Con la Estrategia Nacional de Acción para el Empoderamiento Climático (Enace), el país busca promover acciones de participación social, enfocadas en la gestión de procesos relacionados con la crisis climática.

En otras palabras, Enace establece una hoja de ruta cuyo fin es lograr una ciudadanía involucrada y resiliente ante el cambio climático. Para ello, propone acciones de educación, capacitación, acceso a la información, sensibilización, participación y cooperación internacional.

Según Adrián Martínez, director de La Ruta del Clima quien estuvo involucrado en el diseño de la estrategia, se pretende que las acciones tengan una coherencia entre sí, con una lógica de inversión de fondos y un progreso verificable.

En este sentido, las acciones deberán suscribirse en los siguientes tres ejes temáticos: biodiversidad, infraestructura resiliente y recurso hídrico. Aunque se tienen definidas las vertientes de trabajo, es importante recalcar que todos los ejes estarán relacionados directamente con la participación de los actores sociales, es decir, lo que se busca es que la sociedad civil se involucre en las propuestas y el desarrollo de las mismas.

Euroclima, una organización insignia de la Unión Europea en América Latina en temas climáticos, cuenta desde hace algunos años con una iniciativa que, de hecho, sirvió como base conceptual para la Enace.

Origen de la iniciativa

La estrategia inició su proceso de construcción en junio de 2022, mediante una consultoría encargada a La Ruta del Clima en coordinación con la Dirección de Cambio Climático (DCC) y con el apoyo de la Cooperación Española (FIAPP). 

El objetivo general de Enace es fortalecer la acción climática mediante la implementación de acciones de empoderamiento para asegurar un desarrollo bajo en emisiones, abarcando con ello a todos los grupos sociales, institucionales, académicos y empresas privadas. 

De hecho, la estrategia responde al artículo 12 del Acuerdo de París, el cual reconoce que se debe mejorar la educación sobre el cambio climático, así como la capacitación, la concienciación y la participación, ya que son elementos clave para mover la acción climática mundial, dado que promueven cambios en los estilos de vida, actitudes y comportamientos que fomentan sociedades bajas en emisiones.

Bien lo señaló el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en su tercer informe del ciclo AR6, los cambios en el estilo de vida y comportamiento de las personas pueden ayudar a la mitigación. De hecho, estas acciones podrían reducir 40-70% de las emisiones al año 2050, a la vez que se mejora la salud e incrementa la calidad de vida de las personas.

Implementación de la iniciativa

Martínez comentó que el proceso de entrega de productos y de preparación de algunas acciones de empoderamiento fueron realizados de manera simultánea con la construcción de la estrategia, pero que aún es necesario iniciar con la implementación de los proyectos.

Sobre esta situación, Iván Delgado —director de la DCC— explicó que el proceso de aprobación de la estrategia ya finalizó; sin embargo, aún no se ha dado inicio a la fase de ejecución, pues se encuentran en periodo de recepción de propuestas.

“Con La Ruta del Clima se hizo un excelente trabajo, nos ayudaron a trabajar, a tener el acercamiento con la sociedad. Nosotros, desde el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), nos encargamos de finalizar el proceso de construcción”, aseguró Delgado.

Para la implementación se debe promover la coordinación y cooperación entre los actores medioambientales, educativos y gubernamentales, ya que lo que se busca conseguir con Enace depende de la formulación de proyectos, en donde organizaciones —como gobiernos locales, empresas públicas y privadas, hasta colectivos— puedan participar.

La formulación de proyectos es un proceso que requiere de una valoración previa. Delgado mencionó que, en este proceso de revisión, se contará con el apoyo del Consejo Consultivo Ciudadano de Cambio Climático (5C), una plataforma de participación constituida mediante Decreto Ejecutivo N° 40616.

Delgado aseguró que los proyectos que se van a financiar no son “caprichos, ni deseos”, sino iniciativas que persigan la transparencia, que sean medibles, verificables y reportables.

“Para medir el éxito tenemos primero que identificar si son de desarrollo o de adaptación al cambio climático, además de otros criterios básicos, como el acceso y la buena utilización de información climática, así como la información de pérdidas y daños y la causalidad de las acciones relativas a los temas a tratar”, explicó el director de la DCC.

Aportes 

Esta iniciativa, al promover una estrategia de concientización, mediante acciones y proyectos concretos en materia de acción climática, tendrá un impacto considerable, sobre todo en las personas que se vean involucradas en los procesos.

Para Martínez, la Enace aspira a volver más eficiente la utilización de los recursos por parte de la sociedad civil; además de crear capacidades, entre ellas, el manejo de información y datos relativos al tema medioambiental. Por su parte, Delgado consideró que el aporte está en capacitar a las personas sobre qué hacer y donde conseguir la información relativa a temas climáticos.

Delgado también destacó que, mediante la estrategia y sus proyectos, los sectores vulnerables, tanto socioeconómicamente como en materia de impacto climático, tendrán fuentes de acceso a datos sobre cómo actuar ante las acometidas provocadas por los desastres, o bien, sobre el buen manejo de los recursos.

El tercer aspecto que señaló Delgado fue que la formulación de proyectos de desarrollo aprobados por Enace traerán consigo el crecimiento de una cultura sensibilizada sobre el cambio climático, enfocada en mitigar emisiones y preparada para enfrentar sus efectos.

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