogerán datos de crecimiento forestal y secuestro de carbono, y una estación en tierra, ubicada en el TEC de Cartago, donde estará el centro de operaciones que recibirá la información para ser analizada y procesada.

Se firmó un convenio con la empresa Maderas Cultivadas de Costa Rica S.A. para utilizar un espacio de 4.7 hectáreas en su finca ubicada en Los Chiles de Alajuela. Este terreno está sembrado de Melina (clonal) y tiene una edad aproximada de un año.

En este espacio se van a colocar los dendrómetros, que son unos aparatos que miden el crecimiento de los árboles y que son desarrollados en el TEC. De esta forma, al medir el crecimiento, se puede medir también la cantidad de dióxido de carbono que están capturando.

“Una vez que todos los datos originados de este proceso de medición de crecimiento de los árboles sea compilados, se van a enviar en una señal al espacio, al satélite que está en órbita baja a 400 kilómetros de altura… Una vez que el satélite reciba la señal, la va a enviar a la estación en tierra en el TEC y aquí vamos a tener el último componente de visualización de información. Vamos a poner todos los datos científicos analizados en una página web de forma interactiva para que todo mundo alrededor del planeta sepa que Costa Rica está haciendo algo respecto al cambio climático”, explicó Gómez.

Seis meses después de estar en órbita, el satélite se quema, de manera que no se deja basura en el espacio.

Gómez proyecta en un futuro “posicionar sensores por todo el país, por todo Centroamérica y, como el satélite tiene cobertura de todos los países tropicales del mundo, por qué no tener sensores en el Amazonas, en el Congo, en Indonesia. Nuestra visión es tener tecnología tica alrededor del mundo monitoreando el cambio climático y todo esto comienza con Proyecto Irazú”, expresó.

Diseño

El satélite se diseñó bajo un estándar denominado “CubeSat”, que es una metodología de desarrollo de satélites pequeños en forma de cubo con un tamaño de 10 centímetros de lado.

“El diseño CubeSat ha permitido a países en vías de desarrollo ejecutar misiones espaciales reales a un bajo costo”, destacó Gómez.

En la construcción del satélite, participó la empresa Atemisa Precision S.A., una PyME costarricense que se especializa en metalmecánica. Una de las computadoras que va ensamblada en el satélite fue diseñada totalmente por ingenieros ticos.

Este satélite se compone de aproximadamente de 11 piezas ensambladas. Están las antenas, el subsistema de potencia, la estructura o carcasa del satélite, el subsistema de comunicaciones, la computadora primaria y secundaria, el sistema de despliegue de antenas y los paneles solares.

El proceso de ensamblaje del dispositivo se desarrolló en la empresa MOOG Medical, ubicada en la Zona Franca El Coyol, en Alajuela.

En el diseño de este dispositivo participaron, por parte del TEC, el Laboratorio de Sistemas Electrónicos para la Sostenibilidad (SESLab), el Laboratorio de Investigaciones de Robótica y Automatización (LIRA), el Laboratorio de Plasma para Energías de fusión y Aplicaciones (Plasma TEC) y el Laboratorio de Sistemas Espaciales (SETEC-Lab)

En noviembre de 2017, se realizaron las pruebas finales del satélite, en el Instituto Tecnológico de Kyushu (conocido como Kyutech), ubicado en Japón.

Gómez explicó que este satélite ha mostrado a Costa Rica un beneficio inmediato de la tecnología espacial, el cual es un proyecto único que se alinea con su política de descarbonización.

“Lo que queríamos demostrar es que sí hay beneficios para el país al utilizar tecnología espacial para cubrir necesidades que tiene la nación. En este caso, es el cambio climático, pero se podría hacer monitoreo marítimo y se podría controlar la pesca ilegal, por ejemplo”, manifestó el director del Proyecto Irazú.

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