La defensa de los ecosistemas, en América Latina, es sinónimo de peligro. Seis de los 10 países más hostiles para quienes defienden el derecho a un ambiente sano y las tierras ancestrales se encuentran en la región latinoamericana, según el informe del Relator Especial Michel Forst, el cual presentó a Naciones Unidas en el 2016.
En un esfuerzo de periodismo colaborativo y transfronterizo, un equipo de 50 periodistas, desarrolladores, fotógrafos y videógrafos se dieron a la tarea de indagar sobre los episodios de violencia contra líderes ambientales y sus comunidades en 10 países de la región, a saber: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Perú y Venezuela.
El resultado de esta investigación, conocida como Tierra de Resistentes, es una base de datos con 2.367 hechos victimizantes ocurridos en los últimos once años (2009-2019). De ese total, 2.133 acciones fueron contra ambientalistas (hombres y mujeres) y 234 contra comunidades u organizaciones.
En la base de datos, los hechos victimizantes están desgregados por género, comunidad étnica, recurso defendido, tipo de violencia (acoso judicial, amenaza, asesinato, criminalización, desaparición, desplazamiento, violencia sexual, otro), el estado del caso (indulto, investigación, sentencia) y si hubo o no denuncia previa.
A la base de datos, que puede ser consultada públicamente en el sitio web del proyecto, le acompañan 29 reportajes escritos en tres idiomas (español, portugués e inglés).
De estos, 16 reportajes dan cuenta de la violencia contra líderes en la Amazonia, 17 versan sobre ataques contra comunidades indígenas y tres más contra pueblos afrodescendientes, todos ellos enfrentados a intereses de minería, explotación petrolera, carreteras, hidroeléctricas, narcotráfico y comercio ilegal de madera.
“Desde asesinatos y atentados hasta acoso judicial y desplazamiento, los ambientalistas han pagado un precio alto por proteger los ecosistemas estratégicos en sus territorios”, se lee en el especial periodístico.
Tierra de Resistentes es un proyecto liderado por la organización colombiana Consejo Consejo de Redacción y sumó a periodistas del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), Mongabay Latam, France 24 Español, Anfibia (Argentina), Runrunes (Venezuela), Contra Corriente (Honduras), Infoamazonia (Brasil), GK (Ecuador), Ocote (Guatemala), Convoca.pe (Perú), El Deber (Bolivia), Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (México), El Espectador, El País de Cali, El Tiempo, Mutante, La Liga contra el Silencio, RCN Noticias, Verdad Abierta, La Patria y La Silla Vacía (Colombia).
Asimismo, el proyecto contó con el financiamiento de Deutsche Welle Akademie y la Cooperación Alemana, con apoyo adicional del Pulitzer Center on Crisis Reporting y el Rainforest Journalism Fund, así como Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP).