Desde la década de 1970, los científicos han utilizado la escala Saffir-Simpson para comunicar el riesgo de daños provocados por la intensidad de los vientos de los ciclones tropicales. Esta escala categoriza los huracanes entre categoría 1 (velocidad del viento entre 33 y 42 m/s) y categoría 5 (igual o superior a 70 m/s).
Pero, ¿qué pasa si la velocidad del viento supera los 70 m/s? La comunicación del riesgo se mantiene igual, porque no existe una categoría superior a la 5, aunque ya se han presentado huracanes cuyos vientos han superado por mucho el mínimo que indica dicha categoría.
Por ello, los climatólogos Michael Wehner y James Kossin proponen ampliar la escala Saffir-Simpson para así introducir una categoría 6 que pueda englobar las tormentas con vientos superiores a 86 m/s; así lo dejan ver en un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Específicamente, los científicos sugieren una hipotética modificación a la escala de vientos Saffir-Simpson para limitar la categoría 5 a velocidades máximas entre 70 y 86 m/s e incluir una categoría 6 adicional cuando ocurran vientos con velocidades superiores a 86 m/s.
“Nuestra motivación es reconsiderar cómo el carácter abierto de la escala Saffir-Simpson puede llevar a subestimar el riesgo y, en particular, cómo esta subestimación se hace cada vez más problemática en un mundo que se calienta”, se lee en el estudio.
“Es necesario cambiar los mensajes sobre el riesgo de ciclones tropicales para informar mejor al público sobre las inundaciones interiores y las mareas tormentosas, fenómenos para los que una escala basada en el viento sólo es relevante tangencialmente. Aunque añadir una sexta categoría a la escala de vientos huracanados de Saffir-Simpson no resolvería ese problema, podría concienciar sobre los peligros del aumento del riesgo de grandes huracanes debido al calentamiento global”, escribieron los autores.
Huracanes en un planeta más cálido
Debido al calentamiento global, que incrementa la temperatura superficial del mar y la temperatura del aire troposférico, existe más energía térmica disponible en los océanos, la cual intensifica la velocidad de los vientos de los ciclones tropicales.
Como consecuencia, se están registrando tormentas con intensidades muy superiores al umbral de la categoría 5, por lo que es probable que se sigan batiendo récords de velocidad del viento a medida que el planeta se caliente.
De hecho, al analizar los datos históricos desde 1980 hasta 2021, Wehner y Kossin notaron cinco tormentas que habrían sido clasificadas como categoría 6, si hubiese existido esta categoría en la escala Saffir-Simpson. “Todas ellas se produjeron en los últimos nueve años del registro”, destacaron.
Ese es el caso del huracán Patricia, que tocó tierra en Jalisco (México) en el 2015 como huracán categoría 5, aunque la velocidad de sus vientos alcanzó los 95,8 m/s. Se reportaron daños materiales en México y Centroamérica, así como muertes en Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Otras tormentas ocurridas en este periodo de tiempo, y que podrían reclasificarse como categoría 6, son: Haiyan (2013), Meranti (2016), Goni (2020) y Surigae (2021).
Los investigadores también observaron cómo las probabilidades de ciclones de categoría 6 se han duplicado desde 1979 y las simulaciones mostraron que se prevén que estos aumenten en las regiones donde actualmente ocurren tormentas intensas.
Si ya en algunas partes del sudeste asiático y el Golfo de México, el riesgo de ciclones tropicales es preocupante; con el calentamiento global, los huracanes categoría 6 podrían ser usuales.
Por ejemplo, el modelo mostró que el riesgo cerca de Filipinas aumenta aproximadamente un 50% en un escenario de temperatura de 2°C por encima de los niveles preindustriales y se duplica en un escenario de 4°C.
En el Golfo de México, los modelos evidenciaron que el riesgo de tormentas de categoría 6 aumenta aún más, llegándose a duplicar bajo un escenario de 2°C y triplicar bajo uno de 4°C.
En términos generales, los modelos empleados por Wehner y Kossin dejaron ver que las probabilidades anuales de que se produzca una tormenta de categoría 6 en algún lugar del planeta se sitúan en torno al 2% a un nivel de calentamiento global de 1,5°C, al 7% en un nivel de 2°C y al 10% en un nivel de 3°C.
“Incluso en el marco de los objetivos relativamente bajos de calentamiento global del Acuerdo de París, que pretende limitar el calentamiento global a solo 1,5°C por encima de las temperaturas preindustriales a finales de este siglo, el aumento de las posibilidades de tormentas de categoría 6 es sustancial en estas simulaciones”, declaró Wehner a medios de comunicación.
Temporada de huracanes 2024
Para el segundo semestre del año, se prevé el desarrollo de un evento de la Niña que es la fase fría del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Se espera que aparezca entre septiembre y octubre.
Generalmente, cuando ocurre un evento de La Niña, la temporada ciclónica de la Cuenca del Atlántico Norte, que tiene influencia sobre Costa Rica, suele ser más activa.
La temporada ciclónica se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre de cada año. Para este 2024, se prevén 17-19 ciclones con nombre (entre tormentas tropicales y huracanes) cuando lo normal en una temporada es 14 ciclones.
Fuente: IMN