Gracias a un mejor uso de las tierras forestales, Costa Rica redujo sus emisiones ligeramente en el 2015, con respecto al anterior inventario de emisiones realizado en el 2012.

A pesar de esto, los sectores más contaminantes —como el transporte o los residuos— van en aumento.

Así lo revela el último Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, elaborado por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN). Este documento contabilizó datos del 2015 pero son publicados hasta este 19 de febrero de manera exclusiva en Ojo al Clima.

De acuerdo con el inventario, Costa Rica emitió 10.881.000 toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera en el 2015. En contraste, en el 2012, el país emitió 11.250.000 toneladas; es decir, hubo una reducción de 3%.

A pesar de esto, la coordinadora del estudio y climatóloga del IMN, Ana Rita Chacón, aseguró que algunos factores que afectaron ese resultado pueden ser “coyunturales”. Por ejemplo, ese año se registró una menor cantidad de incendios forestales.

“A veces esto es meramente coyuntural. Aún no hemos evaluado qué tan coyuntural sea porque primero queremos ver resultados en otros años”, dijo la científica del IMN.

La directora de cambio climático del Ministerio de Ambiente, Andrea Meza, también tomó los resultados con cautela y explicó que todavía no se puede atribuir la pequeña reducción a las políticas climáticas del país.

“Yo creo que todavía hay que ser cautos. Hay que seguir haciendo análisis para saber si este es el resultado de las políticas climáticas”, señaló Meza.

Esta es la información oficial de emisiones que Costa Rica presenta ante Naciones Unidas. Los países desarrollados deben presentar un inventario de emisiones cada dos años mientras que el resto puede hacerlo “a su discreción”.

La principal causa de esta reducción fue el sector forestal, el cual bajó sus emisiones en más de un 80%. No obstante, los sectores más contaminantes —como el transporte y la industria— más bien van en aumento.

“Siempre hemos sabido que el bosque es clave en nuestra política climática. El proceso de descarbonización se basa en el sector forestal y en reducir la huella del transporte”, dijo la directora de cambio climático.

Por mandato de la ONU, los datos se reportan como “CO2 equivalente”. Esta es una forma de juntar todos los gases emitidos por el país —como el metano, el CO2 y el óxido nitroso— en una sola cifra, pero no significa que el CO2 sea el único.

De acuerdo con los nuevos datos, cada habitante de Costa Rica estaría emitiendo alrededor de 2,25 toneladas de CO2 equivalente. Este número es ligeramente menor al del 2012, cuando las emisiones fueron de 2,4 toneladas por persona.

Actualmente, la meta de Costa Rica es ser carbono neutral para el año 2050. Para lograrlo, el país deberá reducir las emisiones de los sectores más contaminantes, algo que todavía no ha logrado.

Según el Plan de Descarbonización, en el 2050 (31 años), un 95% de los carros privados de Costa Rica deberán ser eléctricos y, para el 2035 (en 16 años), más de 1500 buses eléctricos deberán estar funcionando.

Las emisiones del transporte aumentaron en un 8% en el 2015 con respecto al anterior inventario de emisiones. (Foto: Katya Alvarado

Solo el bosque mejoró

El único sector que logró reducir emisiones fue el sector forestal, que toma en cuenta también el agro y otros usos de la tierra. En todos los otros sectores —energía, procesos industriales y residuos— las emisiones van en aumento desde el 2005.

El sector forestal es particular porque, además de contabilizar emisiones, también cuenta absorción de CO2 que realizan los árboles a través de la fotosíntesis. Es decir, a las emisiones totales se les descuenta el CO2 que absorben los bosques.

En esta ocasión, la reducción fue drástica: el sector pasó de emitir 1.190.000 toneladas de CO2 equivalente en el 2012 a generar apenas 179.410 toneladas en el 2015. Esto es una disminución del 85%.

Desde el 2010, la tendencia del sector avanza hacia una baja en las emisiones. Sin embargo, esta ha sido la disminución más drástica en los últimos diez años.

“Hubo una reducción en la cantidad de incendios en bosque secundario en el 2015. En general, hubo menos pérdida de bosque secundario. (...) El hato ganadero también estuvo menor que en otros años”, explicó Chacón.

