ICE mantiene represa El Diquís como opción para el futuro

El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció el pasado 2 de noviembre que no continuaría avanzando con el megaproyecto hidroeléctrico El Diquís. Pero esto no implica que el proyecto esté del todo descartado.

Según confirmó el director corporativo del ICE, Luis Pacheco, a Ojo al Clima, si las condiciones de demanda eléctrica subieran en el futuro, continuar con este proyecto hidroeléctrico sería una opción.

En esencia, el ICE detuvo este proyecto porque ya no es necesario para abastecer el consumo eléctrico de Costa Rica. Pero, si por un cambio en la economía del país la demanda vuelve a subir, El Diquís seguiría sobre la mesa.

Justamente esa demanda se redujo a la mitad en la última década, según las propias autoridades del ICE. Esto permitió poner en pausa indefinida a El Diquís y, más bien, fomentar proyectos pequeños de otras fuentes.

“La adición de los proyectos geotérmicos Pailas 2 y del nuevo campo geotérmico Borinquen, más la combinación de más plantas solares, eólicas e hidroeléctricas, consolidan una matriz renovable, limpia y con diversidad de fuentes”, aseguró la directora ejecutiva del ICE, Irene Cañas en un comunicado.

En una entrevista con UNIVERSIDAD, Cañas coincidió en que la demanda podría subir en el futuro y aseguró que una penetración acelerada de transporte eléctrico o la llegada de industria de alto consumo eléctrico podrían poner a El Diquís de nuevo sobre la mesa.

Diquís en pausa: nada nuevo

Poner a El Diquís en pausa era una posibilidad que se veía venir desde el 2014, según el Plan de Expansión de Generación (PEG) de ese año.

Según indicó en ese momento el estudio, el ICE contaba con dos escenarios si subía la demanda: construir El Diquís o introducir gas natural. Si no subía la demanda, un tercer escenario era no hacer nada.

En efecto, la demanda no subió. Según datos del Centro Nacional de Control de Energía, en el mismo 2016, la demanda por electricidad en todo el país creció 329 megavatios, una cifra muy inferior a los más de mil megavatios a los que crecía en el 2011.

Ahora, 12 años después, el ICE finalmente detuvo el proyecto, luego de invertir alrededor de $174 millones que ahora se contabilizarán como gastos.

Este proyecto ha estado cargado de polémica porque podría inundar territorios indígenas, incluyendo comunidades donde hay sitios sagrados Térrabas. Además, la inundación del ecosistema podría tener un impacto en la biodiversidad del río.

Matriz diversificada

Con El Diquís en pausa, el ICE impulsaría proyectos más pequeños y menos dependientes del agua. Diversificar la matriz eléctrica del país ayudaría a resistir los impactos del cambio climático y es algo que ya se viene implementando en los últimos años.

La mayoría de la electricidad de Costa Rica aún proviene del agua. No obstante, datos del Centro Nacional de Control de Energía muestran que, en los últimos 5 años, la generación eólica se triplicó.

Orozco, director de Planificación del ICE, explicó que, si bien en este momento la matriz eléctrica está diseñada para soportar variabilidad climática extrema, a largo plazo tendrá que ir evolucionando para soportar los impactos del cambio climático.

“Si lo que va a pasar en 50 años sucediera de la noche a la mañana tendría que encender plantas térmicas (contaminantes) como loco. Pero, por dicha, la velocidad del cambio es consistente con los ajustes que le hacemos todos los años al sistema de generación”, explicó Orozco.

De acuerdo con el investigador de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, Jorge Blanco, los nuevos proyectos renovables son una forma de aumentar la resiliencia al cambio climático.  

“En este caso, la resiliencia pasa por tener un respaldo. Este respaldo puede ser geotérmico, como ya se está construyendo con el proyecto Pailas II (en Guanacaste)”, señaló el investigador.