Jim Bridenstine es un político republicano promotor del libre mercado y escéptico del rol de los humanos en el calentamiento del planeta. También, es el elegido por Trump para liderar a la NASA.
La casa blanca anunció el pasado 2 de septiembre su intención de nominar a Bridenstine para llenar el asiento de director de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, en inglés), el cual ha estado vacío por 5 meses.
El antiguo director de esta agencia, el ex-astronauta Charles F. Bolden, renunció pasado el 20 de enero -primer día de la presidencia de Donald Trump- y desde entonces la NASA ha establecido un tiempo record de operación sin un líder permanente.
La nominación del político de Oklahoma preocupa a algunos congresistas estadounidenses ya que el político ha dicho en el pasado que no cree que los humanos estemos calentando el planeta.
“El clima cambia día a día. Siempre lo ha hecho. Hubo períodos mucho antes del motor de combustión interna en los que la tierra estaba mucho más caliente”, aseguró Bridenstine en una entrevista a Aerospace America.
Por un lado, el mismo Bridenstine también ha dicho que no tiene “absolutamente ningún problema con estudiar el clima”, por lo que los programas de investigación de cambio climático de la NASA podrían prevalecer bajo su administración.
Sin embargo, al mismo tiempo ha sido duramente crítico en el pasado del gobierno de Obama por designar el estudio del cambio climático a la NASA, algo que incluso llamó “una desubicación desagradable” de recursos.
Bridenstine, más bien, ha expresado su deseo de volver con misiones tripuladas a la luna y es promotor de la exploración espacial privada de marcas como SpaceX y Virgin Galactic.
La nominación del republicano ha desatado controversia no solo por su postura en temas de cambio climático, sino por no tener formación técnica en alguna ciencia como normalmente sucede entre los directores de la agencia aeroespacial.
Las críticas cayeron incluso desde los mismos republicanos. El senador republicano Marco Rubio aseguró al medio especializado Politico que “un político no debería liderar el programa espacial de la nación”.
Mientras tanto, del lado de los demócratas, el senador del estado de Florida, Bill Nelson, también advirtió al medio estadounidense que “el líder de la NASA debería ser un profesional del espacio, no un político”.
Ahora, la nominación deberá pasar por la aprobación del senado -de mayoría republicana- para poder hacer oficial la designación de Bridenstine.
La NASA podría, además, sufrir recortes por $561 millones en su presupuesto para el 2018. Esto significa la desaparición del programa educativo de la NASA y de satélites como el Satélite de Plankton, Aerosol, Nubes, Océano y Ecosistemas, encargado de monitorear la atmósfera terrestre.
La agencia aeroespacial es una de las líderes mundiales en la investigación del cambio climático. Los 30 años de información recolectada en sus 17 misiones satelitales fueron vitales para que la ONU comenzara a tomar en serio la acción contra el cambio climático.