Sin los océanos, no podríamos respirar. El fitoplancton que yace en sus aguas produce entre el 50 y el 85 % del oxígeno que se libera cada año a la atmósfera. Asimismo, los ecosistemas marinos capturan el 30% de las emisiones de carbono derivadas de las actividades humanas. No solo eso, los océanos proveen alimento a más de 3.000 millones de personas en el mundo y sostienen la economía y comercio de los países.

Debido a su importancia y en procura de su protección, Costa Rica y Francia organizarán la Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos en 2025, con una pre-conferencia en el 2024.

La confirmación vino de la mano de Chrysoula Zacharopoulou -Secretaria de Estado de Desarrollo, Francofonía y Colaboración Internacional de Francia-, quien visitó el país con motivo del 175 aniversario de relaciones diplomáticas entre ambos países y también con el objetivo de consensuar una nueva hoja de ruta de cooperación.

Esta hoja de ruta prioriza, para el periodo 2023-2025, la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 así como el recién negociado Marco Mundial de Diversidad Biológica Kunming-Montreal y, por supuesto, el Acuerdo de París. Con respecto a este último, Francia dará acompañamiento a Costa Rica en la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Pública (PNDIP), particularmente en lo relativo a la meta de carbono neutralidad para 2050.

Zacharopoulou se tomó unos minutos para responder las preguntas formuladas por Ojo al Clima. A continuación, sus respuestas:

¿De dónde nace el interés por auspiciar la Conferencia de Naciones Unidas por los Océanos?

Nuestros países comparten una misma ambición a nivel mundial: proteger los océanos, sin los cuales la vida en el planeta no sería posible. Por eso Francia y Costa Rica organizarán la tercera Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos en 2025.

Nuestros países colaboran estrechamente para preparar esta conferencia crucial: las primeras consultas a gran escala comenzarán este año y un evento de alto nivel tendrá lugar en Costa Rica en 2024. He podido dialogar al respecto con el ministro de Ambiente y Energía, Franz Tattenbach, este fin de semana.

El objetivo de esta conferencia, que tendrá lugar en 2025, es colocar la protección de los océanos en el centro de la agenda internacional, tal como lo hemos hecho con el clima en 2015 cuando se aprobó el Acuerdo de París, para hacer avanzar la acción mundial en esta dirección.

Entre todos los posibles aliados, ¿por qué Francia decide unirse a Costa Rica para liderar esta conversación a nivel mundial?

En materia de áreas marinas protegidas así como en protección de los bosques, Costa Rica es un modelo a nivel mundial. Sus acuerdos de cooperación con numerosos países de la costa del Pacífico para conectar sus áreas marinas protegidas son igualmente interesantes.

Francia, mediante el Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial, apoya a Costa Rica en este esfuerzo al financiar, por ejemplo, proyectos de restauración de manglares que son verdaderos sumideros de carbono azul. He podido constatar, en Térraba Sierpe, el éxito de estos proyectos.

Más ampliamente, Francia y Costa Rica se eligen mutuamente como socios porque comparten una voluntad de avanzar para preservar la biodiversidad, movilizando a la comunidad internacional.

Hemos creado juntos, y co-presidimos, desde 2021, la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y las Personas (HAC, por sus siglas en inglés).  Se trata de una coalición que pretende promover la adopción de un objetivo de protección del 30 % de las tierras y de los océanos para 2030.

115 países se han unido a la Coalición. Nuestros dos países, además, han logrado una importante victoria durante la COP15 en Montreal, con la inscripción de este ambicioso objetivo en el marco mundial para la diversidad biológica.

¿Esta conferencia de océanos se conceptualiza dentro del plan de trabajo de la HAC y en qué sentido?

Esta conferencia es, ante todo, una conferencia de Naciones Unidas, coorganizada por Francia y Costa Rica. No queremos determinar de antemano el programa de trabajo, sino poder construirlo, de manera inclusiva, con el conjunto de los países miembros.

Pero sí, la meta 30x30 -impulsado por la HAC- será uno de los temas. Nuestro trabajo de negociación y nuestros esfuerzos han dado sus frutos, puesto que el objetivo está inscrito en el marco mundial para la biodiversidad y debe, ahora, ser implementado. Es el sentido de la HAC 2.0, que hemos lanzado en la COP15, y a la cual Francia contribuye técnica y financieramente.

¿Existe, dentro del HAC, un interés por armonizar las diferentes convenciones y plataformas de diálogo internacional, iniciando por el cambio climático (COP25, COP26 y COP27), biodiversidad (COP15) y ahora océanos? ¿Qué ventajas tiene esto?

A partir de todos mis viajes y todas mis reuniones, desde las asambleas anuales del Banco Mundial en Washington hasta la visita a las islas del Pacífico como Vanuatu, he llegado a la siguiente convicción: debemos hacer converger los programas para el clima, la biodiversidad, los océanos y el desarrollo, puesto que se trata de retos estrechamente conectados, cuyas soluciones serán, necesariamente, comunes.

Es el sentido de las cumbres One Planet y sus derivados One Ocean y One Forest, impulsadas por Francia. Nos interesa hacer converger a todos los actores (empresas, Estados y sociedad civil) para aportar una respuesta transversal a nuestros desafíos.

Es también el sentido de la cumbre para un nuevo pacto financiero, que el presidente Emmanuel Macron anunció en paralelo a la reunión del G20 de Bali, la cual tratará sobre los retos de financiación de estos desafíos globales.

En cuanto a estas expectativas, ¿qué se debería lograr en la pre-conferencia a realizarse en Costa Rica con miras a lograr resultados en la conferencia?

En primer lugar, es una excelente noticia que Costa Rica organice esta pre-conferencia en 2024. No era una obligación, pero creo que va a permitir preparar mejor la cumbre de 2025. Pueden contar con todo nuestro apoyo para la preparación de este importante hito.

Como lo había hecho Kenia junto con Portugal para la Conferencia sobre los Océanos de 2022, esta pre-conferencia podría servir para poner de relieve ciertos temas y ciertos actores particulares: pienso, en particular, en la sociedad civil y en la juventud, y el papel que pueden desempeñar en la protección de los océanos.

Si bien esta conferencia de océanos prevé la participación de funcionarios gubernamentales y sociedad civil, ¿cómo puede el público general involucrarse y participar?

Las asociaciones, la juventud comprometida y todos aquellos que manifiestan su interés en la preservación de los océanos, deben formar parte de esta conferencia.

Todos debemos asumir nuestro papel en las soluciones que la preservación de los océanos requiere. Esta cuestión de la participación será, evidentemente, uno de los ejes centrales de los preparativos, en estrecha colaboración con el Gobierno de Costa Rica. Pero es todavía demasiado pronto para poder decirles qué forma precisa adoptará esa participación.

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