Los bosques del planeta enfrentan amenazas comunes, relacionadas con el calentamiento global, la explotación económica y la deforestación.
Los bosques cubren unos 4.000 millones de hectáreas, algo menos de un tercio de las tierras emergidas, según un informe publicado en 2022 por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Esto representa casi la superficie total acumulada de Rusia, Canadá, Estados Unidos y de los países de la Unión Europea.
Más de un tercio de los bosques (34%) son bosques primarios, donde no hay rastros de actividad humana. La mayoría se encuentran en Brasil, Canadá y Rusia. Por el contrario, un 7% de la superficie forestal mundial está constituida por bosques
plantados por el hombre.
Si bien los bosques están presentes en todos los climas, en las zonas tropicales (45%) y boreales (27%) se concentran casi las tres cuartas partes.
Un refugio para la biodiversidad
"Los bosques albergan la mayor parte de la biodiversidad terrestre", según la FAO. En concreto, albergan "80% de las especies de anfibios, 75% de las especies de aves y 68% de las especies de mamíferos", así como una "buena parte de las 60.000 especies de árboles del planeta".
Pero los bosques son también el hábitat cuya fauna y flora está más amenazada, según la lista roja de especies en peligro de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Entre las especies clasificadas por la UICN como vulnerables, en peligro o extintas, los bosques concentran tres cuartas partes (75%) de los hongos, dos tercios (66%) de las plantas y casi la mitad (45%) de los animales.
Una trampa de carbono
Los bosques son un factor clave en la lucha contra el cambio climático, ya que almacenan 662.000 millones de toneladas de carbono (dato del 2020). Y eso a pesar de la deforestación.
Aunque la superficie forestal está disminuyendo, el carbono capturado por los bosques se ha mantenido estable durante los últimos 20 años, en particular "gracias a la reforestación y a una mejor gestión de los bosques".
Una palanca económica
El sector forestal aportó directamente 663.000 millones de dólares a la economía mundial en 2015 y, "si se tienen en cuenta todos los efectos económicos", aportó más de 1,52 billones de dólares a las economías nacionales, según la FAO. Un aumento del 17% en cuatro años.
Los bosques, a través de la producción de pasta, papel, muebles y productos de madera maciza, generan alrededor del 1% del empleo mundial, es decir, 33 millones de puestos de trabajo.
Bosques talados
Si bien la tasa de deforestación está disminuyendo, "10 millones de hectáreas de bosques fueron eliminados cada año durante el período 2015-2020", según la FAO. La reforestación y la expansión natural de los bosques, estimadas en 5 millones de hectáreas al año, no han sido suficientes para compensar estas pérdidas.
Los países que perdieron más bosques entre 2001 y 2021 fueron Rusia, Brasil, Canadá, Estados Unidos e Indonesia, según la plataforma Global Forest Watch (GFW).
Sin embargo, la situación es más preocupante en Brasil e Indonesia, ya que las pérdidas afectan principalmente a los bosques primarios y son, en su gran mayoría, permanentes.
En efecto, no se trata de deforestación temporal relacionada con la silvicultura o los incendios, sino de bosques afectados a largo plazo por la agricultura, la minería o la expansión de las ciudades.