Los sistemas de enfriamiento y aires acondicionados (EAA) son los responsables del 12% de las emisiones de dióxido de carbono en Costa Rica, según datos del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).

Los HFC sustituyeron a las sustancias que agotan la capa de ozono, sin tomar en cuenta que estos contribuyen al calentamiento global.

Actualmente, el país reporta un total de 334.100 aires acondicionados y la tendencia viene en crecimiento desde el 2010, cuando se reportaron 124.710 unidades. Para el 2015 esa cantidad de EAA alcanzó las 199.050 unidades.

Según Adolfo Córdoba, técnico de la Cooperación alemana para el desarrollo GIZ en Costa Rica, se estima que la proyección para el 2030 será de 602.909 unidades; como consecuencia, aumentarían las emisiones.

De continuar este comportamiento actual, se esperaría que en el 2040 existan 707.400 unidades y 752.031 en el 2050.

La contribución de los EEA no se vio reflejada en los inventarios de gases de efecto invernadero realizados por 14 municipalidades, como parte de un proyecto piloto que forma parte del Programa País Carbono Neutralidad 2.0 en su categoría cantonal, debido a una serie de barreras que impidieron la cuantificación de estos.

Enfriamiento verde

El green cooling o enfriamiento verde se visualiza como una estrategia efectiva para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la vez que se desacelera el crecimiento de  EAA.

El enfriamiento verde propone utilizar refrigerantes naturales que no dañan el clima ni el medio ambiente, pero poseen la misma o mejor eficiencia energética.

“Los gases fluorados (también conocidos como HFC), que tienen un alto potencial de calentamiento global, a menudo se usan como refrigerantes en el sector de refrigeración y aire acondicionado. Con la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, se decidió que estos gases de HFC deberían eliminarse gradualmente, ya que los sistemas de enfriamiento energéticamente eficientes con refrigerantes naturales tienen el potencial de reducir las emisiones de manera rentable”, según se lee en el sitio web de GIZ.

Dentro de sus planes de acción, siguiente paso tras realizar los inventarios, las municipalidades plantearon dos estrategias. La primera consiste en recuperar refrigerantes y equipos viejos de aires acondicionados, almacenarlos y transportarlos hacia lugares donde se les dará una destrucción óptima. “Esto también requiere una búsqueda de financiamiento para la construcción de estos sitios, ya que en el país solo existen cuatro y todos están ubicados en el Valle Central”, señaló Córdoba.

La segunda estrategia es promover nuevas tecnologías de enfriamiento verde —de bajo potencial de calentamiento global (PCG) y alta eficiencia energética— en el sector doméstico, comercial e industrial, por medio de campañas de información, sensibilización y capacitación por parte de  las municipalidades.

Los cantones que trabajaron sus inventarios como parte del proyecto piloto fueron Osa, Pérez Zeledón, Santa Cruz, Cañas, Nicoya, Oreamuno, Cartago, San Ramón, Goicoechea, Montes de Oca, Parrita, Quepos, San Carlos y Pococí.

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