iDespués de varias operaciones en su rodilla, Thom Paxton asegura que tuvo que dejar de andar en bicicleta, una de sus pasiones. No obstante, luego de conseguir una bicicleta eléctrica, asegura que ha encontrado “una segunda vida”.
Ahora, Paxton se dedica a convertir bicicletas normales en bicicletas eléctricas, ya que asegura que tienen muchos beneficios para el transporte cotidiano, especialmente en un país lleno de cuestas como Costa Rica.
Este empresario estadounidense es uno de los expositores de la feria Expo Bici, que se lleva a cabo en la Antigua Aduana este 22 y 23 de septiembre, y es uno de los muchos que se han sumado a la oferta de bicicletas eléctricas.
Según Pablo Castro, director del Centro para la Sostenibilidad Urbana y uno de los organizadores del evento, hasta este año, nunca habían tenido una oferta tan amplia de este tipo de bicicletas.
“Siento que hay un antes y un después en el tema de bicicletas eléctricas con respecto al año pasado. La Expo pasada hubo una representación tímida de bicicletas eléctricas. Esta vez tenemos 5 marcas con distintos modelos”, indicó Castro.
Según Miguel López, vendedor de la empresa Rueda Mágica, esto se debe a que estas bicicletas son muy favorables para el relieve y las condiciones del transporte nacional.
“Como uno se mueve en un radio pequeño, (con una bicicleta eléctrica) va a poder moverse con suavidad, con seguridad y sin contaminar. No necesita convertirse en el Iron Man, esto es para transporte. Para recreación son otras bicicletas”, indicó López.
Castro coincidió en que estas bicicletas podrían servir para facilitar el transporte cotidiano de muchas personas, quienes tienen como obstáculo el relieve del país.
“La bicicleta eléctrica viene a romper esa barrera. Te permite andar como si fuera una bicicleta normal y en los periodos donde se necesita más asistencia se puede poner más asistencia eléctrica en la bicicleta”, explicó.
Transporte eléctrico
Braulio Barrantes, gerente general de la marca costarricense Wild Bikes, aseguró que hay algunos factores a tomar en cuenta a la hora de elegir una bicicleta eléctrica.
En primera instancia, las baterías pueden tener una vida útil de entre 3 y 5 años y permiten trasladarse hasta 70 km en terreno plano y alrededor de 55 km en un terreno más irregular.
Él explicó además que la duración de la carga ronda las 6 horas, pero que la misma bicicleta indica cuándo se va quedando sin carga. “Esto permite planificar si uno la carga cada semana o por un lapso de tiempo más pequeño”, aseguró.
El precio de estas bicicletas puede variar entre los ¢300 mil y ¢750 mil dependiendo de la potencia del motor y la calidad de la batería.
No obstante, López señaló que, a largo plazo, estas bicicletas se terminan pagando con el ahorro en los costos del transporte.
“Si tiene que pagar taxi o uber o buses, ¿cuánto se va a ahorrar usted en un mes? (Por la bicicleta) pagaría mucho menos y ya ahí se va generando un ahorro”, dijo el empresario.
Barrantes también explicó que sus bicicletas traen un sistema de seguridad que desactiva el motor tanto con el freno como cuando se deja de pedalear. “Tiene sistema de seguridad tanto los pies como en las manos”, señaló.
Según indicó el empresario, ha notado una mayor demanda por este tipo de bicicletas en el último año.
“Trajimos el año anterior bicicletas plegables, que permiten montarlas al bus o al tren. Pero la gente nos decía: “queremos esto pero también eléctrico”. Debido a la cantidad de solicitudes, tuvimos que diseñar una plegable también eléctrica”, indicó Barrantes.