Los océanos y mares se ahogan por los 11 millones de toneladas de plástico que llegan a ellos cada año, una cantidad que podría triplicarse en 2040 si no se toman medidas, según la Organización de Naciones Unidas (ONU). De hecho, la ONU convocó este lunes a gobiernos de todo el mundo en Uruguay para atenuar este problema.
Ese es tan solo uno de los desafíos a los que se enfrenta el Comité Intergubernamental de Negociación (INC por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas, que se encontró por primera vez en Punta del Este para trabajar en un acuerdo global que ponga fin a la contaminación por plásticos.
"Sabemos que el mundo tiene una adicción al plástico, el mundo creó una crisis del plástico", dijo Inger Andersen, subsecretaria general de las Naciones Unidas y directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), durante una conferencia de prensa. "Y los plásticos tienen efectos nocivos para la salud, dejan una gran huella... pero esto no es una guerra contra el plástico en sí, es una guerra contra el plástico en el medio ambiente", explicó.
El INC se creó tras la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA, por sus siglas en inglés), la instancia internacional más alta sobre la materia, celebrada en Nairobi en marzo pasado, como parte de una "histórica" negociación para llegar al primer acuerdo mundial contra la contaminación por plástico. El objetivo del Comité es elaborar un texto jurídicamente vinculante para 2024.
Durante cinco días, el balneario uruguayo albergará a representantes de más de 190 Estados que trabajan en conjunto en busca de soluciones para reducir los desechos plásticos que se vierten al medio ambiente y que amenazan la biodiversidad del planeta.
Andersen opinó que el objetivo planteado en Nairobi es "ambicioso pero factible" y que "es posible llegar a un acuerdo en un plazo de dos años". Para lograrlo, dijo, los 193 miembros de la ONU hacen un "llamado a la acción para tener en cuenta todo el ciclo de vida de los plásticos", desde las etapas iniciales, en las que se trabaja con la elaboración de polímeros; las intermedias, en las que entran en juego los productores y las marcas; hasta las finales, en las que se generan los desechos.
"Esto quiere decir que debemos trabajar junto con el sector privado, con la comunidad, con los defensores del medio ambiente, con el liderazgo político, para seguir construyendo el camino hacia adelante", dijo.
Los plásticos representan al menos el 85% de los desechos marinos, según la ONU. Cada minuto, se arroja el equivalente a un camión de basura de plástico a los océanos. Si no se hace nada al respecto, para 2040 se proyecta que el equivalente a 50 kg de plástico entren al océano por cada metro de costa de todo el mundo cada año.
El ministro uruguayo de Medio Ambiente, Adrián Peña, dijo que la lucha no es contra el plástico en sí mismo, sino contra la "contaminación por plástico y contra algunos usos, como la costumbre de usar y tirar". La clave es "cómo gestionamos el plástico, cómo lo reciclamos, analizar los aditivos que se utilizan para que tenga un mejor resultado", añadió Peña.
En ese sentido, informó que Uruguay va a contar con el primer sistema de depósito de envases y reembolso en América Latina. "Esto supone que el ciudadano va a poder llevar el (envase) descartable y se le va a dar un ticket que va a poder cobrar. Eso en el marco de un decreto que vamos a firmar la semana que viene", adelantó.
La creación del INC constituye el mayor avance medioambiental desde el Acuerdo de París para combatir el calentamiento global en 2015.