Además de esto, para el 2015 se contabilizaron las emisiones de los cultivos de madera, algo que no se hizo en el 2012. Esta actividad redujo más de 400.000 toneladas que en el anterior inventario no se contaron.

No obstante, la absorción total de carbono de los bosques disminuyó de manera importante. En el 2012, las tierras forestales absorbieron 7.483.000 toneladas de CO2, mientras que en el 2015 absorbieron 6.112.000.

“Hay bosque secundario que se va madurando con los años, entonces va reduciendo su capacidad de absorción. Entonces no es que necesariamente se reduzca el área pero sí su eficiencia”, dijo Chacón.

Transporte: el foco de emisiones

La principal fuente de gases contaminantes, sin embargo, continúa siendo el sector energía, el cual abarca 67% de las emisiones de Costa Rica. A pesar de esto, sus emisiones aumentaron apenas un 1% entre 2012 y 2015.

El transporte, principal emisor de este sector, creció alrededor de un 8% con respecto al 2012, por lo que, a pesar de que todo el sector no aumentó mucho, las emisiones del transporte sí subieron de manera significativa (más de 400 mil toneladas).

Aunque esto no es extraño al considerar que la cantidad de vehículos inscritos por año en el Registro Nacional incrementó un poco más de un 50% entre 2012 y 2015.

La gasolina para transporte es el principal foco de emisiones del país. De las 10,8 millones de toneladas de CO2 equivalente emitidas por Costa Rica, 5 millones vienen del transporte; es decir, prácticamente la mitad.

“El acento no es solo electrificar, sino hablar de un cambio en el esquema de movilidad. Es super crítico que entendamos que el país tiene que migrar a un nuevo esquema de ciudades”, aseguró Meza.

Pero si aumentó el transporte, ¿por qué no lo hizo el sector energía? La principal razón es la electricidad limpia del ICE, la cual compensó la tendencia al alza en las emisiones en el transporte.

Las fuentes renovables abarcaron más del 90% de la generación eléctrica por primera vez durante esos años. Esto disminuyó la huella de la electricidad en un 83%, en comparación con el 2012 (cuando ya de por sí era una huella baja).

Gracias a esto, Costa Rica redujo casi 500.000 toneladas de CO2 en electricidad; un monto prácticamente igual al aumento de emisiones en el sector transporte. Según Meza, esto es importante porque frena un poco el crecimiento del sector.

Otros sectores aumentan

Las emisiones de residuos y procesos industriales vienen creciendo desde el 2005 y, más bien, aceleraron esa tendencia.

A pesar de no ser el mayor emisor, el sector de la industria fue el que presentó un incremento más importante en sus emisiones entre los tres sectores más contaminantes, con un incremento del 32%.

Este sector toma en cuenta las emisiones generadas durante la producción de cemento, aluminio, cal y otras materias primas, cuyo proceso en sí libera gases a la atmósfera.

La industria pasó de emitir 1 millón de toneladas de CO2 equivalente en 2012 a generar 1,3 millones en 2015. Es decir, agregó poco más de 300.000 toneladas de gases a la atmósfera.

La actividad más contaminante de este sector es la producción de cemento, la cual, durante su proceso de producción, libera una gran cantidad de CO2. En el 2015, solo este sector emitió más de 600.000 toneladas de CO2.

Las emisiones provenientes de la basura también se elevaron desde el 2005 y son la segunda principal fuente de gases contaminantes en Costa Rica. En el 2015, el sector superó las dos millones de toneladas de CO2 equivalente.

La mayoría de estas emisiones vienen de residuos sólidos y son de gas metano. Este gas se genera cuando bacterias descomponen los residuos orgánicos. Si los residuos no se tratan de la mejor forma, las emisiones son aún mayores.

Construyendo inventario

Construir un inventario de emisiones es una tarea compleja, señala Chacón. A pesar de que los datos del documento son del 2015, el análisis completo fue publicado casi cinco años después.

De acuerdo con la coordinadora del informe, la principal dificultad para sacar el inventario de manera más rápida es la falta de recursos. Por ejemplo, el IMN tiene que contratar todos los estudios del capítulo forestal a terceros, a falta de personal especializado.

