Un total de 91 mujeres están incursionando en el mantenimiento de caminos en sus propias comunidades. Realizan labores de limpieza de cunetas y alcantarillas, chapeas, recolección de basura, lavado y restitución de rótulos así como bacheo tanto en lastre como en asfalto con mezcla en frío.
Con ello, están rompiendo paradigmas en un trabajo tradicionalmente realizado por hombres, evidenciando que no existen barreras para que puedan incursionar en este campo. De hecho, la participación femenina pasó de ser 25% en 2015-2019, cuando se implementó el proyecto piloto, a 38% en el 2021.
Según el informe Participación femenina en el mercado laboral del transporte, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las mujeres representan menos del 15% de la fuerza laboral en este sector en América Latina.
“Esto genera, entre otras cosas, que las mujeres estén ausentes durante el diseño, construcción y operación de los sistemas, lo que se traduce en que sus necesidades y perspectivas no estén siempre incluidas. Además limita la productividad del sector, restando la creatividad y la innovación que ocurre en espacios donde no existe diversidad de enfoques”, se lee en el informe.
Asimismo, y según datos del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) citados en un informe sobre género y transporte elaborado por el programa MiTransporte de la Cooperación Alemana para el Desarrollo - GIZ, aumentar la participación femenina en la fuerza laboral podría añadir un 34% adicional al Producto Interno Bruto (PIB) de la región latinoamericana.
“Dado el potencial de las mujeres para dinamizar la economía de los países, parece claro que promoviendo su empoderamiento económico es una manera eficiente y segura de asegurar tasas de crecimiento sostenibles. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer en América Latina, pues solamente un 50% de las mujeres participan en actividades económicas en comparación con el 79% de los hombres que lo hacen”, señalaron los autores.
El desempleo y el subempleo también tiene rostro de mujer, sobre todo en esta pandemia; por lo que la incursión de 91 mujeres en labores de mantenimiento vial no deja de ser una buena noticia. Ellas ahora no solo cuentan con una fuente de ingreso sino que también ostentan un trabajo estable donde reciben todos los beneficios de ley, a la vez que su labor ayuda a dinamizar la economía local, ya que el mantenimiento de los caminos favorece la salida de los productos agrícolas que estas comunidades comercializan.
Asimismo, el mantenimiento vial contribuye con los esfuerzos de descarbonización del país. Los caminos deteriorados obligan a los conductores a disminuir la velocidad y a realizar cambio de marchas, lo cual incrementa el consumo de combustible y, por tanto, aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Proyecto
La iniciativa forma parte de un proyecto más grande que promueve la contratación de microempresas en las mismas comunidades que, a su vez, se enmarca en el Programa de la Red Vial Cantonal II (PRVC II).
PRVC II es una iniciativa ejecutada por la División de Obras Públicas del MOPT, con asesoría técnica de GIZ, en coordinación con los gobiernos locales. Los fondos son provistos por el BID.
Este proyecto de mantenimiento vial comunitario busca que los vecinos se organicen en emprendimientos que permitan atender 920 kilómetros (km) de caminos en los próximos tres años en 20 cantones, a saber: Desamparados, Tarrazú, Buenos Aires, Osa, Coto Brus, Monteverde, Oreamuno, Talamanca, Matina, Guácimo, Montes de Oro, Orotina, Garabito, Quepos, Parrita, Upala, Santa Cruz, Hojancha, Bagaces y Los Chiles.
“Estamos generando beneficio para 260 familias a través de empleos directos, pero además debemos pensar en todas las personas que viven o se desplazan por los 920 km de caminos que gracias a estas microempresas van a mejorar su transitabilidad, lo que conlleva a la disminución en los costos de operación de los vehículos, tiempo de viaje y costos de transporte… convirtiéndose en una nueva opción de desarrollo económico que apoya las zonas o distritos con menores índices de desarrollo socioeconómico y empleabilidad del país”, dijo el ministro de Obras Públicas y Transporte, Rodolfo Méndez Mata en un comunicado.
“La reactivación económica pasa por la generación de empleos de calidad. Los proyectos de infraestructura a nivel rural lo que hacen es contribuir a la creación de esos empleos”, declaró José Ramón Gómez, representante del BID en Costa Rica, en un video.
El proyecto además permitirá que los recursos municipales destinados al mantenimiento de caminos se aprovechen por completo en el mismo cantón, reactivando así la economía y desarrollando un trabajo preventivo para mejorar las calles antes que estas se deterioren y resulten intransitables.
Las microempresas emplean a 12 personas cada una y, aparte del mantenimiento, “en caminos en buen estado, estarán en capacidad de realizar intervenciones conocidas como mejoramientos, tales como el revestimiento de cunetas con concreto o piedra, construcción de tramos de aceras, estabilización de caminos, entre otros”.