Recién finalizó otra reunión de países de Centroamérica y uno de sus temas principales fue la “conclusión” del enlace eléctrico; desde el punto de vista físico, aún falta un tramo en Costa Rica. En otros temas falta el cambio de reglas del juego, el cómo y en qué participan los interesados en “apoyar” para que entre en operación total; falta un poco para tomar decisiones finales que sean “sostenibles” en todos los ejes y ellos son el social, económico, financiero, político y natural. Costa Rica está en eso y espera ver si se adecua al modelo usado en el resto de Centroamérica, bajo el esquema del “Mercado Eléctrico Regional” (MER) como miembro de SIEPAC (Sistema de Interconexión para América Central).
El esquema de MER tiene proveedores de energía eléctrica (privados y públicos), quienes ofrecen su electricidad de forma directa a grandes clientes, así como medianos y pequeños de cualquier país miembro; en Costa Rica el único que les puede comprar por ley es el ICE, así como es el único que puede exportar, y en esto está el debate si se une al MER tal cual, modificado o no se abre del todo. La indecisión es por los impactos actuales y futuros, altas tarifas para el sector comercial e industrial exportador, su baja competitividad en comunidades por el aumento de tarifas debido a la pérdidas de grandes clientes por parte de las distribuidoras, atracción de inversión extranjera, si el modelo de cálculo y ajuste de tarifas es el adecuado, como usar el agua y la geotermia para exportar electricidad como fuente de ingresos de bajo impacto al “Cambio Climático”, claro aparte de autoabastecerse primero.
A lo anterior se le incluye, como lo mencioné en otro artículo, el tema de la energía eléctrica “virtual” y es la importación de energía, no solo por situaciones de emergencia, como lo acaba de vivir Panamá por falta de lluvias o porque sea más “barata”, sino que después de haber realizado un estudio integral, multi e interdisciplinario, en el cual se determine cuál esquema es la mejor opción para el desarrollo sostenible del país a largo plazo, que se sostenga de forma robusta por varias décadas, capaz de adecuarse según la necesidad, ante cambios súbitos, temas económicos, naturales y políticos internos, pero sobre todo externos.
La decisión deberá estar basada en el conocimiento de las capacidades del país para sostenerse con base en sus propias fuentes naturales, la de importar otras fuentes, pero también pensar en si otros usos de dichos recursos dan un mayor beneficio neto o no en todos los ejes de desarrollo de la sociedad; con esto empieza a pesar el usar de la energía eléctrica “virtual” y que otros países “gasten” sus recursos naturales en producir electricidad y asimilen los impactos social, económicos y ambientales de su explotación. El tomar esta línea es seguir el modelo de un país del norte: “cuido lo que tengo y que otros agoten los suyos”.
La oferta eléctrica no se limita a Centroamérica y México, el cual entrará al proceso de reforma del sector energía en estos meses; vende energía a Guatemala y si está inscrito como proveedor en SIEPAC el ICE podría comprarle energía. Otro potencial interesado es Colombia, como proveedor de gas; el día que terminen la interconexión con Panamá podrán, sus empresas, vender energía en el MER; cabe mencionar que esto abre la puerta al mercado de Sudamérica; ya hay empresas del sur que abrieron oficinas en Centroamérica.
También ya se muestra otro proveedor de gas, Estados Unidos (también está Venezuela); el punto es el interés del sector privado de construir plantas e importar para la generación térmica, esto en función de los intereses de los países de su impacto con el entorno local como en el “Cambio Climático”. A nivel local son los temas de planteles, almacenamiento, transporte, gasoductos, muelles, riesgos de explosión, costos, etc. Otro punto es si se busca obtener la certificación de “Carbono Neutral”; dentro de las nuevas reglas de juego deberá incluirse que los proveedores de productos y servicio (no solo de energía) deben sean “Carbono Neutrales” y que lo demuestren de forma fehaciente y práctica, no solo con un papel.
La duda es cómo cambia la dinámica del sector eléctrico con SIEPAC lista, y la entrada de grandes proveedores externos.
Finalizando, cada país debe saber qué tiene, qué puede hacer con ello para sostener su desarrollo a largo plazo, en el cual el beneficio neto es el más alto para todos los ejes y sectores de la sociedad; esto no solo basarlo en promedios estadísticos, sino, por ejemplo, viendo el recibo de luz de la clase baja en la zona rural, en la ciudad y que tanto representa del ingreso familiar, para que no se convierta en un “lujo” y que por otro lado no decrezcan las fuentes de empleos.