Centroamérica es una de las regiones más vulnerables ante los efectos adversos del cambio climático. Esto se da en parte por su ubicación, el estado de sus ecosistemas y muchos otros factores ambientales que influyen en cómo se manifiesta el clima en la región. En la adaptación al cambio climático el tema de la salud es una prioridad para el istmo.
El contexto socio-ambiental de la región, en donde se manifiesta el cambio climático, no es el más favorable. Las relaciones socio económicas e históricas que han moldeado el istmo y a la relación que la sociedad ha desarrollado con los ecosistemas generan un ambiente complejo que limita su capacidad de adaptación. Entre los retos que tiene la región está enfrentar la insaciable deforestación, la gran cantidad de personas en condición de pobreza, la mala gestión de recursos y muchos otros factores que los hacen sumamente vulnerables.
En este contexto de amenazas pre-existentes al cambio climático sumado a las que vienen con este fenómeno, los gobiernos del istmo saben que se deben tomar medidas de adaptación para reducir el riesgo de la ciudadanía y los ecosistemas.
Dentro de la Estrategia Regional de Cambio Climático de Centroamérica (2010) se enumeran claramente los principales impactos que tiene y tendrá el cambio climático en esta región:
- Incremento de la Vulnerabilidad y eventos extremos
- Inseguridad Alimentaria Deforestación y pérdida de ecosistemas
- Disponibilidad del Agua
- Daños sobre la salud humana
- Pérdida de recursos marino-costeros
- Reducción de la oferta turística
- Afectación de la vida y cultura de los pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes
- Daños severos a la infraestructura
- Fuentes energéticas contaminantes de alto costo.
El tema de la salud humana está claramente identificado como una prioridad. De igual forma, en el Acuerdo de París la salud guarda un espacio especial junto a ejes rectores como los derechos humanos y el género. Es de considerar que los impactos a la salud a raíz del cambio climático es uno de los temas de preocupación de la OMS. Esto se ha tratado de recalcar durante las Cumbre de Cambio Climático de la UNFCCC.
En las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (2015) presentadas por la mayoría de los países de Centroamérica al mundo como su plan de acción ante el cambio climático, el tema de salud se encuentra presente.
Costa Rica:
En el caso de Costa Rica el tema de salud es uno de los 10 ejes que abordará el futuro Plan de Adaptación (2018) por medio de planes sectoriales y territoriales. Esto representará la guía para las acciones de adaptación en el tema salud para el país.
El gobierno de Costa Rica en su NDC se comprometió a tomar acciones para mejorar su sistema sanitario y pluvial. Lo cual tiene una relación muy importante con la salud ambiental.
Sin embargo, el compromiso más llamativo podría ser el de desarrollar un sistema de monitoreo de enfermedades relacionadas con el cambio climático. Esto es importante porque la OMS ha mencionado que hay una gran cantidad de enfermedades que van a incidir de mayor manera en la salud a raíz de los cambios en el clima. Por ejemplo, las enfermedades transmitidas por vectores (Dengue, Zika, Chikungunya y etc..), olas de calor y otras. Por lo que tomar medidas para adaptarse en este aspectos resulta crítico.
El Salvador:
El Salvador busca adaptarse al cambio climático en el tema salud por medio de la inclusión de esta temática como un eje de su planificación. En su NDC menciona que la salud es es uno de los aspectos en que el país se ve afectado tal y como lo considera su plan y estrategia nacional de cambio climático. Específicamente plantea, en el eje 2 de la Estrategia Nacional de Cambio Climático, realizar un plan sectorial de la salud ante el cambio climático.
“La problemática de exceso o falta de lluvia y agua, mayores temperaturas, olas de calor, tienen impactos directos en la salud de la población. Las pérdidas de cosechas y medios de vida agravan la malnutrición o desnutrición. Las inundaciones contaminan pozos de agua y provocan otros problemas de saneamiento. Por otra parte, ya se están experimentando mayores brotes de dengue, una de las enfermedades más sensibles a cambios en el clima y otras como la malaria, las infecciones respiratorias y las diarreas, todas las cuales afectan a la población,especialmente a la más pobre. Una estrategia de adaptación en salud necesita responder a estas nuevas circunstancias”, dice el INDC de El Salvador.
Guatemala:
En Guatemala la adaptación al cambio climático según su NDC está guiada por la normativa y política pública existente en este tema. Estas se realizan desde instrumentos como el Plan Nacional de Desarrollo –KATUN 2032 hasta en políticas públicas especializadas. El tema climático es abordado de forma interesante en la Política Nacional de Cambio Climático, la cual busca la reducción del riesgo y la vulnerabilidad en sectores claves como la salud.
Guatemala busca que se “cuente con los planes y programas y desarrolle las actividades sustantivas orientadas a la prevención, y que reduzcan la incidencia de enfermedades vectoriales que se puedan incrementar por causas del Cambio Climático y sus consecuencias, aprovechando las nuevas tecnologías y el conocimiento ancestral y tradicional.” Política Nacional de Cambio Climático de Guatemala.
Honduras:
La adaptación, según el NDC, se aborda en Honduras por medio de su Ley General de Cambio Climático y la Estrategia Nacional sobre Cambio Climático. Es por estos instrumentos que se ordenan las acciones y planes con los que se abordará la adaptación al cambio climático.
La ley de cambio climático de Honduras no deja por fuera el tema de la salud. Es por esto que la Secretaría de Estado en el Despacho de Salud y el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) se encuentran bajo el mandato de “tomar en cuenta el cambio climático en sus planes para mejorar la prevención y disminuir las enfermedades respiratorias vectoriales, entre otras, que puedan incrementarse debido a la variabilidad climática, considerando al menos: infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, y, particularmente, leishmaniasis, malaria, dengue y otros, aprovechando las nuevas tecnologías y el conocimiento ancestral y tradicional” Art 26 inciso 1 Ley General de Cambio Climático de Honduras.
La salud se refleja como sector prioritario en la planificación Centroamericana de la adaptación para enfrentar al cambio climático. Se encuentra presente en la estrategia regional, en contribuciones nacionales (NDCs) y en la normativa nacional. El tema de vectores y las enfermedades que estos transmiten son un aspecto estructural de la respuesta adaptativa del istmo para asegurar la salud humana.
Cabe rescatar que según la OMS para el 2015 se reportaron “1,206,172 casos de dengue en todo el continente, para una incidencia promedio de 198 casos/100,000 habitantes” y de estos el 6% provienen de la subregion México-Centroamérica, dejando claro la amenaza que representa para el bienestar.
Lo cual nos llama a poner atención respecto a los ajustes que los sistemas de salud centroamericanos deben tomar para llevar a cabo la adaptación requerida. La efectividad de estas medidas adaptativas puede verse reflejada en la cantidad de personas cuya salud se vea afectada y, en general, en el bienestar social.
El autor es coordinador general de la organización no gubernamental La Ruta del Clima, en cuyo sitio se publicó originalmente este artículo.