“Hay que contratar a quienes hacen los mapas y evaluaciones de monitoreo porque no lo hacen en ninguna de las instituciones de gobierno”, aseguró la científica.

Pero además, según explica Chacón, el meteorológico ni siquiera tiene fondos para contratar estos estudios. Debido a esto, una buena parte del tiempo se invierte consiguiendo fondos externos para contratar los estudios.

“Esa dotación de recursos externos demoró más tiempo (en esta ocasión). Siempre el proceso de que nos den los fondos es complicado”, señala la coordinadora del inventario.

Tener los datos al día es importante para hacer “política basada en ciencia”, según explicó Meza, directora de cambio climático del Ministerio de Ambiente. De acuerdo con ella, esto será fundamental en el proceso de descarbonización.

“Nosotros estamos tratando de hacer política basada en datos y basada en ciencia. Para eso, es importante que el país tenga las capacidades de tener datos como estos y con una periodicidad mayor”, señaló Meza.

Hacia un mejor inventario

Sumado a esto, el proceso de construir el informe, en sí, es lento porque los datos están dispersos entre instituciones. Recolectar la información es, por lo tanto, una labor aún más compleja.

Aún así, la climatóloga asegura que la institución está trabajando en dos cosas: comenzar el inventario de emisiones del 2017 y mejorar los inventarios más antiguos, para poder utilizarlos como punto de comparación.

“Los inventarios se hicieron desde 1990 pero para que se puedan comparar tenemos que hacer recálculos. El IPCC (órgano científico de la ONU) ha ido mejorando sus metodologías para tomar en cuenta nuevos sectores y en otros se mejora su cálculo. Todo eso tenemos que tomarlo en cuenta”, dijo Chacón.

Meza, por su parte, aseguró que la Dirección de Cambio Climático está terminando de crear una plataforma que albergue todos los datos necesarios, llamada Sistema Nacional de Métrica en Cambio Climático (Sinamecc).

Esto facilitaría la obtención de los datos y agilizaría el proceso de crear inventarios de emisiones, así como todo tipo de estudios sobre cambio climático.

“Nuestra aspiración es que este inventario sea uno transicional hacia el nuevo esquema que ordena el Acuerdo de París. Esto nos permitiría ver el avance de las políticas climáticas”, señaló la directora de cambio climático.

El mundo debe redoblar esfuerzos para reducir otro 25 por ciento los gases contaminantes que se prevé liberará a la atmósfera para 2030. (Créditos: Pnuma)

A futuro

El inventario plantea dos escenarios para el año 2050: uno en el que Costa Rica no hace nada para reducir emisiones (el cual es poco probable) y otro en el que el país simplemente continúa con las medidas ya existentes.

En el primero, las emisiones del país continuarían aumentando hasta llegar a casi 17 millones de toneladas de CO2 equivalente en el 2050. Es decir, las emisiones aumentan 55% con respecto a las actuales.

Este escenario es altamente improbable porque ya hay varias iniciativas de reducción de emisiones en marcha. Más bien, sirve como referencia para medir qué sucedería si no se hace nada.

El otro escenario toma en cuenta las medidas ya implementadas, como el sistema de Pagos por Servicios Ambientales (el cual aumentó los bosques de Costa Rica) y la estrategia de reducción de emisiones (NAMA) en ganadería y café.

En este escenario, las emisiones del país se reducen a la mitad para el 2050 y quedarían en poco más de cinco millones de toneladas de CO2 equivalente.

Las medidas actuales serían insuficientes para alcanzar la carbono neutralidad para ese año, según señala el informe. Este recomienda poner en marcha proyectos como el tren eléctrico y la sectorización de los buses.

Estas medidas sí están contempladas dentro del Plan Nacional de Descarbonización, el cual apuntaría a que Costa Rica sea carbono neutral para el 2050.

Nota del editor: una anterior versión de la nota aseguraba que la industria del cemento era responsable por 6 millones de toneladas de CO2 equivalente. Esto se corrigió para poner el dato correcto de 600.000 toneladas.

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